Capítulo 3

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La casa resulta ser más grande de lo que pensaba, llego al ático y salgo al exterior, desde aquí arriba se puede observar todo lo que nos rodea, que es un frondoso bosque. No hay ni rastro de la sociedad... Es, extraño... Aún que después de la experiencia vivida, estoy tan desorientado, que todo lo que pudiera pasarme ahora mismo, lo vería de los más normal.

La noche cae rápido, el cielo oscuro se llena de pepitas de plata, me quedo sentado admirando el firmamento de nuevo, de pronto escucho las burbujas a mi alrededor , como si ese cielo hubiera sido lo mismo que me trajo aquí, esa sensación de hundirme y pensar que era lo último que mis ojos iban a ver, un cielo salpicado por pepitas de plata.

Sigo admirándolo y siento paz, sensación que el estar bajo el agua no provocaba. Y aprecio el poder estar observando esto con el cuerpo totalmente relajado.

De repente un sonido hace que despierte de mi viaje por el cielo nocturno. Me levanto del suelo y me pongo alerta, camino lentamente hacia donde proviene el sonido, entorno los ojos a medida que me acerco por miedo a encontrar algo que pueda asustarme, agarro suavemente el pomo de la puerta que lleva de nuevo al interior edificio y me armo de valor para abrirlo, lo hago tan fuerte que la puerta choca contra la pared y un ruido retumba por toda la casa. Suspiro aliviado de no haber encontrado nada tras la puerta y me dispongo a bajar las escaleras. Desciendo por los escalones sigilosamente, con todos los sentidos atentos a mi alrededor. Justo cuando llego al final de la escalera, un sonido desde el ático hace que me gire, pero mi caminar no cesa y continuo marcha atrás. De pronto algo me golpea en la espalda

-¡ahhhh!- gritamos al unísono mi asaltante y yo, me giro para descubrir quién es y no le reconozco

-¡ahhh!- vuelve a exclamar el asaltante y se aleja de mi

-¡no sé quién eres!,¡¿ quién eres, que haces aquí?!- dice mientras se pone en una postura de ataque... un poco mal hecha. Él chico tembloroso baja la guarida y se yergue

-no... no vas a hacerme nada ¿no? – pregunta aún tomando aire, yo levanto las manos mientras niego con las cabeza

-¡uff! que susto me has dado- dice llevándose la mano al pecho

- supongo que serás nuevo... yo, llegué hace poco, hará cinco días o así- dice apartándose un poco el flequillo pelirrojo de los ojos.¿ Que llegó de dónde?, le miro con el ceño fruncido inconscientemente

- ¿estás bien?- dice a la vez que acerca su cabeza un poco hacia mi, yo enseguida cambio la expresión y asiento. Él se encoje de brazos y hace el ademán de irse, pero se gira de nuevo

- ¡oh se me olvidaba!- exclama – me llamo John- dice sonriente mientras extiende su mano, le miro primero a él, y luego a su mano, y vuelvo a repetir el mismo recorrido

-no te voy a hacer daño- dice en un tono gracioso y acerca aún más su mano hacia mi, en cuento la acerco un poco él la agarra rápidamente, provocando que abra los ojos como platos, él agita nuestras manos unidas de arriba abajo energéticamente mientras se ríe

-ahora somos hermanos- dice aún sin parar el movimiento constante de las manos

-¡ven! ¡Vayamos con los demás!- exclama y tira de mi.

Entramos de nuevo en la sala de la gran lámpara de araña, el chico del que aún no sé el nombre, se encuentra allí y al escucharnos entrar se gira de inmediato mientras nos recibe con una media sonrisa

-veo que has encontrado a John- dice, pero John parece responder por mi asintiendo felizmente

-¿donde esta Sea- -intenta preguntar John pero deja de hablar al ver que el otro chico se lleva la mano a la frente

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⏰ Last updated: Aug 23, 2018 ⏰

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