GON [Yaoi/Gay]

Labios rojos

Esta novela tiene contenido sexual y temáticas de violencia. Podría no ser apta para ciertas personas.

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CAPITULO 1
Labios rojos

Todo el día había estado lloviendo. A decir verdad, desde hacia tres días que no salía el sol en Vigrid. Hacía frío y todos estaban abrigados. Afortunadamente en la biblioteca el frío no se sentía demasiado, era un lugar acogedor. Tal vez eran los libros, la madera, no lo sé.

Y ahí estaba yo, de pie frente a esa hermosa chica en lo más recóndito de la biblioteca, donde nadie podía vernos ni escucharnos. Ella era pequeña y tierna. Su cabello era corto y castaño, tenía dos pequeñas trencillas que la hacían ver como una muñeca. Su mirada era inocente pero muy cautivadora. Era perfecta para él, y eso me enfurecía.

--Hoy le hablarás por teléfono y le dirás que quieres terminar con él porque hay algo que te incomoda, tanto así que ya no puedes estar cerca de él -le dije a la pequeña chica- ¿Entiendes?

--Sí -me dijo inexpresiva

--Muy bien. Ahora regresa a tu lugar y sigue estudiando.

La chica dio media vuelta y se fue.

Salí de la biblioteca y fui a mi coche. Sinceramente ni siquiera había ido ahí a estudiar. Solo quería hablar con ella.

Conducí por las calles de la ciudad. "Vigrid, la ciudad de los secretos" no entendía por qué la llamaban así. Quien sabe, tal vez había cosas ocultas en esta ciudad, cosas que yo desconocía.

Llegué al edificio en el que vivía. No era un lugar muy bonito, ya estaba algo viejo y situado en un barrio muy solitario. Pero estaba cerca de la universidad y la renta era barata. Algunos compañeros de la universidad también vivían ahí. Subí al piso 10, que era donde estaba mi departamento. Ya era algo tarde, el sol ya se había metido. Abrí la puerta y entré. Dejé mi abrigo en la mesa y me dirigí a la cocina a calentar agua para el café. Estaba seguro que hoy tendría visita.

A los pocos minutos alguien tocó la puerta. Era él, lo sabía. No lo hice esperar y abrí enseguida. Y ahí estaba él, un pequeño chico rubio de ojos color miel, enormes, los cuales hoy brillaban increíblemente debido a las lagrimas que estaba intentando contener.

--¿Puedo pasar? -me dijo

--Claro, entra

Caminó rápidamente al sofá y se sentó. Yo fui detrás de él y me senté a su lado.

--Terminó conmigo -me dijo y ya no pudo contener sus lágrimas

--Lo siento mucho, Loki ¿Te dijo por qué?

--Dijo que ya no se sentía cómoda conmigo -fue a su carita y se limpió las lagrimas- ella de verdad me gustaba

--No te preocupes, Loki, ya llegará la persona indicada. Además, apenas llevaban dos semanas -le puse la mano en el hombro, intentando consolarlo, me dolía verlo así.

--No lo entiendo Alain. He tenido cuatro relaciones fallidas en el último año, todas me terminan a los pocos días. No sé que es lo que hay mal en mí.

--No hay nada malo en ti, son ellas las del problema.

--Lo dudo -me miró y me sonrió- pero gracias por los ánimos. Eres un gran amigo, eres mi mejor amigo.

Me llamo Alain. Tengo veintitrés años y estoy en mi segundo año de la carrera Letras Hispanoamericanas en la U de V (Universidad de Vigrid).