Capítulo 1

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Mi día comienza en una mañana de invierno desayunando en el departamento que tengo con Kyle; él estaba duchándose, ya llevaba más de veinte minutos ahí dentro. Siempre era lo mismo, yo era la que más se apuraba en llegar temprano a la universidad y él se tardaba horas como si tuviera todo el tiempo del mundo.

Terminé mi cereal con leche y eché mi plato al fregadero. Suspiré y subí las escaleras para dirigirme al baño y cepillarme los dientes.
Abrí la puerta del baño y me encontré con Kyle secándose el cabello.

-Sabes qué aún no desocupo el baño, ¿verdad?- dijo alzando una ceja y yo suspiré.

-¿Sabías que si esperaba a que terminaras de desocuparlo se me haría más tarde para ir a la universidad?- terminé de cepillarme los dientes y volteé a verlo.

-¿No nos iremos juntos?- salió del baño y caminó hacia su cuarto.

-No lo sé- cerré la puerta del baño- si no estás listo en cinco minutos, te dejaré y me iré.- asomé mi cabeza por su cuarto y él asintió aventando varias camisas- Más te vale que escojas una rápido si no quieres que te deje.-

-Lo haré- respondió y me alejé de su cuarto para irme al mío.

Hoy era el último día de clases. Iniciaban las vacaciones de invierno y yo estaba muy feliz por ello.
Pasaríamos la Navidad con mis padres y Violet también vendría con su novio.

-¡Te quedan dos minutos!- grité bajando las escaleras.

-¡Ya lo sé!- gritó en respuesta.

Terminé de bajar las escaleras y caminé lentamente hacia la puerta.

-¡Cinco...!- miré el reloj en mi celular-¡Cuatro...!-

-Estoy listo- un Kyle agitado apareció a mi lado.

-¿Tienes todo?- pregunté y él asintió- Bien, vámonos sino se nos hará más tarde-

[...]

Ya era la hora del almuerzo y me encontraba hambrienta. Caminé a la cafetería y pedí mi comida, que constaba de una ensalada de frutas y un jugo de naranja. Muy saludable a decir verdad.

Una vez que obtuve mi almuerzo, caminé hacia las últimas mesas de la cafetería, que era donde se encontraba Anthony devorando su hamburguesa como si se fuera a escapar.

-No se va a ir, Anthony- me senté frente a él y tomé un sorbo de mi jugo.

-Lo lamento amiga, pero estoy muriendo de hambre- agarró su botella de agua y bebió de ella.

-Te entiendo, estoy igual- comencé a comer de mi deliciosa ensalada de frutas.

-¿Con quién pasarás las fiestas?- preguntó para después darle un gran mordisco a su hamburguesa.

-Con mis padres, Kyle, Violet y su pareja, ¿tú?-

-Con mis padres y Tom.- este último mencionado era su hermano menor. Iba en la preparatoria, es un lindo chico en realidad- Para eso tengo que viajar a Inglaterra.-

Cierto, Anthony no era de los Estados Unidos, él era de Inglaterra, solo que decidió estudiar la carrera de Derecho aquí en Nueva York.

-¿Te quedarás ahí todas las vacaciones?- pregunté un poco triste. Quería demasiado a este chico, así que será difícil separarme de él. Somos como uña y mugre... inseparables.

-Lamentablemente sí- suspiró- te extrañaré, hermana-

-Yo igual, hermano- sonreí- de igual manera seguiremos hablando por videollamadas y mensajes-

Anthony y yo éramos tan cercanos, que casi todos pensaban que éramos novios, lo que nunca pasará porque ambos nos consideramos como hermanos.

-Tal vez mientras yo no esté aquí por fin podrás encontrarte a los Wolff- reí.

-Eso solo pasará en mis sueños-

-No es tan difícil- se encogió de hombros- si yo pude conocerlos una vez, tú también puedes-

Anthony había tenido la grandiosa suerte de encontrárselos el primer día en que llegó a vivir a Nueva York. Dijo que los vio (a Nat y a Alex) junto con sus padres comiendo en el mismo restaurante que él.

-Yo no tengo la misma suerte que tú- opiné mientras soltaba una carcajada. No pierdo las esperanzas de conocerlos. Tal vez en uno de sus conciertos, pero encontrármelo en la calle así como si nada, es poco probable.

-Nunca digas nunca- reímos.

[...]

Por fin se había acabado el último día de clases.

También me encontraba feliz porque había obtenido buenas calificaciones este semestre.

-¡Enana!- gritó Kyle desde su cuarto.

-¿Qué quieres?- pregunté asomándome y viéndolo acostado boca abajo en su cama.

-Tengo hambre- bufé.

-¿Y qué quieres que haga yo?- pregunté recargándome en la puerta de su cuarto.

-Pide una pizza- dijo sin voltear a verme.

-¿Y por qué no la pides tu?- me crucé de brazos y él bufó.

-Porque te lo estoy pidiendo a ti- esa maña la había sacado de mi mamá. Siempre que nos pedía un favor y nosotros le preguntábamos que por qué no lo hacía ella, nos decía "porque te lo estoy pidiendo a ti".

-Está bien- suspiré resignada y comencé a caminar hacia mi cuarto, que era el lugar donde había dejado mi celular.

Llamé a la pizzería y pedí dos pizzas de pepperoni y un par de refrescos. Yo también moría de hambre.

-¿Ya hiciste el pedido?- preguntó Kyle entrando a mi cuarto y sentándose en mi cama.

-Síp.- suspiré- Mañana al medio día iré al aeropuerto a despedirme de Anthony-

-Está bien.- carraspeó- Yo saldré con una chica-

Sonreí como el gato de Alicia en el país de las maravillas- ¿Qué chica?-

-Se llama Jazmín, la conocí la semana pasada cuando los chicos y yo salimos a ese bar-

-Interesante...- sonreí- Es bueno que empieces a conocer gente nueva.-

Y era verdad, Kyle terminó con su novia hace tres meses, la pasó muy mal. Tal parece que se había enamorado de ella y creo que ella de él, pero estuvo bien que terminara esa relación, esa chica era demasiado tóxica en cuestión de que era una celosa. Hasta una vez (cuando todavía no la conocía) me llegó a amenazar diciéndome que me alejara de Kyle. Esa vez no terminaron bien las cosas porque yo me enojé demasiado y le reclamé que él era mi hermano.

Así de tóxica era la chica esa.

-Gracias Gaby-

¿Me recuerdas?-Nat Wolff  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora