Capítulo 6

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Gia se despertó sobresaltada. Nuevamente las imágenes sobre el momento previo a su aparición en aquella casa la asaltaban en sus sueños. Las últimas movidas de ajedrez de su hermano, el ganador se llevaría el último trozo de tarta. Él reía, ella también.

Y de pronto una aterradora y majestuosa nada sustituyó aquel momento por horror y una sobrecogedora sensación de abandono.

Se sentó en su cama, sintiendo que el sudor le corría por la frente.

— ¿Puedes dejar de moverte?— preguntó Marie, somnolienta, desde la cama de arriba.

Gia murmuró unas disculpas y se sentó en la cama, dejando que el frío contacto del suelo terminara de despertarla.

Su estómago rugió de hambre. No se sorprendió. Se había saltado la cena gracias a la sensación de agobio que le producía comer entre tal multitud. Recordaba que en sus primeros años en Hogwarts, Fred y George se escabullían para lograr traerle comida a su sala común, pues la chica se veía incapaz de comer frente al resto de sus compañeros.

Se levantó de la cama intentando ser lo más silenciosa posible, para así no despertar a Marie, y se encaminó a la cocina. Quizás, con un poco de suerte, Cordelia estaría despierta también y le enseñaría la receta de aquellas tan deliciosas galletas.

Al entrar, se quedó de piedra. Puesto que sí había un pelirrojo en la cocina, pero no se parecía en nada a Cordelia.

Ron se encontraba de espaldas a ella, dándole unos mordiscos a lo que quedaba del pollo de la cena.

La chica tragó saliva a la vez que sus ojos se llenaban, inevitablemente, de lágrimas. Porque si había algo que realmente extrañara de casa, era la sensación de estar en casa.

Con sigilo se dió media vuelta, sin embargo dió el paso equivocado y el suelo bajo sus pies crujió. Ron se dió media vuelta sobresaltado.

— ¡Yo no estaba comiendo...!— comenzó, pero cuando cayó en la cuenta de que no era su madre, se tranquilizó un poco.— Merlín, no me vuelvas a asustar así. Casi se me cae el pollo.

Gia esbozó una tímida sonrisa.

— ¿Te vas a quedar ahí parada o qué?— preguntó entonces su hermano, al ver que la pelirroja no se movía.

La Hufflepuff negó con la cabeza y sacó un plato para servirse algo de comida.

— Tú eres una de mis mellizas ¿No es así?— quiso saber el pelirrojo.

Su hermana asintió.

— De casualidad tú no estabas enamorada de Harry ¿Verdad?

Gia se apresuró a negar con la cabeza. Ron soltó un suspiro de alivio y se sentó en una mesa.

— Casi todas están enamoradas de él.— le dijo mientras le daba otro mordisco al pollo—  Creo que tiene que ver con qué es el protagonista de la historia o algo así. Hasta diría que Hermione está interesada en él.— de pronto cayó en la cuenta de que le estaba contando todo esto a una chica que no conocía de nada, y se calló. Miró a Gia algo avergonzado, pero la chica no mostró indicios de estar incómoda, al contrario, por primera vez durante toda su estadía en aquella casa, mostraba una sonrisa completa.— ¿Qué?

— Nada. Solo que extrañaba sentirme como en casa.

~~~

Cordelia daba vueltas y vueltas y no lograba coinciliar el sueño. No había logrado dormir más de dos horas seguidas desde que había llegado. El hecho de que cerca de su habitación, los gemelos estuvieran riéndose y se escucharán constantes explosiones y sonidos que no podría identificar, no la ayudaba mucho.

Harry Potter Y El Cliché Interdimensional (sin editar)Where stories live. Discover now