Kösem Sultan

Şehzade/Príncipe

3 de noviembre de 1604

Eran aproximadamente las 3:00am cuando unos gritos hicieron que todo el harem despertara. La Sultana Mahfiruze estaba teniendo al futuro Sultan Osman II. Todo el harem estaba de pie esperando la noticia sobre el sexo del bebé. Claro, sólo Ismahan y yo sabíamos la verdad, iba a ser un niño, un Şehzade, un futuro Sultan.

Mahpeyker quien ya tenía 5 meses, estaba desesperada mientras rezaba para que fuera niña. Maldita era la suerte de Mahfiruze y Mahpeyker ya que ambas tendrían un hermoso Şehzade pero yo, yo no sabía que iba a tener. Yo no era parte de la historia así que todo estaba incierto. Mi futuro era borroso.

Vi a lo lejos al Sultan quien estaba afuera del cuarto. Estaba muy feliz. Me dolía verlo así de contento. Hubiera deseado estar en el lugar de Mahfiruze y darle a su primer hijo.

Había leído que el día que Osman nació, la Sultana Kösem estaba muy triste. Ahora entendía el porqué. De algún modo, me lo merecía. Mi nombre no era ni Hatice y mucho menos Kösem. Mi nombre era Anastasia. Yo no tenía que estar en la historia. Era una impostora. Yo no era Kösem. Kösem era Mahpeyker. El dolor que yo sentía, ella también lo sentía.
El nacimiento de un niño en el palacio significaba poder para la madre y derrota para las demás. Eso estaba sucediendo en esos momentos. Derrota para Mahpeyker y para mí.

Unos llantos inundaron el harem indicando que el bebé había nacido. Ahmed con una sonrisa entró al cuarto. La partera salió sonriendo.

—Es un lindo Şehzade —nos avisó

Sentí tristeza. La alegría de Ahmed había nacido.

Después de unos minutos, Ahmed salió con una sonrisa en su rostro. Todo el harem hizo reverencia.
Por un momento chocamos miradas. Su mirada reflejada felicidad y la mía tristeza.

•••

—Anastasia —dijo Ahmed con una sonrisa

Hice reverencia.

—Kizlar me dijo que querías verme

—Así es —dijo mientras me tomaba del brazo para acercarme más a él. —Hace un rato noté tu tristeza

—No es nada, Ahmed

—No me gusta verte triste

Sonreí sin ganas.

—Ahmed, ¿qué pasaría si no te diera un príncipe? ¿Qué tal si tengo a una Sultana?

—Será la Sultana más hermosa

—Quedaré olvidada, Ahmed. Te olvidaras de mi.

—Nunca te olvidaría, Anastasia. Eres una mujer muy inteligente como para olvidarte.

—Pero no soy la que está en tu corazón

—No quiero pelear, Anastasia

—De acuerdo, ya no te molestaré más con eso

Él se acercó a mi y me abrazó. Era raro que yo recibiera un abrazo de él y por ser raro, me gustaba. Me gusta sentirlo cerca y oír su corazón palpitar.

•••

—Dorian —susurré mientras caminaba por el pasillo. Toqué mi vientre —Pensé en tener este bebé contigo, pensé que tú serías el padre. Teníamos toda una vida juntos —dije mientras me detenía y me sentaba a mitad del pasillo. De un momento a otro recordé a mi primer amor y me hizo poner triste. Lo extrañaba —Me hubiera conformado con verte, eso si Mahpeyker no te hubiera matado —dije llorando —Gracias por darme coraje para luchar por Ahmed, sin Ahmed ya nada tendría sentido. —dije intentando contener mis lágrimas —Y tú —dije viendo mi vientre mientras lo tocaba —No me importará si eres una Sultana, te amaré más que mi vida.