Louis yacía respirando irregularmente. Un collar con púas que salían hacia afuera rodeaba su cuello. Las sogas apretaban sus manos y también su cuerpo. Estaba inmóvil. Una venda cubría sus hermosos zafiros. Sus mejillas estaban sonrojadas y sus labios hinchados. Se veía tan jodidamente apetitoso.
—Ugh...—. Susurró Louis. En ese mismo momento estaba teniéndo una erección. Sabía que Harry estaba cerca. —Harry...Por favor...—. Susurró el mayor con la voz ronca, llena de excitación y deseo. —Harry necesito que me toques, ayúdame. Necesito tu ayuda—. Agregó, desesperado.
—Te portas tan mal, Louis—. Susurró Harry, quien lo miraba desde el borde de la cama. Harry poseía sólo unos boxers. Él también tenía las mejillas teñidas de un leve rosa, y sus labios también estaban hinchados. Suspiró dramáticamente, mientras se sentaba a orillas de la cama. Pozó su dedo índice sobre el pecho del mayor y comenzó a pasarlo con suavidad por su piel. —Oh, bebé...Si no hubieras twitteado aquélla estupidez ésto no estaría pasando—. Continuó deslizando su largo dedo hasta que tocó el miembro erecto de su novio. Louis dió un respingo ante la sensibilidad de su piel y gimió.
—Tócame, tócame, te lo suplico, tócame—. Pidió en leves susurros el pequeño de cuerpo curvilíneo. Sus manos yacían atadas a la cabecera de la cama y sus piernas, separadas, a la parte de los pies.
—No—. Respondió Harry con voz fría y dura, callando al ojiazúl. —Estoy muy enojado contigo, Louis.
—Sabes que no fui yo...Sabes que no quise decir eso...Nunca lo diría. Ugh, Harry tócame, lo necesito—. Dijo con urgencia Louis, quien levantaba sus caderas en un impulso para poder obtener fricción.
—Oh, así que quieres que te toque—. Susurró H mientras se inclinaba y tocaba los finos labios de Louis. Los besó con delicadeza, mientras cerraba sus ojos. Al separarse sonrió de lado y se levantó de la cama, para empezar a caminar lejos. —Adiós, Lou.
—¡Dónde vas!—. Gritó Louis desesperado. No podía dejarle así, no podía y no iba a hacerlo.
—Si quieres que te toque, entonces vas a tener que suplicármelo como una zorra—. Murmuró Harry en voz alta con cierta dureza.
—Oh por Dios Harry tócame. Tócame y haz que explote, tócame hasta que me corra sobre tu mano y luego fóllame. Fóllame tan fuerte como desees, juega conmigo. Destrúyeme, por favor, hazlo, hazlo. Lo necesito—. Dijo Louis suplicante.
Harry apareció, aún llevaba los boxers negros. Él también tenía una erección. Harry sostenía un dildo color morado y una pequeña botella de lubricante. Se posicionó a los pies de la cama y comenzó a gatear hasta el cuerpo de Louis. La polla del mayor estaba firme y se veía tan apetecible. —¿Quieres que te toque?—. Preguntó Harry, aunque ya sabía la respuesta.
—Sí.
H dejó el lubricante y el dildo en la cama. Lentamente acercó sus labios al sensible miembro de su novio y después de varios segundos los pegó al glande de Louis. El ojiazúl gimió con fuerza, mientras sentía el pequeño espasmo de placer recorrer su cuerpo.
—A-ah...Harry, éso...—. Susurró un jadeante Louis que tiraba de las sogas que le ataban las muñecas. Con sensualidad, Harry entreabrió sus labios, dejando ver esa pequeña pero habilidosa lengua. Soltó una risita, mientras tomaba con delicadeza el firme miembro de Louis.
Lo observó durante varios segundos. Era grande, muy grande. Sus mejillas comenzaron a ascender en color, si antes estaban tintadas de un leve rosa, ahora estaban totalmente rojas e intensas. H deslizó su lengua sobre el glande otra vez, mientras sentía el miembro de su novio palpitar. Con delicadeza se relamió los labios y volvió a chupar la punta. Minutos después H se había metido la erecta polla de Louis en la boca. H chupaba y succionaba tan lascivamente como podía.
YOU ARE READING
Infinitos orgasmos
RomanceLouis y Harry siempre han sido la ''pareja'' más codiciada del mundo. A decir verdad, la relación que éstos dos jóvenes poseen, se ve totalmente auténtica. Al mirarse a los ojos ambos confiesan su amor de una forma tan única y deseosa. Ahora, si así...