ANTAR:
Fui a donde estaba el timón, ahora no había un navegante, tendría que hacerme cargo de todo. Ajusté el curso y lo fijé. Después me puse a escribir notas sobre navegación en un cuaderno, podrían ser necesarias más tarde.
-¿Como está ella? -preguntó Flint desde la puerta de su camarote.
-Se encuentra mejor- le respondí.
-Era de esperarse, en unas horas podrán saltar entre los mástiles como hacían antes- me dijo y volvió a su camarote. Me reí.
-Tal vez hice una tontería- murmuré al pensar en la muerte del navegante, ya que, además de mi, nadie en este barco sabia algo de navegación. Y era la razón de que ese navegante estuviera vivo aún.- Pero no me arrepiento...
Me quedé un buen rato ahí, contemplando el mar y recibiendo el viento en la cara, el viento de mi preciado mar.
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LAYLA:
El tiempo pasó, y me acabé cansando de estar ahí sin hacer nada. Despacio, me levanté y coloqué bien mis ropas. Gruñí un poco al empezar a andar, la herida seguía doliendo. Aun así, salí del camarote, y pisé cubierta. Ahora los tripulantes me dirigían la vista, "mejor", pensé.
Busqué con la vista a Antar, quería preguntarle algo. Después de pensar dónde poder encontrarlo, lo vi frente al timón. Parecía observar el mar con unos ojos tranquilos y pacíficos, unos que no había visto antes. Me acerqué hacia él despacio y en silencio. Una vez a su lado, el viento revolvió mi pelo, y me puse un mechón tras la oreja.
-Dime, ¿estás bien? Parecías mareado antes de salir del camarote.
Mis palabras parecían desinteresadas pero, vamos, ese tonto capitán podía hacerme preocupar a veces.
-Ahora que has matado al navegante, tan solo tu puedes llevar el barco, ¿te arrepientes?
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ANTAR:
-No del todo, me gusta navegar- ella no pareció muy contenta con la respuesta, ¿no era esa la que esperaba?- ¿Eso es preocupación por mi? ¿O estas delirando a causa de la pérdida de sangre?
Ni siquiera la miré, mantuve mis ojos en el mar, haciendo cuentas, para este barco se necesitaban al menos 30 tripulantes, doce menos de los que tenía ahora, podía hacer un recorte de personal.
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LAYLA:
Fingí enfado ante su respuesta.
-¿Preocupación, yo? No, pero me gustaría que el barco llegara entero a puerto -contesté como si nada.- Además, yo decido de quién preocuparme.
Suspiré y observé el cuaderno de su mano, tenía varios apuntes, y de inmediato me llamó la atención.
-Dime, Antar, ¿qué hay en ese cuaderno?-pregunté interesada.
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ANTAR:
-Apuntes, sobre navegación, cosas que pueden ser necesarias- le dije sin importancia- Yo también quiero que el barco llegue a puerto, ¿por que no me ayudas? Toma el timón un rato, ya sabes mantener el curso, ¿no? Eso es suficiente para llegar a puerto.
Me aparté un poco del timón, para dejarle lugar.
-¿Quieres aprender a poner el barco en algún curso? Es útil cuando debes evitar rocas y icebergs- le dije a medias en broma.
