El Demonio y La Dama

7.El Veneno

Inuyasha negaba con su cabeza varias veces, ya que nunca se lo esperaba de los dos para él era como una pesadilla, o mas bien estaba viviendo su pesadilla. El hanyou por tomar esa decisión de revivir a Kikyo hizo que su amada Kagome se alejara aun más, parece que ella ya lo olvido por completo, los celos se apoderaban de el mismo cuando miraba a la joven besar a ese demonio. Inuyasha bajaba del árbol, acercándose lentamente a esa "pareja" pero alguien apoyo su mano en el hombro, era nada menos que Kikyo, la mujer por la cual el eligió que permanezca a su lado, dándole una nueva vida atrás vez de una roca llamada "Soul"

-A pesar de todo lo que hice por ella...Este fue mi castigo por dejarla ir-pensaba Inuyasha bajando la mirada, -Inuyasha, ya déjala... Me tienes a mí-dijo la sacerdotisa Kikyo en tono suave mientras que apoyaba su mano en el hombro de este.

-No puedo sentirme tan mal por dejarla ir de mí, ¡soy un idiota! Pero...Ya se como arreglarlo todo- Se quedo el perro-humano pensativo ignorando a su mujer, el daba media vuelta para irse caminando con dirección al bosque, una leve sonrisa se dibujaba en los labios de este, -No voy a perder contra Sesshomaru, no-dijo el hanyou en voz baja.

Kagome abre los ojos y deja de besar al demonio, -Gracias Sesshomaru-le susurro ella en el oído, el demonio no dijo nada solo permaneció en silencio. Los ojos de la joven brillaban resaltando esos ojos cafés, el youkai fue tras su tonto medio hermano menor con quien tenia que aclarar unas ciertas cosas.

La sacerdotisa la miraba con odio y desprecio, aun sentía que aquella muchacha lo hacia apropósito para atraer a Inuyasha, cosa que ella misma no lo iba permitir, no. De hecho lo va impedir con uñas y dientes, aparte su amado la revivió pero mientras que Kagome sigue con vida, el hanyou puede abandonarla a Kikyo otra vez...-Como la odio, a veces deseo que ella se muera...-pensó ella con una mirada fría, -Tal vez, solo tal vez si enveneno a esa muchacha mis problemas pasaran-

La pelinegra (Kagome), se fue corriendo hacia los campos de cosecha en donde se encontraba la anciana Kaede y Rin juntando los vegetales para preparar una rica sopa.

Mientras tanto en el bosque, Inuyasha y Sesshomaru se miraban mutuamente, con esos ojos amarillentos amenazadores, el youkai comienza a reírse;-De que te ríes Sesshomaru-dijo el mitad perro-humano ante el.

-Nada importante Inuyasha, solo que eres un idiota-le decía el youkai sonriendo irónicamente.

-¿Desde cuando sales con Kagome?-pregunto este en tono serio.

-Y ¿Por qué quieres saberlo acaso estas celoso?, Inuyasha- preguntaba también el youkai en tono burlón. El por primera vez se sentía orgulloso de estar con esa humana, como su medio hermano la amaba era la oportunidad de romperle el corazón, pero también fue raro al volver a sentir los labios de aquella mujer...Cosa que si él lo sentía era posiblemente por los efectos de la poción de amor, pero también esa poción le dio esos horribles "sentimientos" que posee los humanos, Sesshomaru nunca sintió nada por alguien simplemente se preocupaba por la única humana y esa era Rin. Su corazón latió al besar a la joven chica, que tanto odiaba. –Solo quiero saberlo-contestaba Inuyasha en tono serio.

-Parece que estas celoso, Inuyasha, que tonto eres le dijo Sesshomaru sonriendo de lado.

-Tu eres el idiota, cada vez te pareces a nuestro padre-musito el hanyou riéndose.

El rostro de Sesshomaru cambio de repente como asustado, era verdad cada vez él se parecía a su difunto padre, quien también se había enamorado de una humana y la protegía. En ese momento el hanyou se reía de él, cosa que luego comenzó a acercarse porque su nariz sentía ese olor extraño, -¿Bebiste algo?, Sesshomaru- le preguntaba este parado al frente del demonio.