Maldito niño [Starker]

Hormonas

Advertencia: Contenido bastante subido de tono.

.
.
.

Las manos del azabache se posaron en la cintura estrecha del contrario, sintiendo los brazos de éste enredarse con duda sobre su cuello. Sonrió contra sus labios; se sentían mucho mejor que todos los que había probado con anterioridad, se sentían tan iguales a la primera vez que los había besado, pero a la vez tan diferentes.

El beso que había empezado inocente y amoroso, pasó a tornarse un poco más húmedo y apasionado, mientras ambas lenguas batallaban por quedarse en la boca del otro. Tony empujaba suavemente al castaño hasta chocar con la puerta de la habitación de éste, abriéndola a ciegas para después cerrarla de la misma forma cuando ambos estuvieron dentro.

Peter trataba de seguir el experto ritmo del otro, moviendo sus labios con una torpeza que Tony encontraba adorable.

¿Cuándo se había convertido nuevamente en el niño de la relación?

Se sentía totalmente dominado por el adolescente que lo besaba con insistencia y necesidad, con tanta maestría como si hubiese hecho eso toda su vida. No pudo evitar sentir un poco de celos al saber que con esa experiencia no se nace.

Las manos de Tony acariciaron su espalda por debajo de la camiseta de una forma tan sensual que inevitablemente soltó un gemido, lo cual hizo sonreír aún más al causante de él. Pasó de su espalda a su trasero, estrujándolo lascivamente. Esa acción provocó un tirón en su entrepierna ya muy abultada.

Aunque no era el único, pues Tony ya estaba bastante despierto, y la erección en los jeans ajenos se restregaba contra el muslo del arácnido, buscando complacerse.

Estaba empezando a creer que la ropa estorbaba.

Sin contenerse más, empujó nuevamente el cuerpo del castaño hasta la cama, cayendo éste de espaldas y Tony encima suyo, comenzando a besar el blanco cuello desesperado mientras dirigía sus manos al cierre de los jeans azules del otro.

Una alarma se encendió en la cabeza de Peter, una que gritaba "¡Detente!" Con una voz bastante parecida a la de Fury, pero otra parte de su mente gritaba "¡Tú dale para adelante!" Y juraría que ese tono era el de Wanda...

No quería detenerse, pero tampoco quería seguir, pues sabía que no podría parar.

Cuando la mano de Tony acarició su miembro por encima de la ropa interior, el pánico lo invadió y apartó exaltado al azabache de su cuerpo.

—P-para —Susurró con la voz ahogada por la excitación y el terror, empujándolo tal vez un poco más fuerte de lo que hubiese querido. Quedó sentado en la cama, con el otro medio-arrodillado frente a él.

Tony le dirigió una mirada confundida, para que después una sonrisa burlona se instalara en sus labios.

—¿Qué pasa, Pet? ¿Acaso eres virgen? —Preguntó irónico, pero todo rastro de diversión se borró al ver la avergonzada mirada de cachorro que el castaño le mandaba —Oh... —Verlo sentado en la cama, agitado y sonrojado, con la ropa desarreglada, luciendo tan vulnerable, lo hacía sentir esa sensación que hacía años no experimentaba.

¿Abejas en la panza? Algo así.

Su mirada se cargó de ternura, y con una sonrisa conciliadora se incorporó, acercándose al superhéroe que lo observaba perdido.

—No te preocupes, no te forzaré —Seguido de esas palabras, dejó un cariñoso beso en los labios contrarios, poniendo aún más rojo a su portador.