Epílogo

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Narra Brian: 

Les dejo un ramo de rosas y girasoles a mi hermana y Jai. Los hecho tanto de menos, principalmente a ella.

Han pasado dos meses desde su muerte. Ahora Gundersen, Jennifer y yo vivimos juntos; pero siento que la familia está incompleta.

Estoy aquí en el panteón para despedirme hemos decidido dejar Virginia y mudarnos a California, para empezar una nueva vida. Gundersen y yo dejamos el FBI, queremos darle una vida sin tanto peligro a Jenn.

Le doy un último vistazo a la tumba.

-Vendré pronto-. Les digo

Me subo al auto. Veo la invitación a la sentencia de Carlos. Le dieron pena de muerte y es hoy. Después miro el dibujo de Jenn.

Los oficiales me dijeron que Carlos quería hablar conmigo, y aún estoy en duda de ir. Aunque Jenn me dio este dibujo para entregárselo, ella piensa que Carlos se fue a vivir a Japón y no va a regresar; o bueno al menos eso le hicimos creer, nunca quise decirle que él fue el culpable de la muerte de sus padres. Ella lo ama tanto, que lo ve como su tercer papá.

- ¿No vas a ir? -. Escucho una voz

Giro mi cabeza asustado. Es mi hermana.

-Qué demonios-. Digo

- ¿Vas a ir? -. Insiste ella

-Él te mató. No quiero verlo

-Deberías ir-. Dice. -Tal vez quiera que lo perdones

-No voy a perdonarlo

Ella me sonríe.

-Te estás haciendo daño, llenándote de odio y rencor. Carlos hizo lo que hizo y es culpable. Pero él está arrepentido. Ve, necesitas encontrar tú luz y el la suya

Lloro.

-Te extraño tanto. Debí de haberte dicho que te amaba y no que eras una inmadura

-Oh tranquilo. Te amo hermanito, gracias por cuidar y darle una familia a Jenn. Piensa bien lo que harás-. Me señala el dibujo. -Mucha suerte y nos vemos... En otra vida

Cuando ella desaparece comienzo a llorar más fuerte. Pero ella tiene razón, tengo tanto odio que debo dejarlo ir o me terminará matando.

Pongo en marcha el auto. Aún alcanzo a llegar.

(...)

El oficial de la cárcel, me pide sentarme en una de las sillas. Lo hago y espero a que Carlos entre. Siento nerviosismo, no sé si podré controlar mis ganas de golpearlo.

Después de unos minutos el entra. Lo veo, su barba ha crecido más de lo que esperaba y tiene la mirada más perdida de lo que recordaba.

Él se sienta enfrente mío. Lo noto nervioso, tal vez él está mucho más nervioso que yo.

- ¿Y bien? -. Pregunto. - ¿Para qué me necesitas?

-Quiero que te quedes en mi ejecución

Me sorprende que me pida eso y que no titubee al decirlo.

- ¿Para qué?

-Quisiera ver un rostro familiar después de todo

- ¿Y por qué yo?

-Porque eres mi familia y mi amigo

-Bueno, no pensaste eso cuando mataste a personas importantes para mí

-Lo siento-. Me dice. -Lamento tanto el daño que les hice. Realmente estoy arrepentido de todo, hice mal y me deje llevar por celos, yo sé que eso no justifica todo lo que hice. Pero de verdad, lo siento Brian. Perdóname por favor, si tú me perdonas mi alma será libre.

Pienso en Elizabeth. Ella lo hubiera perdonado.

Le doy un vistazo a Carlos, el ya pagó su condena. Y no me refiero a la cárcel, me refiero al coraje, frustración y culpabilidad que siente cada día; que lo atormenta cada segundo.

-Yo te perdono... Carlos-. Le digo con total sinceridad. -Pero con mi perdón no serás libre, perdónate a ti mismo

El me hace una mueca extraña.

-Voy a quedarme en tú ejecución. Pero no quiero que me mires, no quiero ver sufrir a un amigo

Deslizo el dibujo de Jenn en la mesa.

-Ella también te perdona. Sigues siendo un superhéroe para ella

El abre la hoja y cuando ve el dibujo comienza a llorar.

-Para mí, eres libre. Encuentra tu luz

Me levanto de la silla y me retiro del lugar. Estoy nervioso.

(...)

Narra Brian:

Carlos es sentado en una silla. Le amarran los brazos y las piernas, además de ponerle una clase de cinturón extraño en la cintura.

Él me mira y asiente. Pero rápidamente mueve su mirada a otro lugar.

Doy un respiro y soy capaz de ver la imagen de mi hermana del otro lado de la habitación.

Una de las personas que se encuentra con Carlos saca una jeringa, con un líquido extraño.

- ¿Algo que quieras decir?

El mira al tipo y después a mí.

-Dile que ella es mi princesita

Asiento. Se refiere a Jenn.

El cierra los ojos cuando la aguja hace contacto con su piel.

Me doy cuenta que él ha muerto cuando un trozo de papel cae al piso.

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High Hopes Where stories live. Discover now