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Narra Yoongi:

La puerta de la atracción se abrió al instante cuando dimos la última vuelta. Habíamos pasado como dos horas encerrados allá dentro sin movernos o hablar, así que nos regresaron el dinero que habíanos pagado antes de entrar. Le sonreí a Jimin y este bajó la mirada timidamente al verme. Desde que lo hicimos no lo escuché decir ni una palabra más. Ha estado como si un gato le cortara la lengua y no pudiera decir nada. Ahora me siento algo inseguro de lo que este pasando por su mente .

-¿Amor, estás bien?- lo tomé de su mentón con cuidado deteniendo su paso y este me miró con los ojos humedecidos. Mis brazos rodearon su cuerpo manteniendolo al verle reaccionar de tal manera. ¿Que he hecho? ¿Porque me dejé llevar?

-¿Hici-Hicimos lo correcto Yoongi?-preguntó mi niño con su rostro en mi hombro soltando palabras sentimentales desde su alma, haciendose llorar asi mismo. Su voz se escuchaba devastada. Nunca habíamos tenido sexo ¿Que esperaba de Jimin?

-Amor, tener sexo es totalmente normal en las parejas- este levantó su rostro y desde mi hombro me observó. Mi niño si que era muy inocente. Por eso lo amaba tanto.

-¿De verdad? ¿Aunque no estén casados?- relambió sus labios lentamente comiendose sus propias lágrimas en sólo una lamida, esos deliciosos labios tan gruesos.

-Si Jimin, además...sabes que cuando nos graduemos nos vamos a casar. Es una promesa- le sonreí y este hizo lo mismo. Me enseñó su dedo más pequeño y con dulces palabras explicó.

-Pinky promesa- joder Jimin eres la cosa más adorable del mundo, esa mirada y tu expresión tan adorable, eran las más sinceras que había visto. ¿Quien no quisiera casarse con él?

Junté mi dedo pequeño con el de Jimin y los dos nos apretamos hasta más no poder -Es una promesa. No dejaré que nadie te aleje de mi lado, ni que te haga daño...jamás- le di un casto beso tierno en sus labios y peiné sus cabellos despeinados por lo que ocurrió hace horas.

Jimin miró por encima de mi hombro y cubrió su boca con su mano derecha, parecía horrorizado y soprendido por algo que había visualizado. Nunca lo había visto de esa manera. Todo su rostro cambió repentinamente.

-¿Q-que pasa?- me volteé a la dirrección donde estaba clavada la mirada de Jimin y me quedé justamente como estaba él. Mi cuerpo se paralizó y unos nervios corrieron dentro de mi como corrientes eléctricas.

Podía ver desde lejos en un estante de algodón de azúcar a JungKook hablando con una mujer. Él permanecía con una sonrisa tranquila y la mujer compraba dos conos llenos del azúcar rosado. Luego se volteó donde estaba Kookie y le dió uno.

-¡No puede ser!- Jimin por fín dijo una palabra -¿Acaso no es novio de Tae?-miré a Jimin y este me miró con el ceño fruncido -¿No crees que esté saliendo en una cita con esa chica,  verdad Yoongi?- localicé a Jeon nuevamente, el azabache comenzó a reírse comodamente junto a la femina.

-Sólo hay una forma de saberlo- tomé de la mano a Jimin y comencé a caminar en dirección a ellos, tenía una expresión de seriedad y una mirada fría en mi rostro -Jimin quiero que los saludes amablemente, yo haré el resto- sentí la mano de Jimin tratar de soltarse de mi agarré y hecharse hacia atrás, pero no lo permití. Si JungKook estaba fingiendo esa relación con Taehyung era mejor descubrirlo por nosotros mismos.

Estaba a unos pasos para llegar donde estaba JungKook. Pero este me reconoció y abrió sus ojos sorprendido. No parecía una expresión de amistad o bienvenida al vernos. Los ojos de Kookie se posaron en la mirada tierna y nerviosa de Jimin.

-Ho-hola Kookie ¿como has estado?-Jiminnie hizo una reverencia pequeña y noté que las manos del sospechoso comenzaron a temblar. La mujer nos miró confundida.

Oreo «Yoonmin» Donde viven las historias. Descúbrelo ahora