Renacimiento

Colisión

Un tecolote vuela sobre un antiguo cementerio, se posa en las ramas de un viejo árbol. Aun a pesar de la sabiduría que impone su aspecto, pareciera cuestionarse sobre varios hechos de la vida y de la muerte. Cierto es que las heridas pueden permanecer abiertas, lastimando incluso a quienes no conocen su historia. No importa el paso del tiempo, provocan un profundo dolor. Los errores del pasado ¿podrán algún día ser sanados?

Cae la tarde cuando Hiro Hamada, joven prodigio y genio de la robótica ,se encuentra como exponente en una universidad ubicada al oeste de México. Lo anterior por motivo de un congreso estudiantil internacional. Al terminar el congreso, el profesor que realiza la función de tutor de Hiro lo lleva al aeropuerto para su regreso a San Fransokyo.

— Me quedare aquí hasta que despegue su avión — dice el profesor preocupado mientras deja la documentación requerida y obtiene el boleto de avión. Hiro es un genio, pero sigue siendo un menor de edad.

— No es necesario, ingresare a la zona de embarque de una vez — refuta Hiro, es notoria su molestia de ser tratado como un niño. Lleva a su espalda una mochila con su ordenador portátil entre otras pertenencias y en su mano derecha sostiene un equipaje de mano con Baymax desactivado y guardado en su unidad de carga.

El profesor acepta, pero espera a observar que Hiro esté en la fila para entrar a la zona restringida. Después de todo ahí estará seguro ,¿qué podría salir mal ?, ante la mirada intimidante e incómoda de Hiro de verlo aún ahí , decide retirarse. Más tarde le llamaría para saber si todo marcha en orden.

" Vaya que la fila es larga , quisiera comprar dulces " piensa Hiro estando al final de esta. Sus pensamientos son interrumpidos cuando una mano sujeta fuertemente su hombro y escucha una voz rasposa.

— No hables. No intentes llamar la atención o te ira peor.

Hiro no puede evitar voltear su mirada. Su memoria no lo engaña. Se trata de un tipo que perdió ante el en una de sus tantas peleas clandestinas con robots.

— No hagas algo estúpido, camina fuera de la fila. — ordena el criminal mientras le apunta por un costado con una pistola, oculta ante las cámaras de vigilancia.

— ¿Quieres tu dinero de regreso? — pregunta Hiro levantando la capucha de su sudadera azul y escaneando con la mirada el lugar. Caminan hacia fuera del aeropuerto. Observa a otro tipo sospechoso comenzar a acercarse , sabe que debe de estar también armado y que desean matarlo, por lo que huir es la única opción. Se pregunta si serán tan imbéciles como para intentar detenerlo.

— No es necesario esto, podemos arreglarlo — dice Hiro decidido a encararlo. De forma veloz voltea para enfrentarse a su atacante frente a frente. Aleja con un golpe el arma que está cubierta con una chaqueta y con el puño de la mano contraria da un fuerte golpe certero a la boca del estómago del criminal , lo que provoca que le falte el aire y caiga al piso. Hiro aprovecha para salir corriendo.

Lo que estaba sucediendo ya había llamado la atención de los guardias por lo que se activó la seguridad del aeropuerto. Los criminales desisten por lo que escapan del sitio.

— ¡Vaya que si son imbéciles! — se burla Hiro al llegar a la salida del aeropuerto, pero en un momento de distracción es embestido por un automóvil con un impacto directo a su equipaje de mano , aturdido se levanta y continua en su carrera. Tiene claro que no le conviene que las autoridades lo ubiquen con peleas de robot clandestinas, sobre todo cuando tiene un prestigio que cuidar como becado de su universidad.

Se detiene a descansar y meditar su situación en un parque. Su principal preocupación era que Baymax hubiera sufrido alguna avería por el impacto con el vehículo. Además de que había perdido su vuelo y no quería dar explicaciones al profesor de la Universidad sobre lo acontecido con los criminales. Concluyo que sería mejor resignarse a quedarse un día más , buscaría una habitación donde hospedarse y compraría un nuevo boleto de avión , sera fácil, ¿ no?