IX. ChangLix.

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Su madre le comunicó muy temprano por la mañana que ese día irían a encontrarse con la organizadora de la boda, y esperaba verlo en Bistro 17 justo a la hora del almuerzo, así que, a pesar de todas sus ganas de salir corriendo para evitar el sufrimiento de su ansioso dragoncito, llegó puntual al lugar.

―Buenas tardes joven, ¿En que le puedo ayudar? ―preguntó amablemente una bonita beta, con un pequeño brillo de interés en sus ojos almendras.

―Buenas tardes, vengo por una reservación a nombre de la Sra. Lee ―Felix contestó amablemente, aunque sus ojos estaban cambiando poco a poco de su tonalidad oscura normal al azul eléctrico hipnótico, evidencia de lo cerca que estaba su Glaucus, ya bastante desesperado por estar cerca de su pareja.

―Permítame revisar un momento ―La muchacha ojeó la lista que llevaba en su mano, intentando ocultar el asombro que los ojos contrarios le causaban, mientras las manos le temblaban por acercarse a ver esos iris inusuales― Su nombre, por favor.

―Lee Felix.

La maître terminó su comprobación y le sonrió al joven con cuidado de no evidenciar lo mucho que ese chico le intrigaba y atraía.

―Sígame, por favor.

La mujer llevó a Felix hacia la mesa que le correspondía, donde ya estaba su madre y los padres de su prometido, quienes le miraban con sorpresa; aunque lo que hizo palidecer sus ojos fue que su pareja no estaba sentada en la mesa, como había esperado, y el rastro de su olor era reciente.

―Buenas tardes―saludó Felix después de tomar lugar en su asiento.

La chica dejó las cartas a las personas y se retiró, sintiendo ganas de averiguar si ese hombre de ojos azules era un alfa de alto rango, o no.

Por otra parte, en la mesa los señores Seo observaron algo impresionados al muchacho frente a ellos, que no era aquel radiante sol que habían conocido hace tiempo, sino un frio empresario de pálidos ojos. El ambiente se tornó incomodo, y las feromonas de Felix no ayudaban a relajar el pesado aire; al contrario, lo cargaban con irritación.

―Anteriormente no había tenido la oportunidad de presentarme apropiadamente, mi nombre es Lee Felix, soy el gerente general y heredero de Lee LTDA.

―Es un placer para mi esposa y para mi tener la oportunidad de conocerte apropiadamente, esperamos que la unión entre mi hijo y tu traiga prosperidad para todos―El señor Seo tomó un trago de su copa de vino tinto, y observó a su esposa con satisfacción, mientras esta analizaba fríamente a Felix. Su instinto, muy agudo, le indicaba que había algo malo con ese chico, y a base de sus experiencias anteriores con el joven más y más se convencía que esa unión era un absoluto error.

Lastima que ella no fuera la alfa de la relación.

― ¿Chang Bin-ah se demorará mucho en el baño? Entre más rápido comamos, podremos encontrarnos adecuadamente con la organizadora ―El entusiasmo en la voz de la señora Lee enfermó a Felix completamente, y tuvo que reprimir sus expresiones con fuerza para no demostrar todo el disgusto que esa mujer le causaba.

El dolor sórdido que le dejaron sus palabras, cuando conversó por ultima vez con ella, mutó a un desprecio enorme, entre más y más quiso limitarlo y hacerlo infeliz, desde quitarle la potestad en algo que su padre le había dejado a él, hasta controlar su vida amorosa. No tenía tan poco corazón para expresarle su enorme desdén, porque igual seguía siendo su madre, pero ella se encargó de que ese amor colosal que sentía se retorciera en algo desagradable.

―No, él estará en un momento...

―Puedo ir a buscarlo, si no hay ningún problema―espetó Felix, mientras sus ojos se encendían en un azul eléctrico.

Destrozar al sol [ChangLix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora