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Ala de cristal abrió los ojos. Se levantó y sacudió su pelaje. Odiaba dormir en la playa, donde la arena impregnaba su corto pelo. 

-¡Estrella de flor!- aulló Resina-¿Cuando volveremos? Este lugar es peligroso para los cachorros, ya viste como ayer Pequeña Manchada casi se ahoga en el Lago de Sal.

La líder suspiró sin dar respuesta.

-Que yo sepa no hay indicios de Dos Patas desde hace tiempo- añadió Patas de Bruma, que estaba embarazada.

Ala de cristal pasó la mirada de la lugarteniente embarazada a la líder.

-¡Pelaje de Sol!- llamó Estrella de Flor a la gata dorada, que se había ocupado de las tareas de Patas de Bruma desde su mudanza a la maternidad, se acercó veloz.

-¿Si?

-Quiero que lideres una patrulla hasta el campamento. Comprueba que el olor a dos patas sea rancio. ¡Y atenta al zorro!

Ala de cristal erizó la nuca al recordar a la rapiña.

-¡Oye! - Nariz de arándano se acercó hasta que sus costados se rozaron- Hoja de Clavel me ha hablado de un lugar precioso, ¿vamos a verlo?

Ala de cristal asintió.

-Que bien que Hoja de Clavel y tú seáis de nuevo amigos- ronroneó, consciente de lo triste que había estado el guerrero azulado mientras Hoja de Clavel lo rechazaba.

-Si... Es una buena amiga...- maulló.

Uno junto a otro caminaron, hasta que Nariz de arándano señaló con el hocico el acantilado y se sentó cerca del borde.

-las vistas son espléndidas- musitó Ala de cristal sentándose junto a él.

Nariz de Arándano asintió y comenzó a darle suaves y largos lametones en el cuello, ordenando su pelaje.

-Nariz de arándano...

-Eres preciosa- susurró él interrumpiéndola- me alegra que me hayas escogido  a mi...

Ella hundió el hocico en el pecho de su compañero.

-Tu eres perfecto, Nariz de Arándano... nunca habrá un gato como tú... 

El cerró los ojos mientras se pegaba más a ella. De su garganta no cesaban de salir dulces ronroneos.

- Nariz de Arándano... necesito contarte algo...- maulló Ala de cristal tras coger una gran bocanada de aire.

El gato la miró a los ojos.

-Sabes que puedes confiar en mi... Siempre y para todo- respondió mirándola con amor.

Ala de cristal abrió la boca cuando un gruñido ensordecedor impidió que continuara, se giró con el  pelaje erizado y vio como un zorro de abalanzaba sobre ella. Antes de que aquellos letales colmillos la alcanzaran Nariz de Arándano la apartó de un empujón. Ala de cristal rodó por el suelo, y cuando giró el cuello vio a Nariz de Arándano entre las fauces del depredador. Un crujido seco se oyó, y los ojos ambar del guerrero relampaguearon llenos de dolor, mientras sus uñas trataban de alcanzar a su captor. Ala de cristal iba a levantarse para ayudarlo cuando el zorro resbaló y comenzó a caer por el acantilado, durante un momento soltó a Nariz de Arándano para aullar de miedo, pero antes de que el gato se alejara sus mandíbulas atraparon su cola.

-Te quiero, Ala de Cristal, siempre te querré...- susurró Nariz de Arándano antes de que el animal lo arrastrara hacia la muerte.

-¡¡¡NO!!!- la gata dejó escapar un gemido desgarrador. Corrió y se asomó al borde, por donde caían el zorro y el gato.- ¡¡¡NO!!!- sus uñas se clavaron en el suelo con furia, sus mandíbulas estaban apretadas, y podía oir la sangre palpitando en sus oídos.

-¿¡Lo has dejado morir!?- Aun temblando la gata se giró hacia Hoja de clavel, que acababa de aparecer por detrás- No...¡¡¡NO!!!- miró a Ala de cristal con furia- ¡¡El padre de mis pequeños!!- gimió entonces la guerrera anaranjada.

Ala de Cristal erizó la nuca al oir esas palabras.

-Tus cachorros no son de él- gruñó.

-¡Claro que lo son! ¿No te lo dijo?- Hoja de clvel parecía sorprendida- Yo le hable de este lugar... veníamos por las noches juntos... Era tan perfecto...

Ala de cristal sintió como el odio se instalaba en su interior. No quería creerlo. cerró los ojos y una lagrima se deslizo por su mejilla.

-Ala de cristal... lo siento...- maulló Hoja de Clavel- me dijo que erais solo amigos... pero el zorro ha atacado a Campo Empinado también... Quizá aun viva.

 Ala de Cristal asintió y siguió a la gata entre los arbustos y plantas. Por fin llegaron a un pequeño claro, donde se podía ver la sangre y el pelo, tanto de gato como de zorro. En la orilla del río estaba un cuerpo. Hoja de Clavel corrió hacia él.

-Amigo...- susurró.

Ala de cristal iba a sacarlo del agua cuando la corriente lo arrastró, llevándoselo, dejando tras él agua teñida de rojo.

-Lo siento...- murmuró Ala de cristal.

Hoja de clavel agitó la cabeza.

-Ninguna perdida será tan atroz como la de nariz de Arándano- susurró echando a andar con la cola a rastras.

Ala de cristal cerró los ojos. <<Mi amor... ¿Cómo has podido hacerme esto?>>




Gatos guerreros. la venganza #6 Saga: El destino de los Clanes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora