15 Te extrañé

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Narra Lorenzo:

Estábamos en el auto.

Ella dormía plácidamente sobre mí hombro mientras que con mí pulgar le acariciaba la cabeza.

Estuvo llorando hasta hace unos minutos por la muerte de Yamila, quien vale aclarar, murió por mirarme a mí.

Me siento culpable.

Yo fui el que tuvo sexo con ella hace dos días, y de seguro el ver qué mí novia era Paloma, la desconcertó y no solo eso, sino que la distrajo y la mataron... Por mí culpa.

Pero el tener a Paloma conmigo me complementa.
Me siento mejor al saber que está conmigo de nuevo y que puedo pedirle formalmente que salga conmigo.

Mí viejo me va a matar, porque dejé su auto en el medio de la nada, pero según me dijo el oficial, me lo van a traer hoy a las diez de la mañana.

Estaba tan linda. Tenía el pelo mojado, como la última vez que la ví y estaba vestida muy raro, con ropa que de seguro no era de ella.
Me ponía nervioso saber que pueda perderla de vuelta, por eso la policía investigó quién mierda la secuestró.
Se llama Amid Badi, un pelado musulmán, que trabaja para un narco de acá, de Argentina. Qué al parecer tiene un hija muy caprichosa que, según lo explicado por algunos empleados, su novio es el ex de Paloma. Si, Sebastián está saliendo con la minita esa y permitió que le hagan todo esto, creo yo ¿No?

En fin, como Sebastián le daba mucha bola a Paloma, la Wacha se puso celosa y la mandó a secuestrar, así la tubo un mes entero, incluyendo mí cumpleaños y dos días más, hasta llegar a hoy.

El tío del Chino se la jugó, lo hizo muy bien y muy rápido. Me gustaría que lo hubiesen hecho muchísimo antes, pero por lo menos tengo a mí ángel conmigo.

El cielo estaba empezando a aclararse. Del azul oscuro, pasó más a los colores pastel, celeste, naranja, índigo, etcétera, y ella empezó a desperezarse, cuando estábamos a dos cuadras de su departamento.

- hola - la saludé.

Sus ojos estaban tan hinchados como dos cerezas y su mirada tenía una mezcla de miedo y alivio a la vez. Me sonrió y lentamente se fue acercando a mí boca, donde depositó un suave y corto beso.

Extrañaba sus labios. Esa manera dulce de besarme, su sabor, su movimiento. Me sentía perdido sin sus hermosos labios.

- hola - dijo con la voz ronca. Estuvo llorando desde que salimos del parque Pereyra. Ahí la tenían secuestrada- te extrañe mucho.

Sinceramente, nunca creí que podía enamorarme así de una persona. Ella es muy distinta a las novias que tuve, será que está fue la única fiel y yo la cagué con una muerta.

- yo te extrañe mucho más- respondí. Y la abracé.

Esa era otra de las cosas que extrañaba de ella. Sus abrazos son como volver a mí casa. Reconfortantes, cálidos, suaves. Me alegra saber que son solo míos.

Llegamos a su departamento y al entrar, Carolina no estaba. De seguro estaba con sus papás.

La hice sentarse en el sillón y fui a la cocina, donde quise prepararle algo para que coma.

Agarré una taza y agarre el café Dolca, el cual tenía pensado acercelo a Paloma.
Comencé a revolver y parte de la mezcla terminó en mí camisa, así que empecé a putear.
Siento que unas delgadas manos me rodean la cintura y me abrazan por detrás.

- ¿Qué querés inventar? - preguntó ella.
- quiero preparar un puto café y no puedo- respondí con un poco de dureza en el la voz.

Ella empezó a reír. Hacía tanto que no la escuchaba reír que ya me había olvidado de como lo hacía.

Empezó Con Un FavorWhere stories live. Discover now