Please Don't ✦Kookmin✦ -ONESHOT-

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JungKook y JiMin se conocen desde hace ya 9 años y son novios desde hace 5 largos y hermosos años.

El pelinegro recuerda que cuando conoció a JiMin, le pareció la persona más hermosa que jamás había visto. Lo que más recordaba de él al conocerlo fue su corazón tan puro y su alma inocente. Solía llevar siempre a los animales que se encontraba en la calle a los refugios, ayudaba siempre a las personas mayores de edad a cruzar la calle o a personas que simplemente necesitaran ayuda. También cada mes reunía muchos juguetes y alimentos para donarlos a los que lo necesitaran. Era tal vez la persona más bondadosa que él había conocido.

Fue un sentimiento algo confuso en JungKook en los primeros meses que lo conocía, ya que tenía tan solo 14 años y era la primera vez que se sentía así con un chico. Además de que su familia siempre le habían dicho que las relaciones de mismo género estaban mal. Aunque él jamás comprendió porqué.
Cuando se conocieron, ambos tuvieron una fuerte química, llevándose extremadamente bien. No tenían gustos similares ni personalidades similares, sin embargo eso fue lo que provocó que haya un equilibrio entre los dos y que ambos aprendieran mucho gracias al otro.
Pasaron muchos momentos a lo largo de esos tres años y cuando el castaño, de baja estatura y ojos pequeños, le confesó lo que sentía entre lágrimas— debido a que tenía miedo de perder a su amigo por sus sentimientos— JungKook no pudo aguantar tampoco más los suyos.
Aún recuerda que olvidó todo el miedo que tenía y tomó de las suaves mejillas a JiMin para plantearle un casto e inocente beso en aquellos labios gruesos.

Empezaron entonces a salir a escondidas a petición de JungKook, debido a que el miedo aún persistía dentro suyo. JiMin no estaba tan de acuerdo con ello. Él quería mostrarle a los demás que finalmente era feliz, sin embargo amaba tanto al pelinegro, que aceptó salir a escondidas y en secreto de los demás. Ante la vista de otras personas, ellos dos solo eran dos chicos muy unidos, mejores amigos, pero en privado eran dos amantes que se amaban con todo corazón puro e inocente.

Después de meses, JungKook se dio cuenta que de aquella forma le hacía daño a su novio... y él no quería eso, por esa razón decidió dejar de ser un cobarde y mostrarse como realmente era.
Su madre lloró al saberlo, pero aún así dijo que era su hijo y que lo amaba. Con su padre no fue para nada lo mismo.
Lo echó de la casa y desde ahí el pelinegro se tuvo que hospedar en la casa que JiMin compartía con sus adorables abuelos.

En ese tiempo que estuvieron viviendo juntos, ambos evolucionaron su relación y por eso cuando JiMin consiguió un empleo en el que ganaba bien, expandió la casa. No quería comprar un departamento y dejar a la única familia que tenía, sola. No cuando sus abuelos habían hecho todo por él.

Ese pensamiento tan noble de JiMin hacia sus abuelos, logró que JungKook se enamorara aún más de él.
Lo amaba demasiado.

JiMin era alguien soñador, él soñaba con lo típico de tener una grande y amorosa familia, con muchas mascotas. Quería adoptar un niño y una niña, y además, agarrar animales de la calle, para darles mucho cariño y amor.
También era alguien muy creyente de algunas leyendas algo absurdas y clichés, como la del hilo rojo, la de las almas gemelas, entre otras.
JungKook por su lado, era todo lo contrario, pero cuando comenzó a salir con JiMin y a aprender más de éste, comenzó a gustarle cada vez que el más bajo hablaba de sus sueños o de las leyendas en las cuales creía. Como sus ojos brillaban de la emoción y una enorme sonrisa aparecía en su rostro mientras miraba las estrellas de plástico que estaban pegadas en el techo y además brillaban en la oscuridad.
Entonces en esos momentos creía que estaba bien compartir ese mismo sueño o las creencias por esas leyendas, solo si JiMin estaba presente en ellas.

Pasaron los años y varios momentos siguieron ocurriendo, tanto bonitos como tristes, pero los dos estuvieron el uno para el otro para así darse apoyo y fuerza.