◀🔸O plano começa🔸▶

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[Parte 5]

Narración normal:

Después de una larga caminata por las calles de aquella ciudad,Panchito llegó juntó de José a la casa de Donald. El papagayo rápidamente abrió la puerta y entró a la casa sin esperar al mexicano que entró luego después, corrió hasta su habitación compartida y buscó a su caja de puros que estaba sobre la estantería. Abrió la caja y tomó un puro entre sus dedos.

— ¿Quieres que te ayude a encender el puro? - Dijo Panchito quien lo miraba con una sonrisa descarada recargado de la puerta.

— Humm... Claro,por que não meu amigo? - Sonrió tranquilo y le extendió el puro, inclinando también su cuerpo en su dirección.

— ¡Entonces está bien! - Saca las pistolas de su cinturón con bastante agilidad y dispara en el puro de José.

Cuando Panchito dispara en el puro, José se queda sorprendido y algo espantado por la acción de su amigo. Pensaba que simplemente tomaría un fósforo que iría encender fácilmente su puro. Pero no, si pidió ayuda a Panchito, uno de los gallos más respetados de México y también de la familia más poderosa, tendría que encender a su manera.

— ¿Qué pasó? -Pregunta Panchito curioso, guardando sus pistolas.- ¿Acaso te cortaron la lengua o algo del tipo?

— ... ISSO FOI INCRÍVEL!! Obrigado,meu amigo~ -Habla luego después en un tono tranquilo y coloca el puro entre sus labios carnosos.

Ay, aquellos labios volvían a Panchito cada día más loco, sólo podía imaginarse besando a José de manera amorosa y con algo de deseo, todas las veces que veía a su amigo de cabellos verdes fumando a su puro de manera tan relajada, con los rayos del sol tan flacos, perdiendo para la luz de la luna que se hacía presente en la habitación.

— Siéntate a mi lado, tengo unas cositas para mostrarte. - Sonrió tranquilo,haciendo una señal para Panchito sentarse a su lado de la cama.

— ¿Hum? ¿Qué quieres ahora, lorito? - Se acercó lentamente a la cama y se sentó a su lado, manteniendo un poco la distancia entre él y José.

— ¡Mostrarte esto! - Saca de abrigo una pequeña caja que se mostraba un tanto vieja, pero al revés de ser cubierta por papel de embalaje, era cubierta por varios dibujos hechos por sus sobrinos.

Al primer momento, Panchito se quedó confuso, no entendía lo que José realmente quería mostrarle. ¿Una caja vieja con dibujos en vuelta? No, lo que realmente quería mostrarle era que estaba dentro de la caja, tenía un gran valor sentimental para José.

— ... ¿Una caja? - Le miró confundido, poniendo sus manos en la cintura.

— No, lo que hay dentro de ella, tonto. - Dijo José en un tono sarcástico, mientras abría la caja para él. - Son algunas fotos, he traído las mejores para no sentir saudades de mi Brasil.

Panchito sorprendido ante las palabras del brasileño, sonrió encariñado con un leve sonrojo en sus mejillas. Intentó no demostrarlo, pero parecía como si él no tuviera más control de si mismo. Se acercó un poco más al loro y tocó sus manos de manera cariñosa. ¿Qué le estaba pasando? Bien... Él mismo no sabía responder esta pregunta.

— Eh... B-bien, déjame mostrarlas para ti. ¿Quieres que yo empecé desde de que yo era un simple niño travieso? - Habló con un tono de broma y una sonrisa descarada.

— Desde de niño, por favor... - Sueltó sus manos para escucharle.

José sonrió agradable y sacó de la caja algunas fotos en que era solamente un niño de ocho años, entre ellas, una se destacaba. Mismo estando debajo de las demás fotos.

— Aquí fue la primera vez que conocí Bahia, era época de carnaval y estaba muy bonita. ¡Llena de luces para todos los lados y decoraciones simplemente hermosas! Ay, Bahía... Minha bela Bahia... - Habló tranquilo, dando un largo  suspiro enamorado al recordar como era.

Aquella sensación de nostalgia llenaba José por completo, se sentía satisfecho. Entonces, el gallo se levantó y se dirigió en dirección de la salida de la habitación.

— Hey, onde você vai, amigo? - Dijo José con una mirada curiosa.

— Tranquilo, solo iré por algo y vuelvo pronto. No te preocupes.

Él mexicano salió de la habitación y pasó por el corredor   algo pensativo, estaba poniendo sus ideas en práctica. Cuando escuchó un silbido viniendo de fuera de las ventanas, se alarmó, tomando rápidamente su pistolas entre sus manos. Era ágil y silencioso con el gatillo de sus armas. Saltó por la ventana y se escondió detrás de un árbol para no ser visto.

No conseguía identificar si era un hombre o una mujer, utilizaba una una capa negra que impedía que él pudiera roconecer la persona. Aún más en en aquella noche oscura y ruidosa. Hasta que escuchó alguien llamándole.

— Panchito, querido. No tengas miedo, es a ti mismo a quien quiero. Nunca te haría daño alguno. ¿Y por que dispararía en mi sin motivos? - Se acercó al árbol donde Panchito estaba, tocando sus hombros. - Solo haría dañaría a una persona. Un hombre de cabellos verdes y largos, ojos carmín y que siempre utiliza su largo abrigo amarillo.~

Al escuchar aquellas palabras, Panchito sale rápidamente detrás del árbol y apunta con sus pistolas en la cabeza de la mujer, quien no aparentaba estar afectada por sus propias palabras o por la arma en su cabeza.

— Una palabra más y te disparo, nunca dejaría que alguien como tú tocara a mi amigo...

Solo pudo después de esto, escuchar una leve risa por parte de ella. Cada minuto que se pasaba, el gallo perdía cada vez más la paciencia. Sintió como ella tomó rápidamente sus manos, haciéndole disparar lejos y impidiendo que pudiera hacer cualquier movimiento en falso.

— Deberías abrir los ojos, él no te quiere. Simplemente estás siendo  engañado por su propio subconsciente... Hay una persona que te quiere a muchos años y tú... Bien, siempre trata de ignorarla. Pero ella tendrá lo que tanto quiere, ¿Por qué? Ya tiene todo planeado con su padre. - Sonrió satisfecha a aquella altura y sueltó sus manos. - Mejor me voy, pero ahora... Me voy feliz, hasta luego, Panchito Pistoles...

Aquella mujer subió en su caballo y se distanció de aquel lugar sin dejar rastros. Por otro lado, Panchito no tenía reacción. Estaba paralizado, sentía asco y tristeza en aquel momento.

— ¡Pancho! ¡¿Estás bien?! - Tocó su hombro con una mirada de desesperación. - E-escuché un disparo desde de la habitación y comenzé a verificar si todos estaban dentro de la casa en seguridad.

— ... Estoy bien, vuelve a la casa. No quiero que te quedes aquí fuera, fui yo quien disparé. Pero por un motivo tonto...

José bajó la cabeza sin hablar nada, se sintiendo culpado y volvió a la casa rápidamente. Panchito, miró al papagayo irse y   lo siguió luego después hasta la habitación. Cerró la puerta y se acostó en la cama, mirando por la ventana. ¿Quién es ella? ¿Por que no le dejaba en paz? ¿Sería ella Clara Cruck?

▫◾▫◾▫◾▫

Continuará...

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⏰ Última actualización: Mar 05, 2019 ⏰

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🎀Amor y amistad🎀 [Especial San Valentín- José x Panchito]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora