~Follow you~ {GoldxFreddy Goldred} T2 (Finalizada)

Cap 9

P.O.V Freddy

La luz se filtra por la pequeña ventana de la habitación despertándome. Bostezo feliz y me aferro con fuerza al cuerpo de Gold, es frío pero acogedor.

Observo aún adormilado la marca en su cuello bastante orgulloso. Sonrío de lado y dejo un pequeño beso encima de esta.

Vuelvo a bostezar, miro la hora en un pequeño reloj que hay en la mesilla de noche; son las ocho y media.

Mi mirada vuelve a centrarse en el cuerpo de mi pareja, aprecio sus tatuajes y el tacto suave de su piel. Juego divertido con un mechón de su cabello claro.

No me resisto y le doy un beso en la mejilla, este gruñe dulcemente entre sueños. Me acurruca más contra él.

—¿Ya estás despierto? —preguntó con una voz ronca sin abrir los ojos, aún estaba medio dormido.

—Sí... —respondí dulcemente, él sonrió leve; su sonrisa es tan única y preciosa como siempre.

Se movió tumbándose boca arriba, aún así me mantuve cerca de él acariciando su pecho.

—¿Te gustó lo de anoche? —preguntó abriendo ligeramente un ojo para mirarme, aún se notaba que no estaba despierto del todo.

Yo asentí tímido y sonriente.

—Sí, mucho —admití. Gold volvió a cerrar los ojos. Empezó a acariciar mi espalda y cadera.

—A mí también —enunció.

—...¿Vas a despertarte de una vez, bella durmiente? —bromeé. Él negó divertido.

—No hasta que reciba un beso de un apuesto y lindo príncipe azul —se burló con un semblante serio.

Es extraño cuando Gold bromea, porque al ser tan serio no le queda eso de ser sarcástico o bromear. Incluso a mí me costó saber cuando realmente bromeaba.

—Ummmm, está bien —cedí colocándome levemente encima de Gold para llegar a su rostro y besar sus labios. Este abrió los ojos y bostezó.

—Canelita... Es bien pronto, ¿sabías que adoro dormir? —reprochó mirando el reloj de la mesilla. Yo reí.

—Sí, creo que me quedó claro la mañana en la que despertamos juntos en una cama sin saber que mierdas pasó ayer —dije sarcástico .— "Si no hicieran tanto ruido podría dormir, ¿saben?" —lo imité poniendo mi voz bastante más grave, mi novio soltó una disimulada risita.

Gold rodeó mi cuello con su brazo y me pegó a su pecho, yo di un pequeño quejido reprochándole infantilmente.

Cuando vi que mis forcejeos eran en vano y que iba a morir pegado a su pecho me rendí.

—Eres un bebé lindo y precioso ¿sabías? —dijo besando mi cabeza. Yo rodé los ojos.

—Ya te dije que no soy un bebé demasiadas veces —gruñí con un puchero. Gold me separó de él para luego tomar mi rostro entre sus manos y besar la punta de mi nariz.

—Para mí sí lo eres —enunció sentándose en la cama, yo me senté frente a él apoyando mi espalda en su pecho. Quedamos en silencio unos segundos antes de que yo hablara.

—¿Cuándo nos vamos a levantar? —pregunté elevando mi cabeza para mirarle, noté que él estaba cerrando los ojos.

—Nunca —murmuró abrazandome por la cintura. Yo rodé los ojos para luego seguir mirando hacia el frente, apoyandome en él.

—Gold...

—¿Qué?

—Te amo —susurré tímido.