12

40.7K 4.1K 564
                                    

JiMin suspiró y miró con nerviosismo la malteada que había pedido unos minutos atrás. No sabía de dónde había sacado tanta valentía, de hecho en ese momento quería huir, ir a cualquier otro lugar que no sea aquel. Sin embargo, lo hecho, hecho estaba. Había llamado a TaeHyung finalmente luego de una semana para que se encontraran y charlaran, pero ahora se estaba arrepintiendo un poco.

Cuando sintió el sonido de la silla moviéndose en frente suyo y alguien sentándose, apretó sus manos y con lentitud fue subiendo la mirada, encontrándose con los ojos del castaño.

— JiMin...

— No TaeHyung, haremos esto rápido, ¿si? Realmente no quiero hablar contigo... pero tampoco puedo seguir huyendo— habló como pudo. Se sorprendía que su voz siquiera saliese.

El castaño se mostró sorprendido ante las palabras de su amigo, asintiendo levemente.

— No lo entiendo... ¿Por qué? ¿Te gusta JungKook?— preguntó— ¿Estuviste jugando con HoSeok todo este tiempo?

— ¿Qué? ¡No! ¡No es así! No siento nada por JungKook... yo solo-...

— ¿Entonces te acostabas con él a pesar de que no sentías absolutamente nada por él... sabiendo que era mi novio?— la rabia y las lágrimas comenzaron a apoderarse de él.

— ¡Estaba frustrado! ¡No tenía tiempo para nada, necesitaba desahogarme!

— ¡¿Con mi novio?! ¡¿En serio TaeHyung?!— gritó, provocando que todos en la cafetería voltearan a verlos.

— ¡HoSeok tampoco tenía tiempo! No sabía a quién más recurrir... fue-fue una equivocación y un impulso que luego no pude controlar.

— Soy tan idiota— apoyó sus codos en la mesa y la cabeza en sus manos— todo este tiempo... preocupado y hablándote a ti sobre cómo JungKook se sentía más distante o raro... cuando en realidad tú te lo estabas tirando. Por Dios, que estúpido, de seguro mientras te hablaba de mis problemas, tú te reías en tu mente— comenzó a sollozar.

— N-no es así JiMinnie...

— ¡No me vuelvas hablar así! ¡Eres un hipócrita TaeHyung! ¡Imagina si yo me hubiera acostado con HoSeok! ¡¿Cómo te sentirías?!

— N-No... Hobi hyung jamás me hubiese hecho eso... ni tú tampoco— en sus ojos comenzaron a juntarse las lágrimas.

— Eso era lo que pensaba hace unos días sobre JungKook y sobre ti— le sonrió con obvia falsedad.

El castaño bajó la mirada hacia sus muslos mientras escuchaba al otro sollozar.

— Le dirás todo a HoSeok— dijo luego de unos minutos, cuando logró tranquilizarse un poco.

— ¿Qué?

— Él no merece que le estés mintiendo así, ni tampoco puedo verlo al rostro sabiendo que su novio lo está engañando frente a sus ojos. Así que hablas tú con él, o le diré todo yo. Y no me vengas con que no me va a creer, porque tengo pruebas. Te doy solo unos días— dijo antes de levantarse y salir de allí junto con su malteada, dejando al castaño llorando.
Estaba más que claro que no tenía ninguna prueba, pero por lo menos había logrado asustarle.

Luego de caminar algunos minutos con rapidez, sin rumbo alguno y apretando fuertemente la malteada para calmar su rabia, la tiró en un cesto de basura y las lágrimas comenzaron a caer con fuerza.

¿Por qué le había hecho eso? Él siempre lo ayudó, lo apoyó en sus momentos más duros... nunca lo dejó solo, ¿y así se lo pagaba TaeHyung?
JiMin hasta lo consideraba más que un hermano, su alma gemela. Eran mugre y uña, y no es que eso los llegó a fastidiar a alguno de los dos, siempre tuvieron la misma estrecha unión.
Recordaba incluso que cuando conoció a JungKook, ambos eran muy tímidos como para hablarse y que TaeHyung los ayudó a ambos.

No podía asimilarlo aún, confiaba mucho en ambos. Eran las personas en las que más confiaba en su vida, junto a YoonGi, pero los dos le apuñalaron por la espalda, lo dejaron caer... lo traicionaron.

Se limpió las lágrimas con fuerza y siguió caminando, sin rumbo fijo.
No podía volver a su casa, ni tampoco podía ir a la de HoSeok, ya que hasta que TaeHyung no le dijera la verdad, JiMin no podrá verlo al rostro.
Recordó entonces a su otro primo, el hermano menor de YoonGi, quien vivía con su novio. No quería interrumpir en su casa, pero necesitaba solamente por ese día, pasar la noche en casa de alguien y bañarse. Mañana tenía que trabajar a pesar de que no quería, pero ya había faltado unos días, y si seguía así, podrían despedirlo. Aunque seguramente ya ni tenía trabajo.

Se abrazó a sí mismo para intentar darse algo de calor y luego comenzó a dirigirse hacia donde estaba la casa de NamJoon.
Vivía bastante lejos como para ir caminando a pie, y por eso a JiMin le llevaría unas horas llegar. Para colmo encima se largó a llover, pero realmente al rubio no le importó eso. El agua helada entraba dentro de su ropa, rozando su piel y mandando temblores al resto del cuerpo. Pero no le importaba, no le importaba si luego de eso se enfermaba de gripe ni si le agarraba hipotermia. Ya no le importaba su bienestar... de nuevo.

Cuando al fin logró llegar a la casa de su primo, tocó el timbre y esperó a que la puerta fuese abierta, para así mostrar la sorprendida y preocupada cara del novio de NamJoon.

— ¡Oh Dios JiMin! ¡Estás empapado! Entra entra— lo adentró enseguida a su hogar y lo arrastró hacia el baño.

— Ho-Hola Jin hyung, perdón por interrumpir en tu casa de esta forma, yo...— fue interrumpido al sentir una toalla refregar su rostro y cabeza.

— Lo mejor será que te des un baño caliente. Nam llegará en unos minutos. Te prepararé algo de ropa, ¿si?

JiMin asintió algo aturdido, para luego ver cómo el mayor le sonreía y salía del baño.

SeokJin, el novio de su primo, aveces podía ser más inmaduro que él, a pesar de su edad. Hacía chistes, que a él le causaban gracia pero a la mayoría no, y se comportaba como un niño. Pero también era más que eso, era un chico amable, respetuoso y muy protector con las personas. Fuera quien fuera, SeokJin siempre le daría una mano a esa persona y por esa razón entendía porque NamJoon se había enamorado de él, sin contar también el gran atractivo que el chico tenía. Parecía un príncipe sacado de una película por sus perfectas facciones y físico.

JiMin derramó algunas lágrimas más y luego comenzó a quitarse la ropa con dificultad, para así finalmente meterse en la ducha y cerrar los ojos a la vez que sentía como las gotas tibias golpeaban su rostro y opacaban sus lágrimas llenas de dolor.

✧・゚: *✧・゚:* *:・゚✧*:・゚✧

Lie ✦Kookmin✦ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora