La maldición de Luxio

La predicción

En Luxio había cuatro grandes zonas que se creían benditas por los espíritus de Ceres; una de ellas era la Tierra Iluminada, pues justamente se creía que el Espíritu de Luz cuidaba de estas Tierras y de los seres que vivían en ella. En el centro de este gran territorio se encontraba Weltheow, ciudad en la que las casas y las calles estaban hechas de piedra que provenía de las canteras cercanas. Alrededor de cada casa podían observarse grandes jardines coloridos en los que jugueteaban las oriundas mariposas weltheas, quienes se iluminaban de noche, creando hermosas vistas que eran atracción turística para extranjeros. En el centro del pueblo había un gran castillo desde donde gobernaba el Rey Fionn II, quien tenía fama de ser justo y bondadoso con los pueblerinos. El jardín de su castillo poseía manzanos únicos que nunca morían y en los que jugaban las mariposas Weltheas. Estos manzanos daban frutas doradas que de noche se iluminaban. La gente creía que al comer estas manzanas eran bendecidos por el espíritu de luz, por eso éstas se vendían a otros pueblos a muy alto precio. Weltheow también tenía un paseo comercial donde los pueblerinos podían intercambiar las mercancías que producían. A lo largo de toda la ciudad varios Templos de la Luz se alzan dedicados a la creencia en el Espíritu de Luz de Ceres.

En las afueras del pueblo había una alta montaña en la cima de la cual se encuentra el Oráculo. Una antigua leyenda cuenta que ese Oráculo fue puesto ahí por el Espíritu de Luz para los aldeanos de Weltheow, pero al tener que atravesar un bosque turbio y subir una alta montaña, para la gente común resulta peligrosísimo subir hasta ahí.

Ya en el año 1252, durante el reinado de Fionn II y recien comenzado el año, como era costumbre el mismo Fionn caminaba hasta el oráculo, para saber si iba a ser un año bienaventurado para él, su familia y su pueblo.

Al llegar a la cima sin cansarse demasiado -pues él fue un guerrero feroz y nada lo detiene, incluso en sus 50 años y retirado del combate- encontró la fuente de la leyenda, el Oráculo. Como era costumbre trajo algunas manzanas doradas de su mejor cosecha para ofrecérselas a cambio de que le responda sus preguntas, lanzó sus manzanas a la fuente, las cuales se perdieron de vista y Fionn ya estaba listo para hacer su primer pregunta, pero las aguas del Oráculo se volvieron púrpuras, lo que significaba un mal augurio. Fionn quedó pasmado por un momento, pues todos los años las aguas se volvían de color verde, lo que significaba que el oráculo le daría un buen augurio para ese año. Se escuchó una voz.

-Fionn...Lamento no tener buenas nuevas para Weltheow.

-Oh...Por favor di lo que tengas que decir. (Dice Fionn lamentándose con una mano en la cabeza)

-Fionn, este año Weltheow sufrirá caos y destrucción, escucha bien...Una mujer morirá y una niña nacerá. Ella será la salvadora de Weltheow y del mundo, por favor, cuida de ella y hazle saber que debe luchar y proteger la esencia de Ceres en este mundo, si así no fuera la esencia desaparecerá totalmente.

-¡¿Que?! Oh pero..¿Quien es esa mujer ?¿Cómo puedo encontrarla?... (Fionn sabía que la destrucción de la esencia de Ceres significaba la aniquilación total de todo ser vivo en Luxio)

El Oráculo dejó de contestar.

-Oh.. ¿Qué debo hacer?  (Dijo Fionn lamentándose) Por favor Espíritu de Luz dame fuerzas para seguir adelante!... (dijo cerrando los ojos, dejándose en manos del Espíritu)

Así fue cómo Fionn II después de quedar pensativo un momento al lado del Oráculo, volvió hacia su castillo.