-¿Que haces raro?
La pregunta asertiva de Lance se revuelve en mi cabeza varias veces, hasta que entra definitivamente. Y arde.-No te acuerdas de mi -digo en un hilo de voz apartandome -Lance, soy yo, ¡Keith!
Lance mira detras de mi, la clase esta en silencio completo y el profesor inmóvil. Hunk con las manos en la boca. Incluso los abusones idiotas de turno tiene una mueca pequeña de sorpresa.
-Profesor... -susurra Lance.
<<No sabe quien eres, no sabe quien eres, nunca lo volverá a saber>>
Agarro mi mochila y salgo de clase, corro todo lo rapido que puedo. Apretando los dientes, sintiendo el dolor de cada muela de mi paladar por la fuerza ejercida.
<<No voy a llorar, no voy a llorar, no...>>Para cuando llego a mi bicicleta las lagrimas salen solas, sin ruidos, y con mucha presion en el pecho.
-No...Desencadeno la bicicleta y pedaleo fuera del instituto, lejos, lejos. La lluvia ha cesado pero hay bastantes charcos, viento y humedad. Recorro la calle de Pidge y Hunk, pasando y recordando la vez que secuestraron a Hunk, la vez que Lance se convirtió en humano o las cartas, y la vez que hicimos el plan para sacar a la gente. El miedo de perder a mis amigos, los padres de Hunk. La vez que Allura vino hasta la cafetería y no la reconocí.
Mi primer beso con Lance.
Los disparos.
Los gritos.
Llego a la casa abandonada, vuelvo a dar una patada en la puerta y se abre. Llego jadeando hasta la habitacion donde estaba Lance.
Sigue igual de vacia y fria. No ha estado nadie aqui desde hace mucho tiempo.
Caigo de rodillas al suelo, no aguantan mi peso.-¡Tu deberías acordarte de mi! ¡Deberías saber que yo existo! ¡De que realmente fuimos algo!
Clavo mi puño en la puerta y algo viene a mi cabeza, demoledor.
<<Sólo fue un sueño>>
Me encorvo y doy puñetazos fuertes al suelo. No puede ser, no puede ser. Es mentira.
-Vuelve...
En mi bolsillo vibra algo. Monótono y sin previo aviso.
Es el teléfono, Hunk me llama.Miro el teléfono con odio puro, quiero colgar, romperlo y olvidarme de todos. Cuelgo.
Lo tiro en el suelo, pero no se rompe, mas bien hace daño al suelo.
Vuelve a llamar Hunk. Lucho contra mi mismo en mi mente.Es mi amigo, quiere saber donde estoy, debe estar preocupado.
<<Deja de ser un idiota>>
<<Es Hunk, aquel chico que buscaste como loco en el sueño>>
<<Siempre ha estado para ti>>-Keith -dice con una voz lamentable -¿Donde estás?
-No me busques.La llamada se queda en silencio.
-Vale -dice con un hilo de voz -Al menos dime una cosa... ¿Estás con Lance?
La pregunta me toma por sorpresa. Mucha sorpresa.
-No...
-Ha salido a buscarte... -responde con voz agitada, parece caminar rápido -, se ha quedado quieto durante un rato al igual que toda la clase y luego ha salido por la puerta, el profesor me ha mandado a seguiros.Mi corazon vuelve a palpitar, como si todo este rato hubiera estado dormido.
-Gracias Hunk... ahora te veo.
Cuelgo y dejo salir un suspiro.
Pero este se ve interrumpido por unos recuerdos.
Lance secuestrado, Hunk en un hospital, una carta de amenaza hacia Pidge.
No estamos solos y si todos hemos tenido ese sueño, se puede volver a repetir.
Salgo disparado de la casa vieja, a cada pisada cruje mas el suelo de madera negra. Agarro la bicicleta y cruzo la calle. Veo de reojo a la madre de Pidge y un perro.
Paro en seco.
El perro de Pidge, aquel tan radiante y amigable, hoy vive. Saludo a la madre de Pidge que está con una cara confusa y el perro ladrando.
Bajo la calle y encuentro a Lance, está hablando con alguien que no puedo ver. Su voz suena demasiado nerviosa.
Aparco la bicicleta y me pego a la pared, intentado captar toda la conversación, reprimiendo mis sentimientos.
-Le dejaremos vivir -dice el sujeto desconocido.
-Se lo que hacéis, todos los que han vuelto del sueño lo saben -murmura Lance y se aparta un poco de la persona.
-Sabes lo que hacemos, pero... ¿acaso sabes el porqué? ¿sabes de lo que somos capaces? ¿crees que podrás proteger a todo el mundo?
-No le hagas daño, a él no.
-Solo si tu aceptas -dice el sujeto con una voz excesivamente severa.Lance se queda callado.
Es mi oportunidad para entrar al ataque.
Pero no lo hago.
-Acepto, si eso me basta para salvar a Keith.
Y cuando lo escucho, supe que tuve que actuar en ese momento antes de que viniese la camioneta negra.
ESTÁS LEYENDO
Ghost and company
FanfictionKeith es un chico que le gusta estar con sus pocos amigos y la soledad pero lo que no se imagina es que un día se encontrará con algo, mejor dicho, alguien que cambiará mucho su forma de ver y sentir.