Capítulo 5: Química

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Dos semanas habían pasado desde que Taemin había aceptado completamente a Minho como su asistente y las cosas no podían estar mejor. Era sorprendente la forma en que ambos podían trabajar cuando no estaban discutiendo todo el tiempo. Lee jamás había confiado lo suficiente en alguien para delegar realmente sus responsabilidades, pero el alto parecía poder leer su mente como nadie y adelantarse a sus necesidades, así que las intrincadas e interminables agendas del rubio de repente se vieron acomodadas y claras, liberándolo de todo el estrés extra que antes recaía en sus hombros, logrando que su humor mejorara significativamente. Además, el chico acostumbraba a tomar trabajos extras para sacar adelante las promociones ya que no confiaba en el criterio del resto, pero con el alto ayudándole y delegándole tareas todo se había vuelto relajado y entretenido. En cuanto al coqueteo entre ambos, no era lo que prevalecía en su relación, pero este jamás se había detenido. El rubio había encontrado en él una mina de diversión y no pensaba detenerse. Jamás considero tener ese trato con alguien del trabajo y mucho menos con alguien que trabajara para él, pero Minho parecía una especie de dios del sexo esperando a ser explotado y él era un simple mortal.

El flash golpeó su rostro por centésima vez en esa hora, mientras él trataba de mantener esa posición incómoda que estaba acalambrando sus brazos, estaba completamente harto de todo, pero que podía decir él, no era fotógrafo. Solo un modelo que, aunque fuera el mejor de esa compañía, no era el de la visión artística.

- bien - confirmo el hombre acercándose un poco más a él para captar esa mirada por la que miles pagaban fortuna – eres hermoso – dijo casi inconscientemente. Taemin nunca había entendido porque todos estaban obsesionados con él. Desde que era demasiado chico había sido inmerso en ese asqueroso mundo y ahora simplemente vivía en él por qué no sabía hacerlo de otra manera, pero los eternos halagos e hipocresías lo cansaban y eso era justamente lo que estaban haciendo con él en ese momento - vamos muñeco, hazme el amor con los ojos - hablo el hombre mayor haciéndole revolver el estómago. Jamás, ni con todos los estupefacientes del mundo se acostaría con él, ni con ninguno de ese lugar. Taemin podía parecer un modelo pretencioso y caprichoso a simple vista, pero era inteligente y era muy consciente de la forma en que lo miraban y lo que esperaban de él, a ninguno le importaba realmente su bien estar, ninguno lo soportaba y en consecuencia a él tampoco les importaban. Desde el primero hasta el último estaban podridos por dentro, ahogados en su egocentrismo... Bueno, todos menos uno... Su mente voló a lo único que despertaba su pasión en el último tiempo para lograr darle la mirada que tanto le pedían - eso precioso... Lo haces perfecto - concordó el fotógrafo. El níveo estaba contento con el resultado, sus sesiones solían ser buenas en el pasado, pero desde que había descubierto al morocho, todo había ido en acenso. Era su musa inspiradora en todas las sesiones. Ya había recibido varios elogios por sus últimos trabajos, pero a nadie le confesaría jamás en que pensaba para lograr el efecto que antes no lograba - perfecto - hablo el hombre satisfecho logrando relajar el cuerpo del menor - solo faltan las fotos en grupos - aviso haciendo que el tedio se instalará en el joven ¿Cuánto más tendría que aguantar? Estaba bien que ese tipo era uno de los mejores del país y que habían gastado una buena fortuna para que esa promoción fuera un éxito, pero de eso a torturarlo así había un trecho. Ya habían pasado más de 4 horas desde que había comenzado la sesión y juraba que si no terminaba ya empezaría a gritar, porque el resto de los modelos podían ir y venir, pero él no, porque todo giraba en torno a él. Generalmente el rubio no era tan paciente con la gente, solía cansarse después de la primera hora, pero la situación en la compañía no era la mejor y aunque odisea todo, ese lugar le había dado todo lo que tenía en la vida, no podía dejar que se hunda. Además, su humor había comenzado a cambiar un poco desde que Choi había invadido su vida. No era que ahora fuera amable, pero definitivamente estaba más alegre. Molestar e insinuarse al alto era algo que realmente entretenido y eso es algo que no él nunca había vivido, porque su vida había sido muchas cosas, pero jamás entretenida.

Killer Eyes (2min)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora