Cap. 10 Los acantilados

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Tras largo tiempo de crueles batallas e intentos fallidos por detener la infección, Gena se encontraba en su capital sentado en su trono pensando en cómo detener aquel problema, cuando de repente una imagen entra torpemente por las grandes puertas de la entrada.

Imagen —Señor, nos llegan informes desde garter el pueblo al sur de los acantilados, dicen que han logrado ver a unos pocos infectados reuniéndose en ese punto.

Gena —(¿Los acantilados? ¿Por qué se juntarían en ese punto?, solo pequeños pueblos se encuentran por esa zona, no parece ser un punto de importancia estratégica) gracias por la información, comuníquenle al general Solt que solicito su presencia.

Tras un rato el general aparece frente a Gena.

Gena —General, nos informan que hay cierta acumulación de infectados en los acantilados, lleve a sus hombres para investigar y eliminar cualquier amenaza que se encuentre en ese lugar, no podemos permitir que sigan tomando terreno.

Con estas palabras el general toma a su cargo a mil quinientas imágenes y parte desde la capital, al este del gran faro, hacia los acantilados que se encontraban al norte desde la capital, tras varios días logran llegar a garter solo para encontrarse con cenizas, pero una de las imágenes bajo el mando de Solt logra divisar a unos pocos infectados rondando por los lugares y ordena a un grupo de imágenes que revisen la zona en busca de más infectados. Investigan todo en rededor de los acantilados y al volver con el general informan que no han encontrado a ningún grupo más aparte del que avían logrado divisar en garter, tras esto Solt marcha hacia la zona de los infectado junto a un grupo de sus hombres, pero para cuando llegan al lugar un repentino temblor surge y con él, el suelo empezó a dividirse y de los acantilados un líquido espeso y negro empezó a emerger, al dar un vistazo a su alrededor, hordas y hordas de infectados surgieron rodeando al general y sus hombres, rápidamente ordena la reagrupación de sus hombres pero al volver con los demás estos ya avían sido transformados en esas criaturas repugnantes y deformes de color negro y unos ojos blancos como la nieve, tras esto se desato una batalla que no duro demasiado ya que estos infectados los superaban por mucho, a medida que la batalla duraba los infectados iban presionándolos en dirección a los acantilados. Para cuando Solt llego al borde de aquel lugar ya no quedaba ni una sola imagen de los que estaban a su cargo, de golpe la tierra volvió a sacudirse y del fondo del acantilado un tentáculo formado de aquella sustancia negra atrapa a Solt y lo arrastra hasta el fondo de aquel lugar, mientras él se hundía en aquel liquido sus pensamientos lo atormentaban.

Tras pasar x tiempo Solt despierta en la orilla de los acantilados, sin ningún daño aparente, tras examinarse se levanta, nota algo diferente en su cuerpo, ahora 4 tentáculos de color negro brotaban de su espalda y sus ojos se avían tornado completamente negros, tomo unos lentes negros que encontró tirados en el suelo y emprendió su viaje de regreso a la capital, pues acababan de surgir cuentas pendientes con Gena.
Sin embargo Solt no se había percatado de que ya avían pasado meses desde que partió de la capital, la condición en que Solt quedo era extraña, parecía que los infectados no lo atacaban incluso era capaz de controlar a estos seres, por lo tanto decide traicionar a Gena, este llega a la capital "herido", de inmediato Gena al enterarse sale al encuentro de él.

Gena —Solt, han pasado meses desde que partiste, pensaba que ya no contábamos con vos, me alegro de verte, pero ¿Cómo sobreviviste?

Solt —no importa, lo importante es que ya sé cómo parar a la infección de una vez por todas.

Gena —¿Cómo?

Solt —tengo un plan pero necesitaremos usar el corazón.

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