Semejanzas

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Miguel cae inconsciente, quedando a su merced.

Marco se coloca a un lado de Miguel, el cual se encuentra en un profundo sueño. Lo levanta y lo sostiene con uno de sus brazos, con su mano libre toma una flor de cempasuchitl para intentar llevarlo consigo a la tierra de los muertos, pero fue en vano, ya que apareció solo en la tierra de los muertos. Regresa inmediatamente ante la presencia de Miguel, quien cayo al frio piso.

— ¡Maldición, no funcionó!, no puedo llevarte conmigo — se reprocha Marco mientras observa a Miguel , lo carga en brazos y lo lleva hacia la cama , lo recuesta y se sienta al borde de esta.

Marco permanece ahí durante unos minutos más, se levanta y se dirige hacia la mesa para tomar la daga.

— Quizá seria mejor terminar con esto ahora— menciona mientras regresa a lado de Miguel y recarga la filosa daga sobre su cuello —. Aunque no logre robar tu tonalli, la energía que te mantiene vivo, compartiremos el mismo destino, ¿no sería eso hermoso? —. Aprieta un poco más la daga sobre el cuello de Miguel.

— Miguel permanece en un profundo sueño, la luz de la ventana que está cerca de la cama da directo a su cara, iluminándola — No me lo pones fácil Miguel, no con esa carita de ángel que tienes — dice Marco mientras lo observa fijamente con sus brillantes ojos ámbar —. ¡¡No puedo , no así!! — dice mientras el fuerte de dolor cabeza regresa para torturarle nuevamente, cayendo al piso.

Marco permanece en posición fetal durante un buen rato y el dolor poco a poco fue disminuyendo. Recordó las veces que a visitado a Ernesto, y todo lo que le ha aconsejado para poder vencer a la muerte misma. Le ha ayudado a tener la seguridad de que vivir es su derecho.

— No debo de claudicar — declaro Marco, se recuesta en la cama quedando al frente de Miguel tomándolo de las manos —. Pero debo de aceptar que estar a tu lado se siente muy agradable.

Mientras todo esto ocurre, Hiro intenta redirigir el que sería el segundo robot espía, que se encuentra rondando por el pueblo. Pero el sistema le está haciendo una mala pasada justo en ese momento. Su desesperación aumenta por lo que decide dar inicio a su plan, en lo que intenta dar las coordenadas correctas al robot espía.

Hiro hace una llamada encriptada al jefe de policía de Santa Cecilia.

— Jefe, Ocupo la ayuda que le pedí

—¿Eh? — contesta el jefe de policía distraído, el cual se encuentra comiendo un pan dulce con café.

— Necesito que vaya la policía a la ubicación que le voy a dar.

— Hola , amigo y héroe de San Fransokyo , ¿ya ahorita?

— ¡Ahora!, no el ahorita de al ratito.

— Tienes suerte que mi primo trabaje para la policía de San Fransokyo y te haya ayudado a contactarnos, mira que petición tan extraña haces. Además, ¿quien me garantiza que esto no es una broma?

— ¡¡Jefe!! ¡¡Por favor!!

— Si, si, ya los mando — contesta el jefe de policía de Santa Cecilia aburrido —. Listo, ya salen para allá.

— Gracias, jefe, gracias. Y por favor, no hable con nadie mas sobre de esto.

Para la aún mas mala suerte de Hiro, los policías se tardaron un buen rato para acatar la orden, ya que continuamente se distraían en el camino. No es que fueran irresponsables, simplemente estaban acostumbrados a la tranquilidad del pueblo y la orden que recibieron les pareció una exageración o una broma. Casi al mismo tiempo que la policía llego, Hiro recobro el control del segundo robot espía, permitiéndole nuevamente tener video en tiempo real de lo que ocurría.

RenacimientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora