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Abrí los ojos con pesadez y me estire levantándome de la cama lentamente. Mire el reloj en mi escritorio, eran las 10:36 am. Me dispuse a caminar al baño a pasos lentos mientras recogía el gran desorden de ropa que tenía tirado en el suelo. Después de asearme, seque mi pelo rápidamente con una toalla que encontré tirada que sino, llegaría tarde al trabajo.

Trabajaba de mesero en un viejo restaurante, a tres cuadras de mi casa. Nunca se llenaba mucho sin contar con los fines de semanas, desbordaba de gente y desde la cuadra de mi departamento se lograba ver de fila.

Cerré con llave antes de irme, camine a paso rápido mientras devoraba una manzana como desayuno. Apenas llegué, me cambie lo mas rápido que pude, en cinco minutos empezaba mi turno. Hoy me tocaba estar atendiendo con mi pesado amigo Hoseok. El era nuevo en el trabajo y de vez en cuanto se le olvidaban los pedidos o se confundía los platos. Lo peor de todo es que cuando llegaba su novio me pedía cubrir su puesto hasta que volviera, lo se, todo un aprovechado de nuestra amistad.

Me encontraba limpiando una de las mesas hasta que la puerta se abrió, clientes. Ahí estaba el y su perfecto novio y como no había nadie más me toco atenderlos, estúpido Hoseok. Me les acerque rápidamente sin ninguna expresión en el rostro. Sin embargo no pude evitar sonreír al ver sus bellos ojos y su adorable sonrisa.

- ¿Qué se les ofrece? -pregunta borrando mi sonrisa en un instante.

- Solo veníamos por un café. -respondió su arrogante novio.

- Pero yo no quiero un café, quiero un juguito -no pude contener mi risa por lo infantil que se veía JungKook. Rápidamente me tape lo boca y volví a mi mirada seria.

- Te vez tan adorable. -dijo su novio acariciando su mejilla. Claramente me incomodo esa escena, pero creo que en vez de estar incómodo era más el sentimiento de querer sacar a su novio a patadas de acá, tomar a Kook y besarle para vivir juntos para siempre. Pero claro, como si esas cosas pasaran.

- Ejem... -Kook volteó su mirada hacia ventana avergonzado y su novio fijó su atención nuevamente en mi.- Decidieron que van a ordenar?

- Un café y un jugo de naranja. -¿Acaso el idiota de su novio no sabe que a Kook no le gusta la naranja? En cualquier momento lo golpeó, lo juro.

Mi vista rápidamente volvió a Kook para oír su respuesta.

- Joon Hyung, no me gusta la naranja... -hizo un pequeño puchero con sus labios.- Quiero el de... ¡Fresa! -Sabía que elegiría esa, después de todo, es su fruta favorita. Sonreí satisfecho.


Les traje su pedido y luego me alejé a atender a unos clientes que recién habían ingresado. Termine rápidamente y en un instante me puse a espiarlos como todo un acosador. Claro, sin que se dieran cuenta, como un tonto barrí por todo el local una y otra vez.

Pidieron la cuenta y se marcharon sin hacer ningún ruido. No tuve tiempo de despedirme de Kook, en fin, que mas da.





- JungKookie, ¿qué quieres de tomar? Tengo de naranja o de fresa, ¿cuál quieres? -le pregunto Jin a su primo. Ese que no me paraba de mirar a cada instante.

Jin me lo presentó apenas entramos a su casa. No pude negar que llamó mi atención de inmediato. Pero evite mirarlo, ya que de seguro Jin me hubiera empujado para que le hablara en solo segundos. Y como el buen cerrado que soy, no estoy interesado en conocer a personas.

- Jin Hyung, tu sabes que no me gusta la naranja. -su voz era tan adorable, vi como rápidamente sus labios formaron un puchero, parecía un conejito.

- Lo se, te serviré de fresa ya que es tu fruta favorita, vale? -asintió mientras su primo le acariciaba los cabellos.





Llegue de trabajar más tarde de lo normal ya que Hoseok parecía haberse tomado el día, que gilipollas. Acaricie lentamente a Suga Junior mientras ronroneaba. Me revolví en mi cama y agarré el celular. No se en que momento me había dormido con el gato en la cabeza y el celular en el suelo.

𝐄𝐬𝐩é𝐫𝐚𝐦𝐞Where stories live. Discover now