El Club de los Corazones Solitarios [BNHA]

Capítulo 4 "Apareces, me besas y te vuelves a ir"

¡The day has come!

Midoriya dormía como bebé.
Enrollado entre las sábanas con estampado de All Might como una especie de bolita y con la cabeza sobre cojines de animalitos que Yaoyorozu había confeccionado días atrás.

Yacía desnudo sobre su cama, solo con una pequeña prenda que cubría sus partes nobles como cualquier lunes por la mañana.
Este fenómeno ocurría ya que los domingos las reuniones del club solían perder el control pero no en mal sentido, todos seguían siendo puros y virginales.

Lo que había pasado anoche, era el resultado de la reunión más alegre que había tenido el grupo hasta el minuto, ya que estaban celebrando su inicio en la agencias de héroes.

Izuku abrió sus ojos por causa de la molesta alarma, miró su teléfono y revisó los mensajes de texto —¿Mensaje enviado a las 4:56AM...?— Murmuró revisando su chat más reciente, luego dio un golpe en la cama al captar que Todoroki Shoto había sido la persona con la que habló en estado de ebriedad—¿Otra vez lo mismo Izuku? ¿qué no aprendo?— Midoriya dejó caer el celular hasta el piso y estiró sus brazos mirando al tejado.—No sé que es más patético, estar en un club para compartir desgracias o mandar mensajes a Todoroki - kun ebrio y de madrugada...—

—Créeme que es peor hacer llamadas estando ebrio y llorando como nena, lo digo por experiencia....

—¿¡Kirishima - kun?!—.
Midoriya al escuchar la voz se sobresaltó.

Miró el piso de la habitación, ahí estaba recostado Kirishima apoyando su cabeza sobre los tenis rojos y con los brazos atrás de la nuca.  —¿Por qué siempre despertamos en la misma habitación...?

—Al menos esta vez amanecí en el suelo y no roncando en tú espalda....
Ambos al recordar la infinidad de veces que despertaron juntos suspiraron en modo de derrota y volvieron a acomodarse con la vista frente al techo—Este piso es bastante cómodo y tus zapatos también lo son —

—Los domingos dejaré una almohada extra para tí....— Ambos rieron algo cansados, medios desorientados y con puntadas en la cabeza por la resaca.

  —¿Yaoyorozu está con vida?...— Preguntó Kirishima. —Ya sabes tiene ese hábito de vomitar cuando bebe de más...

—Mi manta de All Might...otra vez no..— Ambos suspiraron y se levantaron con la intención de ver si YaoMomo seguía con vida.

Fueron hasta la sala de estar, esperando encontrar un verdadero caos digno de una reunión del club. Para la sorpresa del par, todo estaba en perfecto estado, el desayuno  servido, las cosas en su lugar y su compañera de piso bailando con los audífonos puestos.