3. Los Dos Mellizos

1 0 0
                                    

...

Su abuelo murió unos días después, pero se fue en calma, pues sabía que le había dado un gran consejo a Ana.

La abuela de Ana se despidió de él tranquila con la promesa de que lo acomparia y sus dos hijas Johana y Patricia estuvieron con él en sus últimos momentos.

La familia organizó un velorio al cual fueron todos los amigos del abuelo Manuel y toda su familia.

Y Ana María, aunque le dolía la muerte de su abuelo, decidió seguir su consejo e ir en búsqueda de su pasión.

....

Un par de semanas después, Ana fue a la casa de sus tíos para hablar con sus primos, antes de que empezaran las clases. Quería cumplir los deseos de su abuelo.

Tan pronto como llegó, fue a hablar con sus primos.

Ellos estudiarían arquitectura y Ana tenía curiosidad al respecto.

Les preguntó un par de cosas, cómo iban a pagar la carrera y respondieron que sus padres se las pagaría porque no obtuvieron un gran puntaje o una beca.

Esta respuesta era lo que Ana esperaba pero igualmente la decepcionó un poco, ellos tenían la vida hecha, pero una vida que no querían.

Alexander siempre quiso dedicarse al derecho, él desde muy pequeño había admirado la profesión de los abogados. Ana podía notar como parecía sentir la necesidad de defender a los inocentes desde que era muy pequeño.

Sin embargo, su padre quería que se dedicará a su misma profesión y logró convencerlo de que la arquitectura era mucho mas interesante y se corrían menos riesgos, además en la empresa en la que trabajaba su padre, él tenía un trabajo asegurado.

Por otro lado, Gabriela siempre fue muy creativa. Aún en la reuniones familiares pasaba su tiempo dibujando. En una ocasión, le hizo un dibujo a Ana por su cumpleaños y está aún lo tenía en su cuarto, no solo por los lasos sentimentales que las conectaban sino también por la belleza del mismo.

Gabriela realmente tenía talento y no solo para hacer maquetas para obras de infraestructura o diseñar planos. Sino para crear personajes y darles vida a través del color. Sus ilustraciones eran tan buenas que las vendía en Internet y recibía dinero extra.

Ana no entendía porque habían dejado que sus padres les impusieras una profesión, así que se los preguntó personalmente.

-Hola Alex! ¿Cómo estás?

- Hola, primita. Estoy un poco aburrido y me dijeron que querías hablar conmigo así que preguntame lo que quieras.

Ana le preguntó y hablaron un rato. Luego, fue a la habitación de Gaby con quién siempre había sido bastante unida.

Llegó a la conclusión de que ambos solo veían la arquitectura como un trabajo, que no les preocupaba mucho pues seguirían con sus pasatiempos.

Cuando fueran profesionales podrían dedicar su tiempo a leer sobre derecho, participar en debates, pintar y vender ilustraciones y todas estas cosas que los hacían felices.

A Ana le pareció razonable, a veces las pasiones son solo hobbies y el hecho de que decidieran hacerlo sin recibir nada a cambio, sino que por mero gusto, le pareció interesante.

...

Aquí, con sus primos, Ana aprendió su primera lección que le ayudaría en su elección final.

Al siguiente día pasó tiempo con sus tíos y sus primos, reunidos compartiendo historias y escuchando chistes malos, incluso hablando del abuelo. Y como siempre, Ana disfruto con su familia.

Un sentido a mi vida.Where stories live. Discover now