Parte 4: Esperanza

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Bueno, hemos llegado al final, les dije que sería una historia corta, la verdad sé que podría dar para una historia más larga y mejor elaborada, pero decidí dejarlo ahí, ya que era una idea aleatoria que tenía.

Espero les guste y que me dejen un comentario con su opinión, digo, no cuesta nada, jajaja.

Cuando todo terminó, Kurumi quería preguntar de nuevo desde cuando no había comido, pero decidió abrazarlo, ambos lo necesitaban, ella creía. Shidou estaba herido en más de una manera y ella también estaba con sangre en el vestido y en la cara.

—Shidou-san... Gracias por volver. —Lo abrazó con fuerza, ella ahora era pequeña comparado con él, pero al menos al cuello sí le llegaba, Shidou la rodeó con sus brazos, pero no pudo levantarlo—. Estás... pesado, Shidou-san...

—Es que eres más pequeña... —dijo con cierta diversión—. No quería hacerlo... Lo siento, no creí que las cosas estaban así...

—Te estuve buscando todo este tiempo, pero siempre te alejabas... Nunca escuchaste...

—¿Hay más? —preguntó cansado, tanto que tuvo que dejarse caer en el suelo, pero ella puso su cabeza en sus piernas—. ¿Hay más como ella? ¿Y tú verdadera yo? ¿Está bien?

—Muchas, son tan fuertes que no puedo hacerles nada. Cada día deben estarme robando más energía, y no solo a mí, ahora entiendo todo, Shidou-san, pero dime... ¿Desde cuándo no comes?

—Desde ese día...

—¡¿Estás loco?! —le dio una cachetada que le hizo parpadear varias veces—. ¿¡Más de ocho años?!

—No podía matar a nadie, y no quería vivir más. Pensé que habías muerto también, pero empezaste a buscarme, pero ya no quería más... No necesito más esto, así que dejé de usar mis poderes, pero recientemente... Ya no puedo curarme tan rápido de heridas mortales, pronto ya no podré curarme, Kurumi.

—Entonces, ¡debes de comer! No seas idiota, vas a morir... Necesito que vivas, Shidou-san, y no solo yo...

—Espera, dijiste que entendías todo... ¿A qué te refieres?

Entonces, ella le pidió que fueran a su departamento para que ella limpiara sus heridas, mientras hacía eso, empezó a contarle que sobrevivió a la explosión solo porque ella no era la Kurumi que él conocía, sino otra que había regresado al pasado, pero el viaje le costó mucha energía y quedó desmayada y como una humana por un tiempo, mientras conseguía presas fáciles para recargar su tiempo de vida.

Shidou quiso interrumpirla, pero ella le dijo que esperara. Después de recuperar su tiempo a un nivel estable, se empezó a dar cuenta que, tal vez, sin querer, había afectado el pasado más de lo que pensaba. Un poco tarde, se dio cuenta que la casa de los Itsuka no existía, tampoco existía los edificios de la DEM que recordaba, ni los de la AST, la ciudad había cambiado.

Estuvo investigando mucho tiempo sobre qué había pasado y en donde estaban todos los espíritus, inclusive quería encontrarse con Ratatoskr, pero es como si nunca hubieran existido, hasta que llegó ese día: el aniversario del último terremoto espacial, el más grande de la historia en la ciudad Tenguu. Saldo de muertos: la ciudad completa.

—Espera, Kurumi... ¿Cómo es ese... futuro? —preguntó con cierta esperanza, ella sonrió un poco.

—Uno en el que se estaba destruyendo, empezaron a suceder terremotos espaciales sin espíritu aparente, ya nos habías sellado a todas, no había forma que existieran más. La DEM seguía queriendo capturarnos, pero con todas juntas, era imposible. —Shidou sonrió por ello, incluso cerró los ojos y siguió recostado en las piernas de Kurumi, ella también sonrió—. Eso me recuerda a ti, al tú joven.

Lo último de míWhere stories live. Discover now