1.Favores

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Después de que Naraku fue al fin destruido y también la perla de Shikon, la adea Sengoku pudo vivir al fin en paz. Una anciana que tenía un parche en su ojo izquierdo, que recolectaba dulces manzanas y siendo acompañada de una pequeña niña de cabello negro y usaba un kimono anaranjado algo amarillento y con detalles blancos.

-A los niños de la aldea le gustaran estas ricas manzanas, anciana Kaede-dijo Rin con una sonrisa.

-Sí, lo sé Rin... Bueno esta es la última-menciona la anciana poniendo la ultima manzana en una canasta- Si, veo que desde que te quedaste en nuestra aldea pudiste hacerte muchos amigos, Rin-dijo Kaede sonriéndole a la niña.

-Así es, ¿Es verdad que el señor Sesshomaru vendrá al pueblo?-preguntaba la niña algo confundida.

-Sí, ven vamos a casa que te contare-le contesta Kaede agarrándole de la mano a la niña. Ambas se fueron a la pequeña cabaña que se encontraba en la aldea, ya que se habían distanciado un poco de la casa.

Cuando ellas llegaron al dicho lugar, Rin se sienta en el suelo para así poder escuchar a la anciana Kaede, quien también se dispuso a sentarse al frente de la niña.

-Bueno como veras, el hermano de Inuyasha si vendrá para traerte algo-dijo la anciana sonriendo. La niña de cabellos negros se emocionaba de volver a ver al señor Sesshomaru y a Jaken el fiel sirviente, ella saltaba de alegría, las cortinas se mueve lentamente dejando ver a una figura de una persona. Una chica de aproximadamente 17 años había entrado en este lugar, demostrando una simpática sonrisa ante ellas.

-Señorita Kagome- decía Rin corriendo para abrazarla a ella con ternura.

-Hola Rin-murmura la joven Kagome, correspondiendo al abrazo.

-Sabes señorita Kagome, el señor Sesshomaru vendrá a la aldea a tráeme algo-dijo la niña sonriéndole a la joven, la chica se sorprendió un poco, ya que el youkai vendría por semanas a visitar a la pequeña, han sido dos años desde que ella decidió quedarse en este lugar en esta época. Kagome se había quedado por el hanyou, que amaba mucho y que protegió... Pero desde que el mitad perro-humano se entero que podía revivir a la sacerdotisa Kikyo con una roca poderosa, dejo a un lado a la chica de la otra época, por su amor que lo había sellado por cincuenta años. La de cabellos negros (Kagome) deja de sonreír he se sienta al lado de Kaede para contarle lo que le había sucedido con Inuyasha.

-¿Que sucede Kagome?-le preguntaba la anciana.

-Pues...-ella bajaba la mirada ante a aquella anciana, la pequeña la miraba con tristeza.

-Señorita, puede contarnos... Por favor-insistía la pequeña.

La joven pelinegra levantaba la mirada hacia aquellas personas que le preocupaban su estado de humor. –Inuyasha prefiere a Kikyo que a mi-dijo ella con tristeza, unas lagrimas comenzaba a recorrer las mejillas secas. -Él no me quiere-murmuraba la chica entre lagrimas.

-Bueno me iré...-dijo Kagome levantándose del suelo y sale corriendo de la casa de Kaede.

-¡Kagome ten cuidado!-fue lo que habían gritado esas dos personas. Pero la joven pelinegra no las escucho, cada vez Kagome entraba a lo profundo del bosque, su corazón estaba roto y en su mente recordaba las voces de Inuyasha que al recordar esa escena le dañaba peor en su interior.

Flash Black

-Kagome, debías volver a tu época...-decía el mitad perro-humano en un tono frio y deprimente.

-Inuyasha ¿Por qué dices eso?-preguntaba ella confundida.

-¡No te lo diré solamente quiero que te alejes de mi vida, Kagome!...-contesta el hanyou levantando la voz.

El Demonio y La DamaTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang