˗ˋˏ ✩ ┋Better Not.

Parte Única

Better not.

[ ONESHOT ; JINO ]

Junhui se sienta preocupado frente a su mejor amigo, Lee Chan, mientras que este mira cómo el azúcar hunde la espuma de su café distraídamente. Hoy no va particularmente bien vestido ni peinado, y bajo sus ojos es fácil discernir las marcas de una noche entera sin dormir. El alto sabe la razón de esto, pero se mantiene callado, y se dedica a tomar de su té con cuidado de no quemarse. El menor no sigue sus pasos y da un saltito en la silla al quemarse la lengua. Tras hacer una mueca de desagrado, el de cabello más claro decide hablar.

—¿Se puede saber por qué lo hiciste?— El chico delante de él sólo lo mira con una mezcla de confusión y molestia reflejándose en sus ojos.
—¿Hacer qué?
—Sabes perfectamente de lo que estoy hablando.

El joven despeinado suspira, antes de volver su mirada a su bebida caliente, sin responder.

—Si quieres puedo ser más directo... ¿Por qué lo rechazaste?
—¿A Joshua?
—A tu abuela, no te jode.

Chan quiere replicar que su abuela no pinta nada en todo eso, pero no hace más que callar ante las sugerentes palabras que suelta el mayor.

—¿Por qué no te acostaste con él?

Un joven risueño y de mirada alegre llamado Jisoo Hong y el joven Chan han estado saliendo por más de un año ahora, y queriendo hacerlo bien con el más pequeño, el norteamericano ha esperado más que ninguno de sus amigos para llevarse a su pequeño y travieso novio a la cama. Su mejor amigo Seokmin le contó de los planes excesivamente cursis según él de Jisoo a Junhui, y como dos shippers, ambos esperaron que a la mañana el día siguiente ambos estuviesen más felices que nunca. No se esperaban que Chan echase a su novio de su pequeño departamento en absoluto.

Cuando Seokmin acogió a su amigo, quien se ahogaba en sentimientos reprimidos y lágrimas , tuvo que esperar un poco para que se lo contase todo.

[...]

—Feliz aniversario, amor— Dijo el pelirosado, entregándole a su novio una caja. Adentro había una camita de pétalos de rosa rojos, y un hermoso anillo de plata con una luna grabada.

Cuando los ojos del menor se fueron a posar sobre la mano del más mayor, descubrió que él también tenía uno, y al tomar su mano para mirarlo, vio que era un sol.

Jisoo le había regalado un anillo de pareja.

El interior del chino se revolvió cuando dejó que el coreano lo besase, maldiciendo por dentro lo dulces y suaves que eran los labios de su novio. Era tan fácil seguirle el ritmo. Fue tan fácil sucumbir ante un sencillo roce para necesitar más, tomando su cuello, enredando sus dedos en su cabello, sintiendo cómo las manos del mayor quemaban sobre su ropa. Se estremeció al dejar que este acariciase su abdomen por dentro de su camisa, la cual encontraba ahora algo más que estorbosa, y jadeó leve al sentir su boca en su cuello. Mordió su labio inferior para no darle a entender cuánto le gustaba esa acción, y cuanto le estaba dañando al ser tan estúpidamente perfecto. Sus manos se aferraban a sus hombros, silenciosamente pidiendo por más. El pelirosa rebasó su límite al terminar de desabrochar su camisa, es decir... ¿Cuándo había siquiera empezado a hacerlo? Chan no lo sabía, pero mucho menos le importaba.

—N-No...— Tartamudeó sin seguridad, sin ser escuchado por su pareja.

—Jisoo, detente— Dijo un poco más fuerte, pero el contrario se limitó a besar de nuevo sus labios.

El chino lo empujó entonces, sintiéndose tan sucio.

--¡Dije que te detengas!

—Sí, claro, lo siento mucho, yo—

—¡Largo! ¡Y no vuelvas!— El más joven tomó los bordes de su camisa y los atrajo a su pecho en un movimiento desesperado de cubrirse. Su mirada le confundió tanto a su pareja, que quiso preguntar.

—Channie, ¿Estás...?

—¡Dije que te vayas!- Rugió él, antes de romper en llanto.

Segundos después la puerta se cerró, y él lloró con más fuerza, preguntándose porqué era tan idiota como para seguir con alguien como él.

[...]

—¿No vas a decirme nada?— Inquiere Junhui, algo exasperado ahora.
—No tengo nada que decir. Sólo que no me acosté con él y punto.

Los dedos del más alto tamborilean sobre la mesa del lugar, con impaciencia. Junhui no es muy entrometido, y suele tener una paciencia de santo. Pero hoy simplemente no está por la labor de quedarse de brazos cruzados, sin saber qué le había pasado a su mejor amigo. Más que nada desea ayudarle, y antes de que el sentimiento de impotencia lo carcoma por dentro, decide hablar.

—¿Lo amas?
—No.
—Oh vamos, nunca te vi tan bien al lado de otra persona antes. Te conozco desde que tenemos cinco, es cierto que hemos estado algo distanciados, pero eso no quita que te conozca y que sepa que esas sonrisas sólo te las saca él.
—Yo... Tengo miedo.
—¿De qué? ¿De que te duela demasiado si te la mete?— Bromea su mejor amigo, para después callar, algo avergonzado por su osado comentario al ver un brillo temeroso opacar la brillante personalidad de Chan.
—Verás... Hace dos años, hubo alguien que realmente me hizo mal. Un chico que me maltrató, humilló, de todas las maneras posibles. Tengo miedo de que si regresa, yo ya no vaya a poder defenderme.
—¿Por qué volvería?
—No lo sé... Pero si lo hace, quiero que aún tenga algo que darle para que se quede a mi lado.

De pronto el aura que desprende el más bajo se vuelve extraña, y el aire pesado. A Junhui le está costando atar los cabos de todo eso, sin lugar a dudas.

—Chan... ¿Por qué querrías que tu acosador se quede?
—Y... ¿Si ya no me quiere? - Un destello de pánico surca los orbes oscuros del menor.
—¿Qué? Chan, tú debes de estar alucinando... Es cierto que cuesta darse cuenta de que amas a alguien, pero tampoco hay que esperar a cumplir un año con tu pareja para hacerlo.
—Verás... Esa persona, quiero que se quede, quiero preservar mi virginidad para esa persona...
—¡Santo Dios, Lee Chan! ¿Tan bien sabes fingir?— Junhui lo mira realmente espantado.
—Hyung, bien sabes que eso no se me da. Y me da miedo, es difícil aceptar que estoy enamorado de Jisoo, mi acosador del instituto.

Y entonces, el mundo de Junhui se derrumba, al tiempo que siente la realidad golpearle como un balde de agua fría.

FIN