SEXTWO [+18]

CAP 21

KIM SEOK JIN.

Me lamí los labios recordando lo sucedido la noche del viernes.
Nunca creí que el sexo oral me llegará a gustar tanto que hasta me hiciera pedir por más. La lluvia mañanera no paraba, el cuarto del hotel estaba tibio por la calefacción. Namjoon seguía durmiendo, y yo... Yo estaba frente a la ventana recordando a detalle cada segundo de lo que me había hecho Namjoon.
Solte una risilla al recordarlo, no era tan difícil llevarlo cuando tenías apoyo; ahora que lo pensaba lo mas difícil era admitirlo. Admitir que era gay aceptar que estaba equivocado desde el principio en mis preferencias solo para encajar en la idea y religión de mi familia.

-¿Panqué? - Me gire a ver a Namjoon despiertos.

Me miraba con los ojos entrecerrados y reí.
Siempre me imaginé esta misma escena pero dentro de esa imaginación lejana yo era el que estaba en la cama y la chica sin rostro a lado de la ventana.

Me paralice...¿Yo era la chica aquí?

-En que piensas. - Preguntó Namjoon poniéndose de pie. Negué con la cabeza burlándome de las cosas sin sentidos que pensaba. - Hoy será tu primer día conmigo, espero y entiendas el sentido.

¿Namjoon despertaba así de intenso siempre?
Namjoon camino hasta parase frente a mí, mis manos estaban a la altura de mi pecho, y los brazos de Namjoon rodearon mi cuerpo.

- De ahora en adelante, nadie te mira, tú no miras a nadie. Nadie te toca, tú no tocas a nadie. Y cuando te diga que eres solo mío, es porque así será. ¿Entendido?

Asentí con la cabeza, no podía dejar de mirar los hoyuelo que se hacía por su sonrisa, pero tampoco pasaba de largo sus ojos negros y la intensidad con la que me observaban. Parecían distintos con ese brillo que tenían.

A Namjoon se le borro la sonrisa, me tomó la muñeca y me jalo hasta empujarme a la cama.

-Esperame aquí y quítate la ropa. - Hablo serio, como si estuviera molesto.

- Ah Nam... - Dije sin entender su cambio de humor.

- Y más te vale que de verdad no tengas ropa cuando yo esté de regreso.

No dijo nada más y salió de la habitación. Ni siquiera sabía porque le hacía caso, tampoco es como si le fuera a matar si no me quitaba la ropa, pero lo hice.
Me quite la camisa rosa que tenía puesta seguida de los pantalones.
Miré mi entrepierna.

- ¿Debería quitarme el boxer también? - pensé deladeando la cabeza.

Namjoon volvió con una cinta adhesiva gris en sus manos. Se paró frente a mí, y aunque está ves me sonreía, su semblante me seguía dando la sensación de que se estaba molesto.

- Quítate también el boxer. - Se deshizo de su playera blanca frente a mí.

Nam era flaco, y moreno; pero demasiado guapo.
Con un poco de vergüenza bajé mi ropa interior quedando totalmente desnudo frente a él.

- Ponte se rodillas. - Ordenó con voz gruesa. Tragué saliva. No entendía que trabajo de hacer.

- Pero...

- ¡Dije que te pongas de rodillas! - Gritó.

Mi cuerpo brincó del susto y me puse de rodillas de inmediato. Namjoon se colocó tras de mí y mi cabeza siguió el movimiento de su cuerpo.

-No me mires a mí, mira hacia el frente.

Le hice caso sin decir nada. Mi respiración comenzó a agitarse ¿Qué le sucedía ahora?
El sonido de si bragueta bajar, y otros más lo acompañaban, el nerviosismo no dejaba las pupilas de mis ojos en paz, iban de uno a otro lugar buscando a Namjoon aunque sabía que estaba detrás de mí, era como si no estuviera, no hacía ruido y solo se escuchaban su respiración y la mía en toda la habitación.

De pronto los labios de Namjoon tocaron la piel de mi cuello, me hizo brincar y echarme hacia delante. Voltee mi cuerpo, lo miré una vez lo tuve en frente. Namjoon estaba desnudo sentado sobre sus tobillos sonriendo, pero la sonrisa no le duró mucho.

-No te he permitido moverte - se acercó a mí. - Coopera un poco más SeokJin, ¿Lo harás?

Namjoon me extendió su mano, invitándome a entrar a ese extraño estado en el que se encontraba en ese momento. Tragué saliva, antes de tomarla.
El chico sonrió.

-Tienes que hacer todo lo que yo quiero, no puedes hacer nada sin consultarmelo. Solo es un juego SeokJin, no tengas miedo, a cambio de lo que te pido, te daré todo lo que desees.

-¿Me estás pidiendo ser tu esclavo sexual?- Dije al comprenderlo.

- Así es.

- Entonces serás rudo ¿Pero es solo un juego?

- Efectivamente.

-¿No estás molesto? - Pregunté.

- No, pero lo estaré si no haces lo que yo quiero. - Tomé su mano con fuerza y volví a ponerme de rodillas.

- Está bien.

Namjoon se fue directo a las altavoces y puso música y regresó. Se paró frente a mí con la cinta adhesiva en sus manos, la tomó y la separó escandalosamente.

- Juntas tus manos en tu espalda.

Me dió miedo, pero lo hice.

Namjoon comenzó a rodear mis muñecas con la cinta adhesiva, que se adhirió a mi piel, pero Namjoon se aseguró de que la cinta me inmovilizara las manos sin lastimarme.

-Hoy va a ser un día largo, pequeño panqué.

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