7. Carretera y manta

55.7K 2.9K 501
                                    

Habían pasado varias semanas desde el encuentro con Dean. Y la actividad demoniaca había aumentado significativamente y de manera muy rápida ya que Crowley había dejado de limpiar los desastres de Dean, y este tampoco se preocupaba por ocultarlos.

Sam y Emma se pasaban los días en la carretera de un lado para otro tratando de encontrarlo. Pero era inútil. Dean siempre les daba esquinazo antes de que ellos llegarán siquiera al lugar.

Durante estos viajes por carretera cazador y forastera se habían encontrado con varios casos que se ajustaban al negocio familiar así que hasta la fecha, habían acabado con un par de espíritus vengativos y con un cambia-formas. 

Para sorpresa de Sam, la chica había resultado de gran ayuda en todos los casos. Sus conocimientos en cuanto a criaturas sobrenaturales eran muy buenos gracias a haber seguido la serie tan fielmente. Eso sí, sus habilidades con la lucha no eran comparables ni mucho menos a las de un cazador medio. Aunque sabía defenderse y su puntería con las armas de fuego se había perfeccionado.

En aquellos instantes el nuevo duo se encontraba en Tennessee. Sam y Emma volvían de Nashville tras haber seguido un rastro de actividad demoníaca pensando que podía tratarse de Dean. Sin embargo, pronto descubrieron que se trataba de un simple demonio del cruce de caminos que había llegado para llevarse las almas con las que había sellado tratos años atrás.

Entre los dos habían logrado capturarlo e interrogarlo sobre el paradero de Dean, pero el demonio no se había mostrado muy participativo temiendo lo que pudiera hacerle el nuevo Caballero del Infierno si soltaba prenda alguna sobre él. Prefieriendo callar y morir en manos del menor de los Winchester de una forma mucho menos dolorosa.

—¿Viste el terror en sus ojos cuando le pregunté por mi hermano? —inquirió Sam con la mirada puesta en la carretera. Emma asintió—. ¿Crees que es él, el que ahora está al mando?

—Esperemos que no... Pero es normal que le respeten. Quiero decir, es el gran Dean Winchester, y ahora es más poderoso que cualquiera de ellos.

Siguieron viajando unos kilómetros más mientras la noche caía sobre ellos y sus estómagos empezaban a despertar. Lo mejor sería parar.

—Dickson. ¿Qué te parece este? —preguntó Sam refiriéndose al pueblo—. El siguiente está a 15 kilómetros.

—Dickson me va bien. Me muero de hambre. —respondió ella mirando por la ventana—. Ahí hay un restaurante.

Sam aparcó el Impala y ambos se dirigieron adentro. Era un típico dinner americano con aspecto de caravana. Ventanas estrechas, sofás de vinilo, tocadiscos al fondo...

Tomaron asiento junto a una ventana y esperaron a que la camarera se les acercará.

—Buenas noches,  ¿tienen claro lo que desean? —inquirió la chica con una sonrisa demasiado forzada. No parecía estar disfrutando mucho de su noche.

—Una hamburguesa con doble de queso y para beber agua. Gracias. -contestó Emma.

—Yo tomaré lo mismo. —agregó Sam.

—¿Hamburguesa? —le molestó un poquito la castaña—.   ¿Qué hay de la comida de conejo?

—También me gusta la carne, ¿vale?

—Ahá...

—¡No esa carne!  

Era obvio lo bien que se llevaban cuando hasta ya se permitían bromear de aquel modo tan desenfadado el uno con el otro. 

La camarera se dirigió hacia la barra para comunicar el pedido y media hora más tarde los chicos ya se habían terminado sus respectivas hamburguesas. 

UNA VIDA SOBRENATURAL ||#1||Where stories live. Discover now