el final no es tan malo

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Su esposo se encontraba mirando una serie de informes que llenaban toda la mesa. Hacía dos horas que había vuelto de una reunión con Sakura y esperaba estar solo en ese tiempo para pensar un poco en toda la conversación con la pelirosada y se encontró a Naruto muy concentrado.

-oh Sasuke ya volviste ¿no es muy temprano?- comentó mirando el reloj que se encontraba en el estante junto a la mesa.

-hoy tome un día libre, Iruka me debía un día libre así que lo tome hoy, más tarde pensaba ir por Menma- siguió mirando al rubio como si nada más existiera, hasta que el objetivo cruzó su mirada.

-¿pasa algo?-pregunto levantando su ceja logrando sobresaltar al peli negro.

-n..nada iré a cambiarme-

Subió casi corriendo las escaleras. Estaba nervioso y se sentía muy desconcertado. Al llegar a su habitación se miro en el espejo y se contempló por unos segundos. Su cuerpo se encontraba en un buen estado físico, su musculatura era la exacta, debido a los años de entrenamiento. Solo había cambiado ligeramente durante su embarazo de Menma.

En aquel momento una ligera curvatura a sus cuatro meses era el primer signo de vida que su bebé daba. Luego vinieron las pataditas y se le vino a la mente cuando Naruto le acariciaba el vientre logrando que su bebé se calmara. Sin duda, nunca se cansaría de admirar la vida que había construido al lado del rubio. Logrando abandonar el odio y sus deseos de venganza.

Siguió mirándose en el espejo se fue perdiendo en sus recuerdos de su embarazo de su Menma; al ver su yukata (que se encontraba junto a su cama) vino a su mente las nuevas ropas que tuvo que usar. Recordó lo furioso que se encontraba ante la idea de tener que usar ropa de la talla de Chouji.

Una leve sonrisa surgió ante aquel recuerdo. Sin duda, el embarazo de Menma fue una de las experiencias más hermosa y algo aterradora que halla tenido. Por qué si, a pesar de todos los cambios que tuvo el momento de dar a luz fue el más doloroso, ninguna de las batallas que había tenido hasta ese momento lo habían preparado para aquel dolor.

Al terminar con su cambio de ropa, se disponía a guardar la ropa usada y su mirada se quedó fija en la foto familiar que se sacaron el año anterior. Habrá que ir buscando espacio para nuevas fotos, pensó mientras metía la ropa en el armario.

Sin duda sus ánimos habían mejorado. Se sentía más feliz, menos ansioso y esperaba que su esposo pensará igual. Salió de su habitación y se dirigió al comedor. Sin decir nada se paró junto a Naruto que solo alzó la mirada. El pelinegro solo se le quedó mirando y después de unos minutos lo besó. Fue un beso inocente, pero cargado de muchos sentimientos. Y como si todo el lugar se hubiera llenado de luz, el dijo.

"Sabes, tengo una maravillosa noticia que darte"

La familia Uzumaki-UchihaWhere stories live. Discover now