Prologo: Aquí De Nuevo

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Lincoln (17 años)

Me encontraba durmiendo en mi habitación, en la misma cama que tengo desde que recuerdo, pero eso iría cambiando de a poco.

Ahora mismo, me desperté por culpa de una humana de pelo café. Si no mal recuerdo hoy es el aniversario de nuestro noviazgo juntos.

—¿Qué me trajiste? —Preguntó Lincoln con una voz ronca mirando a la mujer de pelo café frente a él—. ¿Es un regalo?

—¿Acaso, no sabes que día es? —Contestó Lynn con una voz sorprendida y una mirada triste—.

—No, ¿A que te refieres? —Siguió preguntando Lincoln con una sonrisa reveladora—.

—¡Tonto! Casi caigo —Gritó Lynn, saltando directo a los brazos de Lincoln con una mirada de amor—. Te compré una polera y un pantalón nuevo.

—Uff... Si me faltaban unos —Respondió con un tono bromista—. Bueno, déjame ir a buscarte tu regalo.

—Esta bien, pero primero tendrás que quitarme de encima tuyo —Bromeó la ya crecida Lynn—.

Eso era un reto para el caballero de nivel 3 Lincoln, ya que la joven guerrera Lynn tenía un cuerpo más desarrollado, dejando que su cuerpo creciera en determinadas zonas, llegando a ser una persona muy tentadora para alguien.

Pero, el gran caballero Lincoln uso su técnica secreta, saltando y mordiendo lentamente la oreja de la guerrera Lynn.

—¡Eso es trampa! —Gritó de forma placentera al ver que Lincoln utilizo su única debilidad frente a ella—. Solo esta vez te dejare ir.

Pero, antes de que el joven Lincoln se parará, le dio un beso en los labios a su pareja.

—No me demorare —Contestó, se levantó y se vistió de forma rápida—. Te aseguro que te gustará mi regalo.

Lincoln fue hacia el primer piso, saludando de paso a sus hermanas.

—¡Buenos días Luan! —Saludó Lincoln con una sonrisa—.

—Buenos días. —Saludó de vuelta Luan, ya con una voz más desarrollada, y además, de que ya no poseía frenillos,  lo que la hacia ver aun mas guapa—. Tu regalo lo deje en la sala de estar.

—Gracias te debo una.

Lincoln bajo hacia la sala, encontrando así una caja con orificios a los lados, además de que estaba una pequeña niña cuidandola.

—¡Hermano! —Gritó de felicidad una pequeña niña de pelo rubio—. ¡Lo cuide lo mejor que pude!

—Buen trabajo cuidando a mi perrito, eres la mejor Lily —Reconoció con una voz exagerada a la pequeña Lily de 5 años—. Gracias a ti ahora podré sorprender a tu hermana.

—De nada, para eso estamos —Respondió la pequeña Lily alegre—. ¿Puedo acompañarte?

—Claro, no podría decirte que no nunca —Contestó rascándose la nuca—. Si no te molesta, quiero que me hagas otro favor.

—¡Claro que no! ¿Qué necesitas?

—Tráeme la bolsa que deje en el auto.

—¡Si! —Contestó de inmediato la pequeño y corriendo a toda velocidad hacia el auto que, por cierto era de Lynn—.

—Solo espero que no se caiga por correr tanto —Abrió un monólogo el cansado Lincoln—. Bueno, a esperar las flores.

Después de unos minutos, por fin la pequeña Lily había llegado con las flores, que eran unas hermosas rosas combinadas con unas pocas margaritas.

—Vamos —Tomo la caja y caminó hacia las escaleras—. Tu ve primero y espérame en mi puerta.

—Si.

Despues de llegar a la puerta, Lincoln tomó las flores y abrió la puerta, mostrando a una chica sentada con una sonrisa alegre.

—Esto es para ti mi vida —Habló y le entrego de manera lenta a su amor —. Espero que te gusten.

Lynn reaccionó de forma sorpresiva y beso a su hermano en los labios.

—¡Que bonitas! —Dio un halago a las flores—. ¿Qué es la caja que tiene Lily?

—Oh, es tu regalo —Contestó Lincoln tomando la caja con cuidado y dándole una señal con un guiño a la pequeña niña—. Disfrútalo es una caja con vida, cuidado que respira.

—¡Tonto! —Gritó enojada en broma—. Déjame abrirlo.

Abrió la caja y se encontró con una hermoso perrito plateado de la raza Pug, además de tamaño bajo demostrando que tenía unos 4 meses.

—¡Que lindo! —Gritó Lynn emocionada—. Lo llamare Silver.

Lynn levantó y guardo en sus brazos al pequeño Silver, dándole un gran abrazo, llenando de sentimiento al pequeño perro, que de inmediato comenzó a lamer la cara pecosa de su nueva dueña.

—Bueno, misión cumplida Lily —Habló Lincoln dirigiéndose a la pequeña que miraba tiernamente la escena frente a ella—. Sabes, si quieres puedes pedirle a Lynn que te deje verlo también.

Lily levantó la mirada y emocionada se acercó a su hermana.

—¿Puedo?

—Claro, déjame subirte a la cama.

—Yo puedo hacerlo.

La pequeña Lily se afirmó de una de las patas de la cama y se subió tranquilamente.

—¡Que lindo perro! —Gritó Lily alegre tomando de manera suave a Silver—. Eres como un muñeco pero más lindo.

Lily siguió jugando con Silver, mientras que Lincoln se acercó a Lynn.

—Es justo como imagine —Le susurro a Lynn—. Me siento feliz que esto sea así y podamos estar juntos.

Lynn se acercó aun mas a Lincoln dejándose caer a unos de sus hombros.

—A mi igual —Respondió Lynn—. Acaso, no creíste que yo fuera capaz de seguir adelante.

Lincoln levantó despacio el mentón de la pecosa, él miro lentamente toda la cara de la deportista, sintió su gran personalidad chocar con su corazón, tal como siempre lo a hecho, vio por primera vez esa tranquilidad excesiva que le daba siempre.

después de unos minutos mirándose, Lincoln beso a Lynn disfrutando al máximo la mujer que tenía al frente, Que al separarse miro todos los rasgos hermosos que tenía su pareja, esos ojos que lo hipnotizaba cada día y su pequeña nariz perfecta, además de que él valoraba sus pequeñas pecas haciéndolo un gran tesoro para él.

—Te amo.

Te Necesito (Parte 2)Where stories live. Discover now