No Soy Lo Que Creen <<El Mundo De Riley>>

<<Chapter III>>

Capítulo III

"¿Por Qué Debería Confiar"

"Quiero Olvidar Todo, A Partir Del Primer Momento En Que Nos Vimos"

Desperté por el sonido de mi querida alarma. Era tarde. Me bañé y puse esto:

Bajé al primer piso, esta vez mi madre no estaba. y la casa estaba absolutamente limpia, ni siquiera me molesté en abrir el refrigerador, ya sabía lo que me encontraría. Salí de casa hacia la escuela, llegué 30 minutos tarde y entré a la clase del padre de Riley. Todos se me quedaron viendo, el maestro Cory me había prohibido la entrada, pero aún así pasé y me senté en la parte de atrás del salón.

(...)

El resto de las clases fueron aburridas y lentas, a la hora de la comida me quedé oculta y finalmente terminó otro día de clases sin incidentes, hoy estaba libre de cualquier cosa, así que solamente tomé mi libro y me fui al parque. Me senté junto a un árbol, me puse mis audifonos, y después comencé a leer.

Pasado un tiempo me dió hambre, aún tenía dinero por lo que fui a un "café" que había cerca del lugar, al entrar choqué contra alguien y casi caigo al piso pero logró sostenerme antes de que eso pasara, cuando levanté la vista pude ver que era Lucas y maldije a mi mala suerte, me separé al instante de él y respiré antes de hablar.

-Perdón -pareció quedarse sorprendido después de que dijera aquellas palabras- y gracias.

No dejé pasar un solo segundo, pasé por su lado alejándome, así me dí cuenta de que aquí estaban todos los demás, entonces mi gran mente me permitió recordar que, antes de conocerlos, los había visto siempre reunidos aquí. Bufé molesta para ir a la barra, ahí me encontré con Katy, la conocía porque era una gran amiga de Keilin, y por lo tanto, también era "mía".

-Hola, Katy.

-__________ -pude ver su amplia sonrisa-, ¿qué te trae por aquí?

-Decidí visitarte solo un rato -me vió con los ojos entre cerrados-, bien, y me dió hambre.

-Esa es la respuesta que esperaba -reímos-, te traeré una rebanada de pastel.

Ni siquiera esperó mi respuesta, simplemente se adentró a la barra y en poco tiempo salió con la rebanada de pastel, me la dió para después irse a atender a otros clientes. Comencé a comer cuando ví que alguien se sentó a mi lado, rodé los ojos mientras trataba de ignorarlo, era Zach.

-Ya que tu no lo dices -se giró hacia mí-, hola.

-Hola.

-¿Cómo estás?

-Como si eso te importara -respondí molesta-, mira, aquí hay muchas chicas lindas, ¿así que por qué mejor no te vas con ellas?

-¿Nuevamente con eso? Ya te lo había dicho, porque te quiero a tí.

-Dile eso a otras -me levanté de manera brusca-, gracias por arruinarme la tarde -saqué el dinero para pagar el pastel y lo dejé a un lado de este-, pero preferiría que no lo volvieras a hacer.

Me fui de aquel lugar tratando de relajarme, normalmente no era demasiado buena para controlar mi enojo, habría ocasionado algunas peleas en mi antigua escuela por simples tonterías. Iba en camino al metro cuando sentí que alguien me tomó y giró, nuevamente era Zach, solo que esta vez no pude alejarme porque me tomó con fuerza.

-Déjame -intenté de liberarme, pero fue inútil-, ya suéltamente.

-Antes de hacerlo tenemos que hablar, te tengo que explicar todo -lo ví fijamente a los ojos, parecía arrepentido, pero lo conocía bastante como para no caer en su juego-, por favor.

-Tal vez aceptaría, pero solamente si no me hablarás como al resto de las chicas que te creen, porque sabes que ya sé todo sobre tí -me iba a alejar, pero solo conseguí que me tomará con más fuerza-, tan solo déjame y aléjate de mí, no morirás porque una simple chica no caiga ante tí.

-Tú eres mucho más que una simple chica.

-Ya has dicho eso demasiadas veces, tantas que comienzan a aburrirme -sentí como su agarre se hizo aún más fuerte, tanto que incluso comenzaba a dolerme el brazo-, suéltame, me estás lastimando.

-No hasta que entiendas que realmente te quiero -antes de que ninguno de los dos pudiera decir nada llegó alguien más empujando a Zach lejos de mí.

-Dijo que la soltaras.

-¿Y tú quién te crees qué eres? ¿El héroe de damas en peligro? -rió burlón- Por favor, no me hagas reír, solamente vete y déjame arreglar mis asuntos con ella -me señaló-, este no es tú asunto.

-Tal vez no, pero parece que ella no quiere que hablen, así que mejor tú vete y hablas con ella cuando yo no esté presente.

-¿Sabes qué? Está bien, me iré, pero solo porque no quiero enfrentarme a un drama queen -retrocedió-, ya hablaremos luego _________.

-¿Estás bien? -me preguntó una vez que Zach se había ido.

-Él tiene razón, no deberías creerte un héroe -suspiré profundamente, tenía que tragarme mi orgullo-, pero gracias -y con esta, era la segunda vez que lo veía sorprendido el día de hoy solo por algo que dije-, él era un completo idiota y te agradezco el que me hayas alejado de él, pero solo eso, ahora debo irme a casa.

-Tú brazo -bajé mi vista hacia este, estaba rojo y un poco inchado-, no volveré a dejar que él se te acerque.

-Tú no eres quién para hacer eso -respondí con frialdad viéndolo fijamente, sabía que en este momento estaba actuando como una total estúpida, pero no me podía permitir encariñarme lo más mínimo con él, igual que todas las personas, me temrinaría dejando, y quería evitarme desde ahora ese dolor-, es más, ni siquiera debiste meterte en ese asunto, él dijo la verdad, era nuestro asunto, no tuyo.

-No puedo creerlo, han dicho demasiadas cosas de tí, pero siempre traté de ver como eras tú realmente por mis propios ojos, pero ahora puedo ver que es cierto todo lo que dicen -siendo sincera, eso me dolió un poco, y ni siquiera sabía el porqué-, pero está bien, si quieres que te deje, eso haré.

Tenía las palabras en la punta de mi lengua, quería decirle que en realidad era mucho peor que lo que todos decían, o que debería comenzar a creer todo lo que decían de mí, pero ninguna palabra salió de mi boca, él simplemente se dió media vuelta y se fue, dejándome completamente sorprendida, era la primera vez que me había quedado así, y el culpable de aquello era Lucas.