Puntos iguales [Kacchako Positivity Week]

"El pasaje de un alma"

Buenas... Seré breve, estoy muy feliz por seguir con esta week... Ya falta poco alaverga!

Advertencia: Posible OoC no intencional, errores ortográficos leves.

Renuncia: Todo pertenece a Hori-sensei.

~Disfrute su lectura~

Día 4: Supernova.

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Ella era una supernova.

Una vez que tu camino se cruza con el suyo, no la olvidas. No se va marcha sin dejar sus hazañas en tu libro de historia. No se apaga como el resto de las estrellas, permanece brillando en tu interior en forma de un sinfín de recuerdos que te producen palpitaciones tan fuertes que piensas que vas a reventar.

Uraraka Ochako no puede ser olvidada: los retazos de momentos que vivieron juntos le invaden a cada rato y nunca puede dejar de pensar en ella. Su sonrisa tan brillante, sus ojos iluminados con vida, sus palabras tan alegres, sus caprichos, sus sermones. Había pisado fuerte, se había acomodado dentro suyo en contra de todas las adversidades y se había quedado para la infinidad.

Entonces, ¿Puede olvidarse?

La respuesta es no.

Porque ella era una supernova, como una feroz explosión de felicidad al cual nunca se acostumbraba porque pensaba que no la merecía.

Y a pesar de todo, ella le decía que estaba bien; que él también tenía derecho a ver una vida de colores y que era normal ser feliz para todos, incluso para él.

Pero nunca le dijo que podía ser feliz sin ella.

La amaba.

La perdía.

Hilos de rubíes surcaban sus dedos mientras el pánico se adueñaba de su ser. Y temblaba; su pequeño cuerpo temblaba mientras se iba encogiendo en frente suyo tratando de guardar calor, y él la abrazó sin importarle que pudiera romperle en mil pedazos.

Calor, tenía que darle todo el calor que ella le había regalado en esos tiempos.

— Bakugou-kun, estás... tan calientito.

— Shhh... —Katsuki se aferró aún más a ella con los ojos cerrados, rezando en su interior a un Dios que por primera vez deseaba que existiera— Vas a estar bien, vamos... a estar bien.

Ella sonrío con las pocas fuerzas que tenía, quería responderle y decirle muchas cosas, pero la voz no le salía. Él seguía con los ojos cerrados, negándose a guardar en su memoria el recuerdo de su rostro pálido, sufrido y triste. Necesitaba tenerla como la supernova que siempre había sido.

— No te duermas, Ochako —susurró en súplica. Ella solo pudo apretar su mano con la poca fuerza que tenía y Bakugou sintió cómo poco a poco iba soltándolo.

Podía sentirlo, ella se alejaba de él. Solamente pudo acercar su rostro al suyo y sintió la frialdad de su piel que lo erizó la piel.

— No te vayas —le susurró al oído con las lágrimas cayendo sobre ella—, no...

Pero no obtuvo respuesta.

Su supernova... se había ido.

Pero seguiría con él por siempre.

No era solo una promesa.

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[FIN]

¡¡Nos vemos en el siguiente día!!

¡¡Si les gustó, no duden en decirlo!!