Epílogo: KagaKuro

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-Parece ser que se están divirtiendo mucho.- dijo Nash cuando abrió de par en par la puerta que daba entrada a la biblioteca.

La pareja de amantes se detuvo al instante “no puede ser” pensó Tetsuya al reconocer aquella voz. Abrió los ojos a más no poder, la expresión de Kagami también le confirmó que no había sido el único que escucho a Nash, miró hacia la puerta, pues la posición en la que se encontraba se lo permitía. -Na...Nash.- susurró empezando a temblar de angustia.

Kagami sacó su miembro, se le había bajado la calentura (A quien demonios no le pasaría, lo acaban de coger infraganti mientras se acostaba con el hijo de su patrón y quien lo había descubierto había sido el mismo esposo de su amante.) Lentamente se acomodó y empezó a buscar su ropa y la pijama de Kuroko. Este por su parte solo atinó a acomodarse cubriéndose con la camisa de su pijama, lo único que tenía puesto.

-Creeme cuando te digo que nunca pensé que fueras capaz de esto, Tetsuya. - dijo Nash dirigiéndose al centro de la biblioteca. -Enserio, nunca lo pense. - repitió mientras pasaba sus manos por su rubio cabello, demostrando así su confusión.

-Nash...sama… - le llamó Kagami mientras se ponía de pie y se arreglaba el pantalón.

-Callate. - el rubio respiró hondo mirando con odio al pelirrojo.  - ¿Quien iba a saber que Tetsuya era una puta? - dijo molesto.

-¡Oiga! - Kagami exclamó molesto, no le había gustado cómo le había dicho al peliceleste.

Golden ignoró al sirviente y a paso rápido se dirigió hacía Kuroko. - ¡Me las vas a pagar! - gritó con rabia.

-¡Nash! - Tetsuya se puso de pie, tenía miedo y sabía que en algún momento los iban a descubrir, que todo se derrumbaría.  

De no ser por Kagami se había interpuesto en el camino del rubio este quien sabe lo que hubiera hecho con el doncel.

-¡Quítate de mi camino, maldito bastardo! - gruñó con molestia forcejeando con el pelirrojo.

-¡No, paren por favor! - gritó Kuroko angustiado al ver a los dos hombres en tal estado.

-¡Eres de lo peor Tetsuya, eres un maldito adúltero! - vociferó el rubio.

-¡No le digas asi! - gritó Kagami mandandole un puño a Nash, cosa que lo hizo trastabillar más no caer.

Era obvio, Golden se repuso y le devolvió el golpe a Taiga con más fuerza, él era más alto que el joven mayordomo, tenía mucha más ventaja.

-¡Kagami-kun!- gritó el peliceleste aterrorizado y trató de acercarse a su amante, trató, pues esta vez Nash fue quien se interpuso en el camino del doncel. -¡Suéltame! - se removió con desesperó.

El rubio cogió a su esposo de los hombros y empezó a sacudirlo fuertemente. -¡Ni siquiera lo niegas! ¡Acaso no vas a excusarte!

-Me….Me lastimas…- gimió apenas audible entre el llanto.

La rabia de Nash aumento y levantó su mano derecha con intenciones de abofetear al doncel.

-¿¡Qué está pasando aquí!? - exclamó Taiyo entrando a la biblioteca, se sorprendió mucho al ver a Kagami en el piso, tratando de ponerse de pie y se sorprendió aún más al ver a Nash y a Tetsuya envuelto en lágrimas y semidesnudo.

Los tres que estaban en plena disputa miraron al patriarca con sorpresa, Nash bajó su mano y cogió del brazo al doncel y prácticamente lo arrastró al justo al frente de donde se encontraba su suegro.  De manera brusca lo tiró al suelo, Tetsuya sin evitarlo cayó justo enfrente de su padre. -¡Cuentale! -

Tired of you.Where stories live. Discover now