XII. - Moñas

3.5K 204 225
                                    

AGONEY

Me ahogaba en mi propio llanto, sentía una presión en el pecho que a cada segundo que pasaba iba a peor, mi respiración era acelerada y se producía con gran dificultad. Mi vista perdía nitidez con el paso del tiempo, temblaba, sentía que todo el mundo se me estaba viniendo abajo, que aquella burbuja donde estaba consiguiendo ser feliz se había roto.

A cada pensamiento que rondaba por mi mente en cuestión de milésimas de segundo, mi ritmo cardiaco aumentaba. Mis oídos pitaban, causando que no pudiera distinguir ningún sonido con claridad, la sensación era horrible, necesitaba gritar, me estaba ahogando y nadie estaba allí para sacarme a flote.

Ahogo.

Frustración.

Llanto.

Monstruos.

Cómo si el destino lo hubiera planeado todo, unos pasos leves se hicieron presentes en el ambiente, giré mi rostro hacia la puerta de mi habitación y abrí mis ojos lentamente, que había cerrado a causa del dolor que estaba instalado por todo mi cuerpo, y allí le ví, parado al lado de mi armario, horrorizado.

-¡Ago!. - corrió el tramo que le quedaba hasta mi cuerpo, el apodo lo había escuchado cómo si de un susurro de tratara, pero sabía que lo había gritado. - Joder, cariño. -se tiró al suelo y se puso enfrente de mi cuerpo apoyándose sobre sus rodillas para estabilizarse, el tono usado fue una mezcla entre cariño y miedo, algo que hizo que me sintiera culpable al  asustarle por una tontería. Ladeé mi rostro un poco para mirarle, intentado estabilizar mi respiración y que mi alto ritmo cardiaco se volviera normal con tal de no preocuparle, pero fue inútil, era consciente de que un ataque de ansiedad se estaba apoderando de todo mi ser, pero no podía hacer nada más que llorar, porque no había parado en todo ese tiempo. - Cielo, hazme caso en todo lo que te voy a decir, ¿vale? .- entre lo poco que mi vista me permitía ver, distinguía la cara del rubio roja y pequeñas lágrimas bajando por sus mejillas y cesando en su barbilla. -Inspira. - Raoul hacia cada cosa que él mismo recitaba, para que yo le imitara y, al mismo tiempo, intentar calmarse él mismo. - Expira. - soltó todo el aire que había retenido en sus pulmones, acto que yo seguí.

Repitió esas dos palabras 12 veces, hasta que mi respiración era estable y mis oídos y ojos volvieron a hacer su función con normalidad. El miedo también se veía reflejado en su mirada, se notaba que no estaba informado y no sabía que hacer, así que me ayudaba como podía.

-Amor, estoy aquí. - me arropó entre sus brazos, y entre pequeños sollozos pasé mis manos por su espalda y lo apreté contra mi cuerpo, sin emitir aún palabra. - Soy yo, Raoul con O, tu niño, el gilipollas, el niñato, el pijo, el malote, tu amor, cielo, el moñas, el muy moñas. - me besó la mejilla con dulzura y se separó levemente para poder mirarme a los ojos, esperando respuesta por mi parte, respuesta que llegó en forma de sonrisa. - Joder, que estabas en medio de un ataque de ansiedad. - lo susurró, más para ser consciente el mismo de lo ocurrido que para mí.

Sus dedos empezaron a dibujar líneas por mis pómulos, limpiando toda gota de agua que aparecía por los mismos. Desvié mi mirada de la suya, sentía vergüenza, vergüenza por ser querido, por ser cuidado, vergüenza porque no merecía que el de ojos miel estuviera ahí, ni hoy, ni nunca.

-No pienses tonterías, Agoney, por favor te lo pido. - el de Montgat cogió mi mentón y giró mi cabeza para que le volviera a mirar. - Y no, no te leo la mente, pero sé que cuando estás mal sueles pensar que no eres lo suficiente para nadie, que no mereces que esté aquí, y eso no es así. - su mano derecha viajó a mi cuello y se posó allí, brindándome pequeños masajes con el pulgar, haciendo que la tensión que mis hombros cargaban fuera desapareciendo. - La única persona de la que tienes que depender para ser feliz es de ti mismo, amor, solo de ti, y aunque yo espero quedarme toda la vida a tu lado, que seas feliz no puede depender de mí, pero ni de mí, ni de nadie. - susurró la última frase y juntó nuestras frentes.

The Bad Boy.  {Ragoney} Where stories live. Discover now