Las cuatro chicas en el patio se giraron...

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Las cuatro chicas en el patio se giraron, así que yo también lo hice. Mamá elevo sus palmas hacia el aire. —Así que… nos vamos ahora, ¿Ok?

—Ok, —respondí. Sostuve una sonrisa pero no hice más. — ¡Chao! —Mi madre espero, pareciendo como si quisiera decir algo más. Solo vete, me estaba muriendo por gritar. ¿Ella esperaba que yo fuera hacia adentro y dijera alguna clase de despedida lagrimosa? Claro. Las chicas se desplazaron detrás de mí. Finalmente, mi madre se encogió de hombros, se dio la vuelta hacia la casa, y deslizo la puerta de vidrio hasta cerrarla.

Las chicas empezaron a hablar de nuevo, recordándome sus nombres. La de rayas rosadas era Aria—ella tendría un nombre extraño como ese. La chica gordita era Hanna. La rubia fresa era Emily. Asentí con lo que decían, pero realmente no estaba prestando atención. Mi mirada todavía estaba en la casa. La luz de la habitación de arriba brillo encendida. La puerta del garaje gruño abierta y escuche un pequeño gemido, y la puerta de un carro siendo azotada. Luego, el Mercedes color champagne de mi madre se retiro de la carretera. Las ventanas estaban tintadas, pero podía descifrar los perfiles de mis padres en los asientos delanteros, sus rostros estirados y sobrios. Ellos giraron en la estación de correo y lentamente rodaron hacia abajo de la calle. Suspire. Finalmente. Me gire hacia las chicas. Repentinamente, ya no me sentía como si estuviera con ellas. Y luego me di cuenta—que no tenía que estarlo.

Soy Alison DiLaurentis—puedo hacer lo que quiera.

—Bueno, adiós, —dije abruptamente. Marche de vuelta cruzando el patio, mis tacones de plataforma hundiéndose en la grama. Casi no note el frio metal de la perilla de la puerta del patio mientras la abría. Adentro, la cocina estaba silenciosa y quieta. Alguien dejo la cafetera encendida, pero no había café en el envase. Mi madre había apilado los platos de mi desayuno familiar en el lavabo. Unos pocos abrigos faltaban en el perchero de la puerta, y varios pares de zapatos ya no estaban puestos en la estera tejida cerca de la lavadora. Estaba sola. Aparte las cortinas de la ventana arriba del lavabo y mire hacia afuera. Spencer, Aria, Hanna, y Emily todavía estaban paradas en el medio del patio, pareciendo aturdidas. Después de un momento, ellas agacharon sus cabezas y se dirigieron en direcciones contrarias. Hanna casi tropezó con un cordón desatado mientras se dirigía a su bicicleta. Emily suspiro y camino penosamente hasta mi patio frontal. Aria desapareció dentro del bosque, sus hombros encorvados furiosamente. Spencer camino con la columna derecha de vuelta a su patio. Tenía una mueca en el rostro, como si estuviera conteniendo un pedo.

Pero incluso así, estas chicas funcionarían para mí. Necesitaba nuevas amigas, después de todo—Naomi y Riley son historia. Y estas chicas tenían potencial— Hanna tenía unos hermosos (ligeramente muy pequeños) jeans Paper Demim que nunca había visto en las tiendas. Aria es realmente linda, si tan solo cambiara su cabello y no se vistiera como un elfo. Emily tenía una dulce sonrisa—estoy segura de que sería un genial hombro en el cual llorar. Y algo me atraía a Spencer, aunque no podía poner mi dedo en lo que era. Tal vez es solo porque ambas éramos rubias, bonitas, y queríamos que las cosas se hicieran a nuestra manera. Tal vez a las chicas nos gusta que las cosas sean parecidas. Pero más que todo eso, estas cuatro chicas probablemente valdrían el castigo al que me dirijo. Probablemente harían exactamente lo que digo—siempre.

Alison's Pretty Little Diary (Español)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang