17

246 21 3
                                    

Su PDV

–¿Ya regresaste? Que rápido –comentó al verme.

–Ah, sí yo... ¿cómo es que regresé aquí sin tu madre?

–Ella te tele transportó aquí.

–¿Pero cómo? Hoy fui con ella...

–Lo sé, pero no necesariamente tienes que ir con ella siempre. Si lo desea puede mandarte a cualquier lugar sin la necesidad de ir contigo –explicó–. Recuerdo que una vez se enojó conmigo porque destrocé el estudio de mi padre y me mandó a un desierto por horas. Por ese entonces yo no sabía cómo regresar ni tampoco como hacer agua, por lo que lo pasé realmente mal.

–Oh... –cuando iba a contestarle algo más, un horrible sonido, parecido a un gruñido salió de mi estómago. Moa y yo nos miramos por unos segundos y ella comenzó a reír. De repente sentí muchísima hambre, así, sin previo aviso–. Lo... lo siento.

–Por qué te disculpas por todo? Siéntate, te prepararé algo para comer, debes estar hambrienta gracias a la poción que tomaste hace un rato.

–No tienes que hacerlo Moa-chan, de verdad...

–No digas tonterías, si no comes será peor y comenzaras a enfadarte porque tienes hambre. Así que prefiero hacerte de comer que tener que soportarte enojada. Ahora cállate y espera sentada allí –ordenó apuntando una silla.

A juzgar por la cara que puso al terminar de decir esto creo que si me hubiera negado de nuevo estaría en problemas, así que solo decidí obedecer y esperar. Le pregunté si necesitaba ayuda con algo varias veces, pero ella respondía un "no" cada vez, así que me rendí y esperé pacientemente en la mesa que estaba frente a unas grandes ventanas donde podías ver el enorme patio delantero de la casa; justamente por donde habíamos entrado hoy sólo que sobre el lado izquierdo, donde se veía mejor una de las casas de invitados que Moa me había mencionado cuando llegamos.
Con cada minuto que pasaba se podía oler el aroma de lo que fuera que Moa estaba preparando y se me hacía agua a la boca... mi estomago pedía a gritos comida y hasta ardía por el dolor que me ocasionaba el hambre. Moa tenía razón, comencé a sentir cierto enojo por esto, pero logré controlarlo.
Decidí mejor distraerme e ir hasta donde ella se encontraba solo por curiosidad de ver qué era lo que estaba preparando.

–¿Qué estás haciendo? –pregunté poniéndome detrás de su espalda y mirando por encima de ella.

–¿Eh? ¿Qué haces aquí? ¿No te dije que esperaras sentada?

–No seas así Moa-chan, si no me distraigo con algo siento que voy a morir, tengo un ardor espantoso en mi estómago y eso me molesta –dije apoyando mi frente en su hombro.

–Lo sé... ¿ahora entiendes por qué te dije que si no te preparaba algo sería peor?

–¿Pero por qué preparaste algo? ¿No tenías algo ya hecho acaso?

–Mmm, s-sí... pero quería prepararte algo de todas formas, después de todo, estás de invitada aquí. Se supone que a las visitas se las debe tratar bien, no puedo darte sobras.

Explicó sin dejar de mirar lo que sea que estaba haciendo. No comprendí el por qué algo de comida que sobraba estaría mal, si al fin y al cabo es comida. Pero decidí no indagar más en el asunto y solo agradecer por el gesto que tuvo de hacerme la comida ella misma en lugar de pedirle a alguien que la hiciera; como creí que lo haría.

–Gracias Moa-chan, no tenías por qué molestarte.

–No es nada, nerd... –respondió volteando un poco para verme a los ojos y me dio una cálida sonrisa, de esas que raramente me da.

¿A quién elegirás? "Cuando el destino interviene" [en corrección]Where stories live. Discover now