Capitulo 2: Asesinato

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Londres, Inglaterra - 28 de julio de 1,982

11:09 p.m.

5 horas antes.

—¡Una rata Arthur, ayúdame!

—¡Ya voy Mirna! —Le grité desde el cuarto piso y fui corriendo escaleras abajo hasta el segundo piso—.

Arthur entró por la puerta que daba al comedor y no pudo creerse lo que veía, Mirna subida en la mesa del comedor.

—Está aquí. —Me dijo Mirna señalando con su dedo por debajo de la mesa—.

—Mirna no veo nada, eres una exager... —Pude ver que un pequeño ratoncito blanco estaba en su cabello mirando hacia otro lado—.

En ese momento la cola del ratoncito le rozó la frente y Mirna comenzó a gritar haciendo que el ratoncito saltara y huyera quien sabe a dónde, gritó tan fuerte que podría quebrar los vidrios de toda la mansión y bastaron pocos segundos para que se escucharan tacones bajando las escaleras y ella entrara al comedor.

—¡¿Qué está pasando aquí?!

—Señora Wesbell, discúlpeme usted, es que había una rata y bueno no las soporto y tuve que llamar a Arthur para que viniera y pudie...

—Ahórrate toda la novela, bájate de la maldita mesa y deja de gritar o la próxima vez te daré una buena razón para hacerlo, y tú ¿qué haces aquí? —Me miró fijamente—.

—Solo ve-venía a ayudarla. —Le dije mientras miraba a Mirna bajando de la mesa—.

—Primero mírame cuando te hago una pregunta, y segundo, no te pago para que seas Clark Kent para que estés ayudando a quien quieras. —Me dijo ella, ya me había acostumbrado a este tipo de palabras en mis tres meses trabajando con ella—. ¿Y bien? tienen trabajo aquí y no me importa que una rata se interponga en su trab...

En ese momento se escuchó un grito desde el tercer piso e inmediatamente los tres subieron a dicho piso buscando entre las ocho puertas, Mirna vio como la puerta del baño estaba un poco abierta, la abrió y siguió con su mirada unas gotas rojas que conducían hacia la tina.

—No puede ser. —Dijo Mirna, entrando unos segundos en shock observando con cierta claridad deseando que su vista le fallara, pero no era así—.

El miedo estremeció su alma cuando descubrió que era verdad. Daria en la tina flotando en su propia sangre... muerta.

Nuevamente un grito surgió de Mirna.

11:43 p.m.

Beverly la sirvienta, Adam el chofer, Lucas y James los encargados de la morgue en el sótano de la mansión, despertaron desde sus habitaciones en el segundo piso por el grito y se encontraban cuidando a Mirna afuera de la mansión mientras la señora Wesbell fumaba un cigarro en el balcón del segundo piso mirando a la nada.

Arthur se dirigió al primer piso de la mansión dirigiéndose al teléfono marcando aquel número que hace mucho tiempo se le dio, pero no fue usado si no hasta ahora.

—¿Hola?

—Henry te necesito ahora, ven a la Mansión Wesbell y dile a los policías que puedes resolver esto.

Voy enseguida Arthur.

Asesinato En La Mansión WesbellWhere stories live. Discover now