Oreo

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Narra Park Jimin:

Y ahí estaba yo, recostado en una pared fría de mi colegio. Esperando a que la persona que tanto me gustaba saliera de su clase para poder verlo desde lejos. Pues no quiero que piense que soy un acosador, un chico raro, ni nada parecido. El miedo de que pensara que era alguien tan tonto y timido siempre se hacía presente a esta hora del día.

Su nombre es Yoongi, Min Yoongi. Él es el típico chico cool, popular y algo querido por las chicas en estos lares. Claro ¿a quien no le gustaría ese tipo de chicos en sus colegios?, De esos que siempre tiene la atención de los demás, que saben hacer cualquier cosa de manera perfecta y siempre tienen ese pequeño ego elevado.

Sin embargo Yoongi no es así, es popular, apuesto y tiene la aprobación de todos, no era clalificado como alguien tan egoísta. No es ese chico que podría ignorarte asi porque quiere, no, para nada. Si algún día te tomas el valor de hablarle, él te saludará con mucho gusto y si las cosas siguen bien, tal vez hasta podrías tener una linda amistad con él.

En estos mismo momentos podría decir que mi pobre mente estaba sólo pensando en varias cosas. Cosas como "tal vez podría ser su amigo" "algún día le hablaré de cara a cara" "Vamos Jimin...puedes hacerlo" y mis pensamientos seguían y seguían mientras mantenía mis ojos pasmados en ese casillero rojo y brillante que le pertenecía a Yoongi.

Escuché unos pasos que se arrastraban por el suelo cerca de mi, logrando sobre saltarme como primera opción, al pensar que me habían descubierto mientras esperaba ver a Yoongi.

-¿Esperando por él?- me volteé un poco con lentitud para ver el rostro de Hoseok con una sonrisa llena de alegría, suspiré pesadamente al saber que él era el dueño de esas pisadas.

Digamos que Jung Hosoek era él único de mis amigos que sabía mis pequeños sentimientos que sentía por Min Yoongi. Él único que le tengo más confianza, amor y paciencia. Ya que si alguien supiera que Yoongi me gusta me mataría de la vergüenza y ya no tendría la oportunidad demostrarle lo mucho que le admiraba y quería de lejos

-No sabes disimularlo para nada amigo, se nota lo enamorado que te tiene- me dió un golpecito en mi costado con su hombro de forma divertida y luego se colocó al lado mío recostandose en la misma pared. Me había estremecido al sentir su tacto, era algo incómod sentir algunas cosquillas en esa área tan sensible de mi cuerpo. Reí levemente y luego hice un leve puchero tratando de olvidar que me hizo reír asi con sólo su codo.

-Es que...Yoongi es tan lindo con todos. Nadie se resistiría a sonreírle o al menos mirar lo apuesto que es-contesté suspirando desde mis pulmones el amor que sentía por el y su hermosa personalidad que siempre adoraría. De verdad me encantaba, se podía decir que tenía una pequeña obsesión por ese chico que andaba en este mundo sin notarme.

Es que su ser era tan hermoso que no me podía aguantar las ganas de besarlo. Lo cual me hacía peligroso para él, porque después de todo él no me conocía lo demasiado para entender tal cosa que sentía.

-¿Nunca has pensado en declararte Jiminnie?-no, no puedo declararme. Soy un chico y él tambien. ¿Y si él no siente lo mismo? Ó ¿Si no le agragan las personas que les gustan de su mismo sexo? Oh Hobi, si tan sólo pudiera decirte mis inseguridades, aunque se que tu nunca me traicionarías para nada en el mundo...nunca, nunca.

Mi mano apretó el bolsito de galletas "Oreos" que mantuve guardado desde que las compré en la mañana. Pues a Yoongi le encantan estas galletas, asi que cuando me enteré de eso a mi mente enferma se me ocurrió una idea, idea que estaría a punto de ver si sería buena.

Decidí dejarle un bolsa de su dulce favorito y ver si se las comía o rechazaba, ver como esa boquita come galletitas, sería cómo ver a la luna desaparecerse poquito a poco para parecer una banana, creo que he estudiado eso en ciencia o al menos asi lo pensaba al verlo comer galletas en el descanso.

Oreo «Yoonmin» Donde viven las historias. Descúbrelo ahora