Sus ojos claros, melodiosos, ausentes y cansados,que de llorrar se encontraban airados, derramaban lagrimas sin cesar, el dolor su fortaleza había penetrado, sufrían de desamor, sin tener una verdadera razón, pues aquel no merecía tu mirada y ,mucho menos, tu corazón.
Caminabas en un laberinto de patrañas sin saber que la claridad se encontraba a tus espaldas,te sumergías en un poso finito y descuidabas el rio infinito, jurabas ver estrellas pero solo veías las luces de la vereda y pensabas ser amada, mas vivías, únicamente, en un engaño.
Esperaba que abandonaras en busca de un verdadero amor, pero te mantenías junto a el como la ternera a su dador.Pasaban días y mi corazón aun esperaba el día, en que aburrida a el lo dejarías y, convencida, a mi me acompañaras en mis inagotables aventuras.
Pero los años llegaron, mi corazón se encontraba agotado, pareciera que te gustaba el dolor y ,a mi, desperdiciar mi amor, te abandoné, me dolía mantener esa pasión, preferi dárselo a alguien que, realmente, era mejor, que no confundiera las estrellas con las luces de un farol.
Esta es mi historia, la de un amor que no funcionó,pero ,gracias a aquel, entendí que el amor es una disposición, no hay que desperdiciarlo por aquellos que en migajas ven el sol y , que en estrellas, no ven mas que un despreciable caracol.
David Acosta (Eden de las palabras)
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Edén De Las Palabras
PoetryLos versos son el Edén terráqueo, el amor tan sólo un intento de paraíso pero, su mezcla, un elixir de eufonías.