Lost

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La triada del sur de Singapur estaba del otro lado del bosque Aokigahara, esperando el cadáver y Taehyung aún no había sido capaz de matar al chico.

—Por favor —suplicaba—. Tú sabes que no te traicione. —Estaba de rodillas frente a Taehyung con la punta del arma puesta en el entrecejo—. Ni a ellos, era una trampa.

—¿Por qué estabas en ese lugar, con esa gente? —Su voz era dura e inflexible, opuesta al verdadero sentimiento que lo acechaba dentro de la cavidad torácica.

—Estábamos transportando la mercancía al este, pero los policías estaban muertos antes que llegáramos a Ámsterdam y perdimos el contacto cuando incendiaron el lugar donde nos quedábamos, los Usui estaban demasiado lejos para ir con ellos, no habríamos podido llegar a Alemania sin perder la mitad de hombres y mercancía, le pedí ayuda al triada de los Kim, pero me emboscaron y nos vendieron a los chinos, tenía que hacer algo o tu habrías muerto antes de la mañana.

—No te creo, podrías haberme llamado. —Tomó al chico del cuello para acercarlo a su rostro con el arma firme apuñalándole la sien—. Tú eras lo primero para mí, te hubiese sacado del infierno si me lo pidieras... ahora vas a tener que arder toda la eternidad en ese maldito lugar.

—Taehyung te lo estoy pidiendo ahora...

—Ahora no tienes ninguna oportunidad, la perdiste desde que decidiste que los Kim eran mejores aliados ¿cuánto te pagaron por mí? Supongo que la cifra tenia los ceros suficientes para olvidarte de los sentimientos de un hombre.

El chico bajo los parpados, Taehyung siguió el recorrido de dos pequeñas lagrimas que se deslizaron por sus mejías, se negaba a dejarse llevar por el corazón.

—No vas a creerme —susurró dándose por vencido—. Mátame de una vez entonces —exigió—. No tienes opción. —Colocó una mano encima de la de Taehyung, la que sostenía el arma, a pesar de lo peligroso que era el contacto, Taehyung no lo apartó, el chico podía arrebatarle el arma en dos segundos y aun con todo el odio que venía sembrando. Él quería que lo hiciera, porque eso significaría dejarlo vivir.

—Yoongi...

—Dispara aquí. —Se puso un dedo en el pecho y guio la mano de Taehyung a ese lugar—. Encima de mi corazón, alivia el dolor —le habló dulce, como en esas noches, que se protegían de la adversidad bajo las sabanas—. Pero no olvides nunca que yo digo la verdad, y que te amé más de lo que un humano puede. Cuando vuelvas a matar a alguien en este horrible bosque, recuerda que mi alma estará atada aquí, vagando en la desesperación hasta que tú encuentres la verdad de la que te hablo.

Yoongi cerró los ojos y giró el rostro con la barbilla alzada.

Espero.

—No quiero hacerlo —confesó Taehyung en un sollozo herido, arrojó el arma lejos entre unas flores marchitas—. Te ayudare a escapar, le diré a la triada del sur que te asesine, prenderemos unas hojas secas aquí y haré que los chicos de nuestra triada pongan un cuerpo quemado en tu lugar, puedes quedarte en nuestro apartamento hasta que consiga un lugar en América donde nadie te encuentre —le prometió Taehyung sosteniendo el rostro de Yoongi entre sus manos.

—Nunca fue nuestro apartamento, era el lugar donde nos revolcábamos —le aclaró Yoongi sin verle a los ojos—. No quiero lo que me ofreces, no quiero nada más que morirme ahora y si no me matas tú, lo haré yo, no deseo tener conciencia para recordar la desconfianza en tu mirada.

—¿Cómo quieres que viva sin ti? —exigió Taehyung.

—Como pensabas hacerlo cuando empuñaste el arma.

—Sabía que no podría disparar, quiero que tú me detengas, que me demuestres la verdad de la que hablas, que te vengues de mí y me saques en cara lo idiota que fui, pero sobre todo quiero que vuelvas a mí, vivo, te quiero en mis brazos, dime que lo harás.

Yoongi le devolvió la mirada empañada de lágrimas. Negó con la cabeza.

—¡No hare nada! —le gritó volviéndose huraño a las manos de Taehyung—. ¡Quédate solo, maldito Kim Taehyung! Tú y tu estúpido fetiche por las venganzas, esos tipos del sur no tendrán compasión cuando descubran que los vas destruir, ¡tu padre era un imbécil y mató a tu madre! ¿Y qué? Ni siquiera la conociste, es la razón más idiota para vengarse de una triada entera cuando eres solo un jodido hombre nada más.

—¡Cállate! Tú no lo entiendes, nunca lo entendiste —Se miraron descontentos y rencorosos.

—Lo entiendo más de lo que tú lo haces, la venganza es solo una excusa que te repites a ti mismo, la realidad es que te gusta esto, te excita tener la vida de alguien en las manos, te vuelve loco la adrenalina de la ilegalidad en la que te mueves, eres el hijo de un criminal y la locura se desliza por tus venas, la herencia de tu padre, la sed de sangre de un vampiro humano que busca la destrucción del mundo por diversión —escupió las palabras como el veneno de una serpiente que se siente amenazada.

—No es verdad, no me entiendes Min, esto es por ella, por mi hyung, por mí, por ti, quiero sacarte de aquí, quiero que seas mío, que nos amemos lejos de este mundo donde solo seamos tu y yo —Yoongi quería apartarse de nuevo del abrazo de Taehyung, pero terminó dejándose caer al agarre, cansado de luchar por algo que desaparecería, resignado a tener la esencia del calor de Taehyung.

—Una vida tranquila es una blasfemia para tu naturaleza —sollozó en la curvatura de su cuello, mojándole con lágrimas—. No estarás tranquilo si no estás expuesto al peligro, te asfixiara tenerme, nos asfixiaremos el uno al otro y nos mataremos con la peor de las torturas, porque mi amor no es suficiente para llenar la necesidad que corroe en tu pecho.

Las rodillas de Taehyung flaquearon y se encontró cayendo frente a Yoongi.

—Entonces te matare y después me colgare en la habitación donde hicimos el amor —dijo Taehyung acariciando los cabellos de Yoongi, apretándolo contra su cuerpo, respirando su aroma a pinos, dibujando con la punta de la nariz líneas en el cuello de Yoongi.

—Haz lo que quieras, pero no me dejes respirar ni un minuto más. No quiero encontrarme contigo en ninguna de mis próximas vidas, te deseo el más doloroso tormento y la mayor desgracia. Maldigo todas tus reencarnaciones. —Tenía la voz apagada y nostálgica como si ya fuese un recuerdo.

Empujó a Taehyung del pecho para apartarse, pero él tenía buenos reflejos, lo atrapó de nuevo para abrazarlo y sostenerlo cerca de su corazón una última vez.

Fin

...

Este escrito también se encuentra en la Primera Entrega: Mafia de PATITAS DEL ESCRITOR [ESCRITOS], Editorial AnimalsDrCrew

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Si les gusta leer un poco de terror hay un OS en mi perfil titulado Poltergeist [Taegi].


ฅ^•ﻌ•^ฅ
KuridaoreTaro

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⏰ Última actualización: Sep 17, 2018 ⏰

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