16

21 6 0
                                    


Zarpa de Nube llegó hasta el lugar donde solían ver a Tuff. Sus costados estaban levemente erizados. Recordó a Acebina, hubiera deseado tenerla allí.

-El momento está cerca- siseó Naranjo saltando hasta estar frente a ellos.

-Bien- Zarpa de Mirlo sacó las uñas.

Tuff se deslizó entre dos arbustos después, sus orejas pegadas al craneo para evitar las puntiagudas espinas. Agitó una pata para liberarla de la maleza y salió.

-Lo primero debe ser el Clan de la Hoja- susurró mientras se movía de un lado a otro, agitando la punta de la cola.- Atacaremos muy pronto... Solitarios nos ayudarán.

El aprendiz blanco y gris se agazapó tratando de no llamar la atención. Plomicino parecía nervioso, jugueteando con una brizna de hierba algo más atrás. Solo Zarpa de mirlo se veía tranquilo, sus músculos fuertes y preparados dejarían atemorizado al mayor de los guerreros.

-Pero hoy debéis entrenar- Las palabras fueron como un arañazo en la nariz para Zarpa de Nube, sentía esa abrasante mirada ámbar fija en su lomo- Zarpa de Mirlo, Zarpa de nube. Vuestro turno- maulló mientras retrocedía para acomodarse en una zona de hierba alta. Naranjo se sentó a su lado, la barbilla alta y las orejas rectas apuntando al manto plateado.

Zarpa de mirlo se impulsó hasta la zona donde se practicaba la lucha.

-¿Qué ocurre nubecilla, te doy miedo?- maulló agitando los bigotes.

Zarpa de Nube vio como el felino negro sacaba sus uñas, letales y largas, listas para rasgar pelajes. Por primera vez dudo si estaba en el buen mando, los ojos de Tuff solo reflejaban ambición. Se obligó a mover las patas hasta estar frente al gato negro, que mostraba los colmillos con los ojos entornados. Zarpa de Nube se tensó en su sitio.

-Comenzad- la voz sonó ronca y seca.

Zarpa de mirlo aulló y saltó sobre el joven gato bicolor, que no tuvo tiempo se apartarse. Las garras de su rival rasgaron sus costados, mientras caía bajo su peso golpeando el suelo con fuerza. Apretó los dientes tratando de alcanzar a Zarpa de mirlo con las uñas, pero el gato lo aprisionó.

-Es tan fácil vencerte como a un cachorro.- gruñó mientras sus uñas se hundían más y más en el impotente gato de ojos azules.

De pronto sintió una punzada en el cuello, la espesa sangre comenzó a derramarse manchano sus costados.

-Las peleas serán a muerte...- maulló Tuff cruzando las patas.

Zarpa de nube lo miró espantado, el gato gris parecía dispuesto a dejarlo morir allí.

-¡¡Basta!!- el aullido provocó que Zarpa de mirlo lo soltará, cuando logró incorporarse, Zarpa de nube vio a Llovizna frente a su hijo.

-¡He dicho que son a muerte!- bufó Tuff levntántandose y acercándose tanto a Llovizna que sus hocicos casi se rozaban. La gata gruñó.

-Se lo que has dicho, pero esto no es una batalla. Somos todos del mismo bando, ¿pretendes ganar aniquilando tu mismo a tus compañeros?

Para asombro de Zarpa de nube, que aún estaba en el suelo, el solitario agitó con furia la cola y se retiró. Antes de alejarse giró la cabeza.

-No quiero cachorros entre mis filas, si de verdad deseas salvar a los Clanes, ¡pelea!

Zarpa de Nube se encogió en el suelo ante esas palabras. <<¿De verdad soy yo el elegido?>>. Unos suaves lametones reconfortaron el dolo de sus heridas.

-Levántate, solo te he hecho un par de rasguños.- gruñó Zarpa de mirlo antes de alejarse hacia el campamento. 

Plomicino lo miró, sus pupilas estaban dilatadas con pavor. Agachó las orejas y se alejó. Zarpa de Nube obligó a sus músculos a reaccionar y se levantó.

-Estoy bien...- jadeó mirando de reojo a su mentora.

-Ojalá fuera cierto...- respondió ella.

***

Zarpa de Nube se acomodó en su lecho para dormir lo que quedaba de noche.

-¡Zarpa de Nube! ¿eso que huelo es sangre?

Sus costados se erizaron mientras miraba hacia Acebina.

-No es nada... Puedes estar tranquila...- maulló tratando de evitar que viera su cuello aun palpitante.

-Si que lo es, ¿quien ha sido?- sus ojos se ensombrecieron- Tuff, ¿verdad?

-No...No exactamente...- murmuró dejándo que la lengua de su hermana lo aliviará.

-Cerebro de ratón...Espero que un día te des cuenta... Y los abandones...

-No puedo... Acebina... Debo salvar a los clanes- susurró, y durante unos instantes deseó que Acebina no lo hubiera oído, pero su expresión de asombro dejó claro que su agudizado oído había captado todas las palabras.

-¿S-Salvarlos?- preguntó- Estás loco.

-¡No!- maulló, aunque entendía que ella no lo creyera.

-Quizá Tuff te haya dicho eso, pero lo que vas a hacer es destruirlos...

Zarpa de nube se miró las patas y cerró los ojos.

-Estoy cansada...pero Tuff tuvo una visión... sabe que yo los salvaré...Y yo misma tuve una...

Gatos guerreros. la venganza #6 Saga: El destino de los Clanes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora