Chapter 18.

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Todos atienden sus respectivos dolores de cabeza al día siguiente, pero incluso el día después de Navidad, Braiden tiene que trabajar, por lo que se marcha después del almuerzo, y Harry desaparece durante el resto del día.

No se miran a los ojos durante el breve tiempo que pasan compartiendo la cocina, bebiendo café y compartiendo aspirinas para el dolor.

Y cuando Braiden regresa esa noche, Louis lo sobrecompensa mostrando su afecto por él, sintiendo una extraña sensación de culpa.

Y cuando Braiden lo lleva a su cama y ofrece sexo oral, Louis se lo permite, a pesar de que no se siente realmente con el ánimo.

Se obliga llegar al orgasmo gracias a los pensamientos que tiene de unos ojos, boca, piel y manos que no se parecen en nada a las de Braiden.

Aumentando así la culpabilidad.

Se levanta de la cama más tarde, cuando Braiden se ha dormido, se interna en la oscuridad y el frío de la sala, mira a su alrededor buscando la manta y cuando no la encuentra, se pone la sudadera con capucha que encuentra en su lugar.

No es hasta que se envuelve en ella mientras mira la televisión que se da cuenta que le pertenece a Harry.

Su olor se filtra en sus sentidos provocando un hormigueo sobre su piel.

Harry llega un momento más tarde, como siempre, y luce curiosamente tranquilo.

Louis no puede leer su lenguaje corporal, ni siquiera sabe cuánto recuerda de la noche anterior, y cuando Harry no hace más que dejar las llaves en el mostrador y sonreír brevemente, Louis pregunta—: ¿Dónde has estado?

—Pase el día con Lonnie.

Louis asiente con la cabeza, y espera que sea la verdad y que Harry no haya estado caminando por las calles todo el día solo, evitándolo.

—¿Lo pasaste bien?

—Fue bueno, sí—. Harry murmura vagamente. —Voy a poner el agua a hervir.

Regresa con dos tazas de té caliente y pone una en manos de Louis mientras se sienta junto a él.

—Gracias.

Esto se siente tan irreal y a la vez tan normal que no puede entenderlo.

Harry asiente señalando el televisor. —¿Dónde estamos hoy?

—Edimburgo—, dice Louis después de tomar un momento para pensar.

En realidad no ha estado prestando atención al programa de televisión.

—Es muy bonito.

—Nunca he estado allí.

—Deberías—, dice Harry. —Pídele a Braiden que te lleve.

La mención de Braiden es deliberada, con eso lo ha traído aquí, poniéndolo entre ellos como una barrera.

Un recordatorio de por qué anoche fue un error, y no el tipo de noche de la cual Louis todavía puede recordar cada detalle, sentir cada toque. Traga saliva.

—Mira, lo que pasó anoche...

Harry lo mira y con tal mirada le pide que calle. —¿De verdad quieres hablar de eso?

—Fue solo que—, dice Louis, pero sí, quiere hablar, de verdad. —Bebimos mucho, las cosas se pusieron un poco raras...

—Está bien—, dice Harry, con tono ligeramente molesto.

Louis contiene la respiración, mira el costado de la cara de Harry.

—Me voy a casar con tu mejor amigo...

Pero lo está diciendo por las razones equivocadas y lo sabe.

No está lo diciendo para recordarle a Harry el por qué lo que pasó la noche anterior estuvo mal, lo dice por que lo que está sintiendo es peligroso y masivamente inapropiado.

Lo dice porque quiere provocar una reacción en Harry, quiere una pista sobre cómo se siente, lo que piensa acerca de cómo en un minuto tiene momentos con Louis y al siguiente discute sus deberes de padrino con Braiden.

Cuando Harry lo mira, Louis ve en él agitación, culpa, pero sobre todo, ira.

Todo el "te deseo pero no puedo tenerte".

—Y sigues recordándomelo—, murmura Harry.

Harry le sostiene la mirada, y hay tristeza asentándose dentro de Louis, haciéndolo sonreír pero sin rastro de alegría.

—¿Sabes qué es gracioso?—. Pregunta Louis con tono gentil. —Conocí a Braiden la noche de tu fiesta de despedida. Aparentemente te acababas de marchar y por eso no te vi.

Harry parpadea, y sus ojos pierden la concentración por un momento mientras analiza la información, y entonces un reflejo de dolor destella en su rostro.

—¿Estás diciendo que si me hubiera quedado otros cinco minutos...?

—O si yo hubiera llegado cinco minutos antes... sí.

No tienen que terminar de explicar.

Es dolorosamente claro.

En algún otro universo, en otra vida, ésta podría haber sido una historia completamente distinta.

Es con una sensación desgarradora que un renovado sentimiento de culpa invade a Louis, en silencio y solo en su propia cabeza, admite que nunca se habría fijado en Braiden si Harry hubiera estado ahí esa noche.

La tristeza que siente Louis se refleja en el rostro de Harry y éste recorre un dedo a través de la manga de la sudadera que lleva puesta Louis.

—Te queda bien—, murmura.

—Tenía frío.

Se sonríen el uno al otro en silencio, es un momento de entendimiento puro, y luego lo dejan pasar.

Se acomodan de nuevo en el sofá, poniendo los pies sobre la mesa para mirar el televisor en silencio.

Braiden se levanta más tarde para usar el baño e ir un por vaso de agua, y cuando entra a la sala, se derrumba en el sillón y mira a ambos de reojo.

—¿Qué están haciendo despiertos?

—No podía dormir—, murmura Louis.

—Llegué hace un momento—, dice Harry.

Braiden mira hacia el televisor.

—¿Qué es esta mierda que están viendo?—, pregunta inclinándose para agarrar el control sobre el brazo del sofá, y cambiar el canal.

—Danos el puto control—. Harry levanta la voz, y hay tanto enojo injustificado en su tono que preocupa a Louis. —Estábamos viendo eso.

Braiden los mira con curiosidad y detenidamente, con el ceño apretado.

Louis se da cuenta de cómo se ven.

Él y Harry sentados juntos en el sofá, ambos con los pies sobre la mesa, al lado uno del otro y tocándose, cada uno de ellos sostiene una taza de té, y él está usando la sudadera de Harry.

Parecen una pareja.

Acogedoramente acurrucada.

De repente se siente abrumadoramente incómodo.

—En realidad estaba por irme a dormir.

Se levanta y los deja, con el peso de la mirada de Harry siguiéndolo.

Godfather [Terminada].Where stories live. Discover now