Yo elijo...

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POV Nico

No pude evitarlo, quería verte una última vez. Conozco tus sentimientos, conozco tu corazón. Sé que no lo hiciste por propia voluntad...: te forzaron. A pesar de la distancia, pude apreciar tu rostro entristecido. Estabas hermosa con tu vestido de novia, eso debo reconocerlo. Lástima que no fui yo la que estuvo frente al altar contigo.

Ambas luchamos para que aceptaran nuestro amor. Lloramos, suplicamos..., te arrodillaste frente a tu padre pidiendo su aceptación; pero él permaneció impasible. Las cartas estaban echadas: tendrías que casarte con un estúpido que no conocías solo para mantener en alto el apellido Nishikino. Nos separaron, y el resultado de eso, el fatídico resultado, fue un par de corazones rotos y muchas lágrimas derramadas.

Debo asumirlo a pesar de mi dolor: desde ayer dejaste de ser mía... Ojalá puedas ser feliz a pesar de todo, mi Maki-chan.

(...)

POV general

El timbre del departamento de Nico sonó. La pelinegra, quien tenía los ojos rojos y estaba sumamente desarreglada, abrió la puerta. No esperaba ver a la persona que estaba parada en la entrada otra vez.

―Maki-chan...

―¡Nico-chan!

La pelirroja envolvió a Nico en sus brazos y le dio un apasionado beso en los labios. El corazón de la más bajita comenzó a latir con fuerza.

―¡P-p-p-pero...!

―Nico-chan, yo te quiero a ti y solo a ti. Nadie puede interponerse entre nosotras.

―¡¿Pero y tu esposo?!

―Eso ahora no importa.

Fue entonces que Nico se dio cuenta de algo que estaba junto a Maki.

―Maki-chan, ¿y esas maletas?

―Ya habrá tiempo para hablar de eso. Ahora empaca tú también, porque nos vamos de este país; ya tengo los boletos de avión.

Si bien toda la situación era bastante extraña, la pelinegra se sentía feliz de que Maki no se hubiese olvidado de ella. Empacó rápido y ambas se dirigieron al aeropuerto, en donde abordaron un avión con destino al extranjero.

―Nico-chan, no dejaré que nos separen de nuevo. Desde hoy, tú y yo estaremos juntas para siempre.

―¿Lo prometes?

―Lo prometo.

Ambas se tomaron de la mano, muy cómodas en sus asientos de avión.

(...)

Varios días después, se encontró un cadáver de sexo masculino en su propio hogar. Parecía que le habían cortado el cuello con precisión quirúrgica, pero lo más llamativo de todo era su vestimenta: llevaba puesto un traje de novio.


Esta historia fue un impulso del momento. Veamos cómo le va.

Yo elijo...Where stories live. Discover now