5 años ¿Cómo creen que era a esa edad? Bueno, era como todo niño de primaria; mi primer día en la escuela y todos hacían amigos rápidamente. Claro que yo era, soy, más tímido que los demás, por lo tanto me costó hacer amigos; por el momento, mi único mejor amigo era imaginario.
Un hombre alto, siempre usando una máscara de gato con una gran sonrisa y una gabardina café. Me gustaba llamarlo Gato, ya que su máscara era, es, de ese animal. Gato no hablaba mucho pero siempre estaba allí para mi, jugaba conmigo y me hacia reír, los demás niños se burlaban de mi por tener un amigo imaginario pero, mis padres me decían que era normal a esta edad.
Después de 2 meses hice mi primera amiga, Jessica, la chica que se convertiría en mi novia años más tarde. Ella era todo lo que podría querer en la vida, lindos ojos, pelo castaño claro y amante de los deportes, claro que a los 5 años eso no me importaba, solo me importaba nuestra amistad.
Una tarde de invierno decidimos salir a caminar, ella llevó a su pequeño perrito Pug y yo, llevé a Gato en mi mente, hacía un poco de frío pero eso no nos importó, solo queríamos explorar el mundo. Llegamos a un bosque y nos detuvimos en la entrada, Jessica no quería entrar ya que sus padres le habían contado de una criatura que habitaba allí y raptaba a los niños; no le encontré sentido y quise entrar pero Gato me dijo que no lo hiciera. Dudé unos momentos pero decidí no entrar al bosque, Jessica me tomó de la mano y nos fuimos corriendo a casa; Gato se veía algo preocupado.
Esa misma noche, mi madre estaba viendo noticias y yo fui a su lado para que me hiciera cariño, ella me abrazó y vimos las noticias juntos; me quedé atónito cuando mostraron una noticia de un niño desaparecido en el bosque, Jessica tenía razón... Los años pasaron y finalmente entré al liceo... ese horrible lugar lleno de gente lista para hacerte sufrir, Jessica no entró al mismo liceo que yo; eso me puso triste.
15 años, ya cursaba 2° Medio y mi pasión por los deportes crecía rápidamente, hacía ejercicio todo los días por lo que ya tenía una buena musculatura. Hice muchos amigos con los que practicaba fútbol y otros deportes, incluso llegué a ser uno de los chicos más populares del liceo pero todo eso me daba mucha vergüenza; las chicas te acosaban, incluso las profesoras jóvenes.
Todo era muy extraño, ya no hablaba con Gato, aunque este seguía allí; siempre me observaba y en las noches miraba en dirección al bosque. Unos meses después conocí al chico más repugnante que cualquiera puede conocer, Anthony Evans. Ese tipo desarrollaba un amor hacia las aves, aparte de ser un maldito pervertido, pero me compadecía su pasado.
Aparentemente, su familia había sido asesinada por esa criatura y ahora vivía con una pareja de alpinistas que lo rescataron, aún así, lo odio con toda mi alma. Antes de que lo odiara, Anthony era mi mejor amigo, hacíamos muchas cosas juntos, me enseñó cosas acerca de las aves e incluso trató de conseguirme una novia; pero como siempre, yo decía que no y me cubría la cara para que no vieran que me estaba sonrojando.
Una noche decidimos hacer algo muy estúpido y arriesgado, Anthony y sus amigos me invitaron a robar el liceo; el edificio no contaba con cámaras de seguridad por lo tanto, la tarea sería más fácil. Decidí ir. Nos juntamos en una plaza cerca del liceo y para mi sorpresa, dos de los amigos de Anthony estaban con un dúo de chicas.
-¿Estás listo Diego? Esta será la mejor noche de tu vida~
- S-Supongo...
Nos pusimos en marcha y saltamos el cerco del liceo, Anthony rompió el candado de una de las puertas traseras, donde no había alarma, y entramos al edificio. La sala de computación era nuestro objetivo final, primero robaríamos la cocina, el laboratorio y finalmente la sala ya mencionada, todo esto según Anthony.
ESTÁS LEYENDO
Historias Creepy
HorrorAquí pondré algunas historias de creepys no conocidos y las variantes de algunos conocidos, también alguna que otra mía y algunas que me encuentre por ahí del fandom. Todos tenemos un buen talento para contar historias...algunas son buenas otras...