Capítulo 11.- Edulcorante.

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Me había duchado y cambiado de ropa para salir con daddy, iríamos a almorzar a un restaurante con vista a la playa.

—Vamos Cherry, se nos hará tarde.—avisó daddy desde la entrada.

Terminé de aplicar lápiz labial en mis labios y me apresuré a llegar a la salida.

—Estoy lista.—dije llegando junto a daddy. 

Salimos y caminamos al ascensor, yo traía una enorme sonrisa, amaba estar así con daddy, cuando él compartía su tiempo conmigo. Iba tan felíz, pero no lo suficiente para ignorar el pensamiento de lo que había sucedido anoche, ¿estaba perdonando a daddy? no lo sé, pero sabía que no podía estar lejos de él, lo necesitaba cerca de mi a cada momento.

—Cherry, ¿estás bien?—dijo daddy. Ya habíamos llegado a la planta baja y debíamos salir del ascensor.

—Sí, estaba distraída.—dije sacudiendo mi cabeza. 

Daddy frunció su ceño pero no comentó nada al respecto, caminamos en silencio al auto. No espere que daddy me abriera la puerta y la abrí yo misma adentrandome al auto con lentitud.

—¿Qué ha sido eso? se supone que yo debía abrirte la puerta.—dijo eso con una pizca de diversión.

Me encogí de hombros a modo de respuesta, ya no tenía ganas de hablar. 

Daddy tomó mi mano izquierda y se fue jugando con esta todo el trayecto al restaurante, cuando llegamos a este daddy no soltó mi mano ni siquiera para bajar del auto. Entramos al lugar, era bastante elegante que tenía una confusión interna, una parte de mí odiaba los lugares así, y otra parte estaba amando este local. Nos guiaron a nuestra mesa, estaba ubicada en la terraza al borde de esta, la vista era espectacular, definitivamente valía la pena almorzar en un lugar como este.

—En unos minutos vendremos a tomar su orden.—habló una joven pelirroja sonriente que nos dejó las cartas.

Le sonreí de vuelta con amabilidad.

—¿Qué quieres ordenar?—preguntó daddy mirándome por encima de la carta.

—Uhm, no lo sé, hay mucha comida que podría ordenar.—respondí.

—Puedes ordenar lo que tu quieras, todo lo que tu quieras, Cherry.—comentó daddy y no pude evitar pensar en la propuesta de John que había rechazado. Me dieron escalofríos pensar en eso.

—El problema es que no se lo que se me antoja comer.—expliqué haciendo puchero.

—Tengo un problema parecido.—habló daddy.—pero, sé lo que se me antoja comer, el problema es que no está en el menú.—me miró fijamente sonriendo levemente.

Me sonrojé y me escondí detrás de la carta.

Llegó la mesera pelirroja, yo terminé decidiendo ordenar pollo a la parmesana, daddy pidió diferentes cortes de carnes acompañados con arroz.

—Sus platillos llegarán en uno 15 minutos.—informó la pelirroja para luego marcharse.

—¿No quieres hablar de lo de ayer?—cuestionó daddy, negué con la cabeza.—Cherry, debemos hablar de lo de ayer.—continuó daddy.

Tomé agua para tener un poco de tiempo para pensar en que responderle.

—Sé que debemos hablar, pero me da miedo hacerlo.—me sinceré.

—¿Qué te da miedo?

—Afrontar las cosas, odio hacerlo.—miré hacia otro lado.

Daddy suspiró.

—Lo siento, Cherry, no quería que sucediera eso, no te voy a mentir diciendo que me arrepiento de haber follado con esa chica.—comenzó a hablar daddy.—No lo hago, estaba frustrado sexualmente, y lo necesitaba, además, tu y yo no somos nada como para que deba darte explicaciones sobre con quien follo.—dijo seriamente.

Little Princess (Lil Pump//Daddy Kink)Where stories live. Discover now