Edén De Las Palabras

El proposito de la vida

Todo lo que conocemos o, por lo menos, en su mayoría, tiene un comienzo y un fin, estamos destinados a desaparecer como partículas de polvo arrastradas por las llamas, como el minúsculo silencio en plazas amontonadas, como, tal vez, aquellas promesas de las que nadie se acordará al transcurrir las eternas mañanas...

No somos más que una vela que se consume en un suspiro, una realidad que desaparece entre un mundo de delirios o una simple intención confundida entre críticos y negros juicios.

Quisiéramos vivir más o, porque no, existir menos, soñar más o, porque no, aterrizar en nuestras locuras, romper corazones o, porque no, con nuestro corazón, perdonar las pecatas minutas.

tenemos todo el tiempo que podamos imaginar, más segundos que los que podamos entender, más problemas de los deseamos tener, pero oportunidades infinitas imposibles de aprovechar.

desperdiciamos la vida, olvidamos que es tan solo una estrella que algún día desaparece,que es aquella luz que permite que mis labios, con sed insaciable, beses. No entendemos el valor de cada gota de tiempo, de un té quiero sincero en el momento perfecto ni, como se intuye,de los golpetazos de la vida que nos desploman en sufrimientos.

Quisiéramos, por instancias, ser eternos...desafiar las leyes, el tiempo, el viento y gritar ¡Aquí me quedo! aunque, aveces, deseamos ser momentáneos, rogándole a los astros que marchite los ya restantes peldaños.

La vida es complicada, podría definirse, quizá, como intentar desatar un nudo de montañismo, que no te permite cruzar hacia el otro extremo, mientras te balanceas en un hilo que se encuentra localizado entre dos Torres que, a su vez, están colocadas en dos minúscula piedras que tienen como soporte arenas movedizas... es decir, encontrarás momentos en los que podrás resolver el dilema y te mantendrás balanceado por lapsos de tiempos indefinidos pero, también, perderás el control y no podrás regresar a la normalidad que tanto ansias.

todo se complica o se resuelve mediante avancemos en el sendero de la finitud pero, lo que sucede,depende de ti, acaso....¿tener la vida resuelta es algo óptimo?...¿donde quedarían los sentimientos que se entrecruzan con nuestra libertad?...¿seríamos, acaso, únicamente, parte de un juego con un final determinado que, sin importar lo que hagamos, siempre termine igual?... creo que no.

el propósito de la vida yace en una simple palabra, vivir... vivir la libertad, vivir la elección, vivir el amor, vivir el dolor, vivir las caídas, vivir todo lo vivible mientras vivamos en esta estrella perecedera que es,como ya se lo esperan, la vida.

David Acosta (Edén De Las Palabras)